Fecha original : 2000-06-01
Traducción Astroseti : 2004-03-29

Traductor : Agustín Cámara
ASTRONOMIA

¡Asteroide en el Ártico!

Una roca de 200 toneladas métricas, proveniente del espacio, rasgó el cielo de Canadá Occidental

Interpretación artística de Duane Hilton del paso de un bólido brillante y su estela sobre el paisaje nevado canadiense.
Interpretación artística de Duane Hilton del paso de un bólido brillante y su estela sobre el paisaje nevado canadiense.

El pasado 18 de enero de 2000, los habitantes de Canadá occidental se sorprendieron al contemplar un bólido tan brillante como el sol rasgando el cielo de la mañana. Explotó con la potencia de 5-10 mil toneladas de TNT, y fue detectado por los satélites de defensa, por las estaciones de control sísmico y casi por cualquiera que estuviera al aire libre dentro de los 700-800 km del deslumbrante recorrido del meteoro.

“La gente ha descrito cómo surgió por encima de las montañas, pasó sobre sus cabezas, y cómo desapareció luego en el horizonte”, dice el Doctor Peter Brown, de la Universidad de Ontario occidental. “Fue muy duradero y muy raro. Creemos que este objeto tenía más o menos 7 metros de ancho y entre 200 y 250 toneladas métricas. ¡Ésas no son las medidas de un meteoroide común! Era básicamente un asteroide de clase C detonando en la atmósfera sobre el ártico”.|

Los primeros fragmentos del objeto fueron encontrados en enero por un residente de la zona cerca del punto en el que impactó el meteorito.

“Iba conduciendo su camioneta por un lago helado (el lago Tagish) cuando descubrió una roca negra en el manto nevado que cubría el hielo”, refirió Brown en una reciente presentación en el Marshall Space Flight Center (Centro de Vuelo Espacial Marshall), de la NASA. “Afortunadamente, habíamos estado de antemano en contacto con él (ya que vive cerca de la zona en la que esperábamos que cayera), y por eso sabía cómo tenía que recoger las muestras. Las depositó en bolsas limpias de plástico y las mantuvo congeladas. Nunca han sido tocadas por manos humanas. En unos 90 minutos recogió varias docenas de muestras”.

Esta secuencia de fotografías fue tomada por Ewald Lemke (Atlin Realty, Atlin, Columbia británica) el 18 de Enero de 2000. Muestra como se expande la estela de humo del meteoro del Yukon, en un periodo de 14 minutos. La primera toma muestra una estela de vapor rojo justo 1 minuto y 30 segundos después del primer destello.
Esta secuencia de fotografías fue tomada por Ewald Lemke (Atlin Realty, Atlin, Columbia británica) el 18 de Enero de 2000. Muestra como se expande la estela de humo del meteoro del Yukon, en un periodo de 14 minutos. La primera toma muestra una estela de vapor rojo justo 1 minuto y 30 segundos después del primer destello.

“Los fragmentos han sido identificados con seguridad como condritas carbonáceas”, continúa Brown. “Esto es muy importante. Las condritas carbonáceas son los meteoritos orgánicos más puros que se conocen. Los que encontramos justo después de la caída son incluso mejores que los de la Antártida, que han estado fuera de nuestro alcance durante mucho tiempo -algunas veces, 10.000 años o más. Ésta es la primera vez que un meteorito cae en una zona ártica fría y es recogido rápidamente”.

En abril de 2000, Brown y un equipo de científicos volvieron al lago helado para buscar más fragmentos que pudieran haber quedado al descubierto al derretirse la nieve con la llegada de la primavera.

“Estábamos sobre el lago el 20 de abril cuando encontramos un agujero en la nieve con un material oscuro en el fondo. Parecía excrementos de lobo, pero en realidad, ¡era una condrita carbonácea! Estuvimos días recogiendo muestras y conseguimos más de 400 fragmentos. La pieza más grande pesaba 200-300 gramos. La masa total recogida pesaba entre 5 y 10 kilogramos. La razón por la que pudimos recoger esas muestras es que estaban congeladas en el hielo. El agua convierte las condritas carbonáceas en una pasta. Si les añadimos agua, parecen una especie de fango orgánico negro”.
Meteorito: Roca proveniente del espacio que impacta contra el suelo debido a que no se ha desintegrado totalmente al entrar en la atmósfera (véase también meteoro y meteoroide.)

Asteriode de clase C: Esta denominación incluye a casi el 75% de los objetos que hay en el cinturón de asteroides. Son muy oscuros y tienen compuestos químicos similares a los del Sol, salvo hidrógeno y helio (véase también asteroides de clase S y de clase M).

Condrita carbonácea: Meteorito oscuro y frágil, rico en carbono, cuyo aspecto recuerda a una briqueta de carbón vegetal.


Según Brown, aunque el bólido cruzara el cielo como una llamarada intensa, los fragmentos encontrados aún estaban congelados cuando llegaron al suelo.

“Las capas exteriores estaban calientes (debido a la fricción con el aire), pero las condritas carbonáceas son muy porosas y no son buenas conductoras del calor”, explicó. El interior del objeto aún estaba congelado por el intenso frío del espacio cuando llegó al suelo.

Éstos son los únicos fragmentos de un meteorito recién caído que han sido recogidos y llevados al laboratorio sin que se descongelaran. Al mantenerlos continuamente congelados, se redujo la pérdida potencial de material orgánico y otros compuestos volátiles que pudieran contener los fragmentos.

Muestras de condritas carbonáceas. Izquierda: meteorito Allende, caído en México en 1969. Centro: sellado en una bolsa de nitrógeno, muestra del meteorito del Yukón que explotó sobre Canadá occidental a principios de este año. Derecha: muestra del meteorito Murchison, que cayó en Australia en 1969. (<A HREF= http://www.jsc.nasa.gov/pao/media/rel/2000/H00-41.html target=_blank>Más información</A> en el Johnson Space Flight Center (Centro de Vuelo Espacial Johnson), de la NASA)
Muestras de condritas carbonáceas. Izquierda: meteorito Allende, caído en México en 1969. Centro: sellado en una bolsa de nitrógeno, muestra del meteorito del Yukón que explotó sobre Canadá occidental a principios de este año. Derecha: muestra del meteorito Murchison, que cayó en Australia en 1969. (Más información en el Johnson Space Flight Center (Centro de Vuelo Espacial Johnson), de la NASA)

“Ésta es la primera condrita carbonácea encontrada justo después de su caída desde el meteorito de Murchison en 1969. También será la primera vez que podamos estudiar una de estas condritas con las técnicas modernas. Probablemente lo primero que se buscará son fulerenos y aminoácidos. Este meteorito era carbono en un 6%, por el peso. Otras condritas carbonáceas lo son sólo en un 2 %. Éste es muy rico en compuestos de carbono”.

Las condritas carbonáceas, que suponen sólo un 2% de los meteoritos conocidos que han caído a la tierra, son por lo común muy difíciles de recuperar, ya que se descomponen al entrar en la atmósfera terrestre y también por la erosión en el suelo.

“Escasean por lo frágiles que son”, continúa Brown. “Es necesario que el meteorito sea enorme, que pueda perder cientos de toneladas métricas al arder en la atmósfera y, aún así, depositar muchos kilogramos en el suelo”.

Los fragmentos -trozos de roca que se desmenuza con facilidad y con la superficie chamuscada y agujereada, parecen briquetas usadas de carbón vegetal. Son negros, porosos, bastante ligeros, con más o menos la misma densidad que una piedra pómez ligera.

Brown y sus colegas están tratando de calcular la órbita exacta del meteorito, para averiguar de dónde ha venido.



“Los datos que tenemos por el momento indican que el objeto ha seguido una órbita de baja inclinación procedente del cinturón de asteroides”, afirma Brown. “Su velocidad de entrada era de 15-16 km/s (si conseguimos determinar la velocidad con una precisión de unos pocos centenares de m/s, podremos decir de qué familia de asteroides proviene este objeto. De momento sabemos que tenía la órbita típica de un asteroide, aunque hay una remota posibilidad de que esté relacionado con los cometas de periodo corto”.

Brown hace notar que, aunque ha sido espectacular, el meteoro del Yukon no aporta mucho a la cantidad de material extraterrestre que cae a la tierra cada día.

“La Tierra es bombardeada diariamente por entre 80 y 100 toneladas métricas de polvo microscópico espacial (en forma de partículas de 10-5 gramos)”, afirma Brown. De modo que el meteorito del Yukon sólo supone el polvo espacial que cae en 2 ó 3 días”.

Nota del Editor: El Comité de Nomenclatura de la Sociedad Meteorítica ha dado oficialmente el nombre de Meteorito del Lago Tagish para todas las muestras caídas en el Yukon.



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