El Pasado Líquido de Ganimedes.
Por :Liberto Brun Compte
Los largos surcos de terreno plano y brillante en la superficie de la helada luna de Júpiter, Ganímedes, pueden ser testimonios de que existió agua o nieve fangosa hace unos mil millones de años, dicen los científicos planetarios.
Basado en una noticia de prensa del Centro de Investigaciones Ames de la NASA.
Los largos surcos de terreno plano y brillante en la superficie de la helada luna de Júpiter, Ganímedes, pueden ser testimonios de que existió agua o nieve fangosa hace unos mil millones de años, dicen los científicos planetarios. Los científicos de la NASA han combinado las imágenes estéreo visuales de las misiones de las sondas Galileo y Voyager para examinar los rasgos provocativos de esta luna.
Este terreno brillante, congelado desde hace mucho tiempo, se encuentra distribuido uniformemente en comederos de cerca de un kilómetro (poco más de media milla), más bajos que el terreno oscuro más antiguo y con cráteres de Ganímedes.
Ganímedes es la luna más grande en el sistema solar y mayor que el planeta Mercurio. Los papeles representados por el vulcanismo y los efectos tectónicos, han jugado un importante papel en el moldeo de su compleja topografía y han sido motivo de candentes debates a través de los años. Pero las recién creadas imágenes de alta resolución, aprovechando la calidad de las obtenidas por el Voyager, y las de Galileo, apuntan hacia el vulcanismo, como el principal ímpetu detrás de todas estas zanjas tipo comedero de animales.
“Esta es una nueva manera de información topográfica estéreo visual sobre cientos de kilómetros a través de Ganímedes,” dice el Dr. William B. McKinnon, profesor de ciencias terrestres y planetarias de la Universidad Washington en San Luis y coautor del estudio publicado en la revista Nature del 1º de Marzo del 2001. Sus coautores son el Dr. Jeffrey Moore del Centro de Investigación Ames de la NASA en Moffet Field, CA; el Dr. Paul Schenk del Instituto Lunar y Planetario de Houston, Tex., y el Dr. David Gwynn de la Universidad de California, Los Ángeles.
“Lo que creemos estar viendo es la evidencia de una erupción de agua en la superficie de Ganímedes,” dice McKinnon. “Vemos estos largos escurrimientos que se prolongan suavemente y hacia abajo por espacio de todo un kilómetro. Son realmente muy similares a las hendeduras de los valles en la Tierra y se ven re-pavimentados de algo verdaderamente liso. El material en las hendiduras es más parecido a lava terrestre en términos de su fluidez, que no a hielo glacial rígido.”
McKinnon dice que el material se encuentra apilado contra las márgenes de las paredes de estos comederos y da el aspecto de haber sido más fluido de lo que habría sido hielo sólido, aún si se tratase de hielo relativamente calentado. Estas características apoyan la idea de haber sido creados por vulcanismo.
Los investigadores utilizaron las imágenes estéreo visuales – un método donde los objetos tridimensionales son reproducidos combinando dos o más imágenes del mismo objeto tomadas en ángulos ligeramente diferentes – para reconstruir la topografía física del terreno en Ganímedes. Después, se generaron mapas de las imágenes estéreo visuales. McKinnon dice que las imágenes proporcionan nueva información fundamental acerca de lo que realmente sucedió miles de años atrás en el gran satélite de Júpiter, y dan luz al misterio acerca de la manera como Ganímedes regenera su material más oscuro y antiguo.
Se estima que un “comedero” de estos se extiende unos 900 kilómetros (cerca de 600 millas), la distancia aproximada entre San Luis y Nueva Orleáns. “Este largo comedero, probablemente tenga mil millones de años de antigüedad pero realmente es una de las más recientes características volcánicas,” dice McKinnon. “Es la última boqueada del proceso que formó el terreno luminoso.”
Según McKinnon, la explicación geológica para semejantes sendas largas en las llanuras, es que ocurrieron por la distensión y apertura de la corteza de Ganímedes. Entonces las sendas se inundaron con algún tipo de lava. Las imágenes de alta resolución obtenidas por la sonda Galileo muestran que el material que inundó estas sendas no es menos líquido que lo que sería simple fango,” dice McKinnon. “Pero no es hielo glacial, que tendría grandes morrenas y cantos grandes redondeados, como tiene un glaciar.”
Además, las imágenes revelan depresiones que se parecen a calderas volcánicas a lo largo de los bordes del terreno luminoso. En la Tierra, las calderas son grandes, más o menos circulares formadas generalmente por el derrumbamiento de los depósitos de lava subterráneos.
“La semejanza a la forma de caldera lo convierte en un caso circunstancial muy bueno para suponer que el vulcanismo fue el causante de esta topografía,” expresa McKinnon. “Pensamos que estos terrenos particularmente brillantes, fueron formados por vulcanismo, lo cual significa que la mayoría de los otros terrenos brillantes comenzaron de la misma manera y se fracturaron, o ranuraron a través del tiempo y de las fuerzas tectónicas.”
En vista de que parece existir evidencia tanto de agua líquida como de volcanes en Ganímedes, ¿Puede hallarse allí muy lejos, el descubrimiento de vida? Muchos científicos creen ahora que sólo se necesitan tres condiciones para que surja la vida: agua líquida, productos químicos orgánicos y energía de calor. Pero de acuerdo con Ron Greeley, profesor de la Universidad del Estado de Arizona y cabeza del grupo Europa Focus Group del Instituto de Astrobiología de la NASA, es más plausible que la vida pudiera existir en la luna Europa de Júpiter que en Ganímedes.
Como particularidad, Ganímedes sufre una menor tensión tipo marea que Europa. Con un menor arrastre gravitacional de Júpiter, Ganímedes probablemente tenga menos cantidad de energía calorífica.
“Cuando observamos los modelos geofísicos para la producción de calor en Europa,” dice Greeley, “potencialmente existe mayor cantidad de calor producido en Europa que en Ganímedes.”
Ganímedes así mismo, tiene una mucha menor evidencia de química biológica importante, que la que tiene Europa.
“Las sales de magnesio y otros materiales que son importantes para la exobiología se encuentran en mayor variedad y abundancia en Europa que en Ganímedes”, dice Greeley.
Nuestra comprensión de lunas como Europa y Ganímedes – y la posibilidad de encontrar vida ahí – ha mejorado ampliamente gracias a las sondas Galileo. Además de los descubrimientos más recientes sobre Ganímedes, la sonda Galileo ha proporcionado amplia información acerca de vulcanismo activo en la luna Io, y la posibilidad de un océano bajo la superficie de Europa. Más adelante en este año, se harán mejores acercamientos a las lunas Calisto e Io.