La SMART-1 sobre la pista de los comienzos de la Luna
Por :Jesús Canive
La instrumentación D-CIXS de la misión lunar SMART-1 ha realizado desde su órbita las primeras detecciones de calcio en la superficie de la Luna. De esta manera se da el primer paso para responder a una vieja pregunta: ¿Fue la Luna parte de la Tierra?

Observaciones lunares del sensor D-CIXS de la SMART-1
Los científicos responsables del instrumento D-CIXS en la SMART-1 también han comunicado la detección de aluminio, magnesio y silicio. “Disponemos de buenos mapas de hierro sobre la superficie lunar. Ahora podemos intentar realizar mapas de otros elementos”, afirma Manuel Grande de la Universidad de Gales, Aberystwyth, Reino Unido y Director de Investigación del D-CIXS.
Una coincidencia cósmica ha ayudado en la transformación de la información obtenida en órbita en datos reales de la superficie. El 9 de agosto de 1976 fue lanzada la nave espacial rusa Luna 24. El 9 de agosto alunizó en una región conocida como Mare Crisium, volviendo a la Tierra con una muestra del suelo lunar.
En enero de 2005, la SMART-1 se encontraba sobre Mare Crisium cuando se produjo una gran explosión en el Sol. Con frecuencia los científicos temen a estas tormentas porque producen grandes daños en las naves espaciales, pero para los científicos responsables de D-CIXS, era justo lo que necesitaban.
El instrumento D-CIXS depende de la emisión de rayos X desde el Sol que exciten los elementos en la superficie lunar, que a su vez emiten rayos X en unas longitudes de onda características. El D-CIXS recoge la huellas de estos rayos X y las interpreta como la abundancia de cada elemento en la superficie de la Luna. Grande y sus colegas han podido comparar los resultados del D-CIXS sobre Mare Crisium con los análisis de laboratorio de las muestras lunares rusas.
Han encontrado que el calcio detectado desde la órbita coincidía con el encontrado por la nave Luna 24 sobre la superficie de Mare Crisium. El vuelo de la SMART-1 permitió el barrido del D-CIXS sobre las tierras altas de regiones cercanas. El calcio también apareció aquí, esto fue una sorpresa hasta que los científicos se fijaron en los datos de otra misión rusa, la Luna 20. Esta nave también encontró calcio en los setenta. Esto afianzó la confianza de los científicos en los resultados del D-CIXS.

¿Tuvo la Luna un nacimiento violento?
Desde que los astronautas americanos trajeron muestras de rocas lunares durante el programa Apolo a finales de los sesenta y principios de los setenta, los científicos planetarios están sorprendidos por la similitud entre las rocas lunares y las rocas encontradas en una región conocida como manto, en las profundidades de la Tierra. Esto refuerza la teoría de que la Luna se formó de los escombros surgidos después de que la Tierra fuera golpeada por un planeta del tamaño de Marte.
Sin embargo, cuanto más atención prestan los científicos a los detalles de las rocas lunares, más discrepancias encuentran respecto a las rocas de la Tierra. Y lo que es más importante, los isótopos encontrados en las rocas lunares no coinciden con los encontrados en la Tierra.
“La escapatoria es que las rocas traídas por la misiones Apolo representan sólo áreas muy específicas de la superficie lunar y pueden no ser representativas de la superficie en su conjunto”, afirma Grande; de ahí la necesidad del D-CIXS y de sus datos.
Midiendo la abundancia de diversos elementos sobre la superficie lunar, los científicos pueden comparar mejor la contribución de material que realizaron la joven Tierra y el posible cuerpo impactante para condensar y formar la Luna. Los modelos actuales sugieren que el cuerpo impactante aportó más material que la Tierra. Los modelos de evolución de la Luna y de su estructura interior son necesarios para poder deducir la composición de todo el satélite en su conjunto, de las mediciones realizadas la superficie.
El D-CIXS es un pequeño aparato experimental del tamaño de una tostadora. La ESA está colaborando con la India para poner en vuelo una versión actualizada de la sonda lunar Chandrayaan, cuyo lanzamiento está programado para 2007-2008. Esta sonda realizará un mapa de la composición química de la superficie lunar, incluyendo los lugares de aterrizaje de donde se tomaron las muestras que se trajeron a la Tierra. De esta manera se podrá comprobar si los lugares de aterrizaje de las misiones Apolo y de las misiones rusas eran comunes o especiales.
“Partiendo de las observaciones de la SMART-1 sobre las zonas de aterrizajes anteriores, podemos comparar las observaciones en órbita con la realidad en la superficie y extendernos de una visión local a una visión general de la Luna”, declara Bernard Foing, Científico de Proyecto de la SMART-1
Nota
Los hallazgos aparecerán publicados en el la revista Planetary and Space Science, en un artículo titulado:
\'The D-CIXS X-ray spectrometer on the SMART-1 mission to the Moon – First Results\', by M.Grande et al.
Para más información
Manuel Grande, D-CIXS Principal Investigator, University of Wales, Aberystwyth, UK
Email: m.grande @ rl.ac.uk
Bernard Foing, ESA SMART-1 Project scientist
Email: bernard.foing @ esa.int