Cosmos 1 – Crónica de la misión
Por :Fernando Muñoz Sagasta
Se inicia la cuenta atrás para que Cosmos-1 sea lanzada y desplegue sus velas solares.
Lanzamiento de Cosmos 1. Dibujo: Michale Carrol, Sociedad Planetaria (c)
Preparativos finales
El 23 de mayo de 2005, Cosmos 1 fue enviada de Moscú a Severmorsk, cerca de la ciudad portuaria de Murmansk. Ahora, se está chequeando la astronave, se están instalando y cargando baterías y dispositivos pirotécnicos, y colocando en el sitio adecuado las unidades eléctricas que conectan a la astronave con el cohete. Después se colocará la astronave en el área de carga situada en la punta de el cohete Volna. Cerca de tres días antes del lanzamiento se cargará el cohete en el submarino Delta III. El buque dejará Severmorsk medio día antes de la hora del lanzamiento con rumbo al lugar designado.
¡El lanzamiento!
En el lanzamiento, el motor principal del primer módulo del cohete Volna arderá antes de apagarse y soltarse del cuerpo principal. Entonces, se encenderá el segundo módulo, combustionará y se soltará del tercer módulo, el cual, a su vez, se separará del compartimento de carga tras completar su ignición. Poco después de 6 minutos del lanzamiento desde el submarino, el cohete Volna de tres módulos habrá completado su papel en la misión.
En este punto el motor “kick”, llamado extraoficialmente “Motor TPS”, el cual está unido al compartimento de carga, empezará una ignición de entrada en órbita de 70 segundos. Una vez completada esta fase, el motor y la cubierta protectora que reviste el compartimento de carga serán abandonados, dejando a la astronave sola en órbita, girando a 22 revoluciones por minuto. El proceso cabal, desde el submarino a la entrada en órbita, durará menos de 20 minutos.
En órbita de la Tierra
El camino del lanzamiento llevará a la astronave desde el mar de Barents, por el norte de Rusia y Siberia, sobrepasando la península de Kamchatka. Cuando la astronave sobrepase el este de Kamchatka sobre el Océano Pacífico, entrará en un órbita casi circular de 825 kilómetros sobre la Tierra y se inclinará cerca de 78 grados. Pero la entrada en órbita es una fase muy crítica de cualquier misión, y los errores que se puedan cometer darían como resultado que la astronave entrase en una órbita diferente. Para estar seguros de que los controladores de la misión en la Tierra no perderán a Cosmos 1 es crítico establecer contacto con la astronave cuanto antes después de la entrada en órbita.
Dado que no hay estaciones de seguimiento en el Océano Pacífico, el equipo de Cosmos 1 construirá dos estaciones terrestres móviles para escuchar la señal de la astronave. Una de las estaciones se ubicará en Petropavlosk en la orilla oriental de la península Kamchatka. Desde allí, podrá recibir la señal de la astronave durante su ignición de entrada en órbita. La otra estación móvil se situará en la isla de Majuro, en las islas Marshall del Pacífico central. Majuro es el primer punto terrestre en el itinerario orbital de la astronave, la cual pasará sobre las isla 4 minutos después de su entrada en órbita. La estación de Majuro deberá ser capaz de seguir a la astronave durante cerca de 10 minutos. Una vez realizados estos contactos, el papel de las estaciones móviles en la misión habrá finalizado.
Cosmos 1 en vuelo
Durante los primeros 30-40 minutos de vuelo, la única fuente de alimentación de Cosmos 1 será sus baterías. La radio estará encendida desde la ignición de entrada en órbita durante el paso sobre Majuro, transmitiendo información sobre la situación de la astronave a las estaciones móviles terrestres. Luego será desactivada para ahorrar energía. El sistema de navegación del dispositivo de Posicionamiento Global también estará operativo de 15 a 20 minutos de vuelo, para ayudar en el seguimiento inicial.
A los treinta y siete minutos de vuelo orbital los paneles solares se desplegarán, y se orientarán hacia el Sol dentro de 15 minutos. Después, los paneles solares proporcionarán energía a la astronave durante el resto de la misión.
El siguiente paso consiste en que la astronave establezca contacto con las estaciones de seguimiento permanente que están desplegadas a lo largo de su itinerario orbital, las cuales son las cinco siguientes:
-Medvedzhie Ozera (Lago de los Osos), cerca de Moscú;
-Tarusa cerca de Moscú.
-Panska Ves en la República Checa;
-Berkeley, California;
-Estación de NOAA en Fairbanks, Alaska.
La primera estación en entrar en contacto será Panska Ves, sobre 1 hora y 14 minutos después de la entrada en órbita. Si todo va bien, la estación recibirá de Cosmos 1 no sólo sus coordenadas orbitales, sino también algunos datos de ingeniería. En las órbitas siguientes la astronave contactará frecuentemente con cada una de las estaciones, aunque no con todas ellas en cada órbita.
Durante estos primeros días se probarán todos los sistemas de la astronave. Las dos radios de abordo –una de banda S, otra de UHF –estarán activas y los reactores de control de altitud estarán encendidos para mantener estable a la astronave. También se probarán las cámaras de fotografía y un analizador de iones de plasma empezará a recoger datos que, posteriormente, serán evaluados una vez que se desplieguen las velas.
El control de la misión tendrá su base primaria en NPO Lavochkin en Moscú –un centro que llamamos Mission Operations Moscú (MOM). La Sociedad Planetaria será el sitio de otro centro operativo, Project Operations Pasadena (POP), el cual mantendrá plena capacidad comunicativa con MOM y coordinará el tratamiento de datos y la telemetría de las estaciones terrestres.
El despliegue de las velas
Pasados varios días de la misión, Cosmos 1 desplegará sus velas. La operación crítica tendrá lugar mientras la astronave se halla en el rango de las dos estaciones de seguimiento del área de Moscú, de modo que los datos del proceso puedan ser recibidos en tiempo real. Inicialmente un conjunto de cuatro velas latinas se desplegarán, y si todo va sin problemas será seguido a los pocos minutos por las restantes cuatro velas. También es posible que los controladores de la misión esperen a que la astronave pase otra vez sobre la región en una órbita posterior para desplegar el segundo conjunto de velas. A partir de este momento en Cosmos 1 habrá una verdadera vela solar.
Durante un momento después del despliegue las velas gigantes se mantendrán en un posición fija, dando a los controladores de la misión la posibilidad de obsevar detenidamente el comportamiento de la astronave. Sólo después de algunos días el equipo de Cosmos 1 empezará a cambiar los ángulos de las velas hacia el Sol, o perpendicularmente a él, dentro de un programa controlado de incremento de la energía orbital. Gradualmente, la continua presión del reflejo de la luz solar elevará a la nave espacial a una órbita más alta sobre la Tierra.
El vuelo de Cosmos 1 no será muy largo. Dentro de un mes las velas de plástico “mylar” empezarán a degradarse por la acción de la fuerte luz solar y los tubos que soportan las velas perderán presión. Es posible que en ese momento la astronave se eleve a una órbita lo bastante alta como para permanecer allí, siempre girando alrededor de la Tierra, aunque es más probable que la órbita decaiga lentamente, y Cosmos 1 termine sus días como un bólido en la atmósfera de la Tierra.