Récord de pérdida de ozono durante 2006 sobre el Polo Sur
Por :Manuel Hermán Capitán
Las medidas de ozono realizadas por el satélite Envisat de la ESA han revelado que la pérdida de 40 millones de toneladas de ozono el 2 de octubre de 2006 ha superado el récord de perdida de ozono de unas 39 millones de toneladas del año 2000.
La pérdida de ozono es obtenida midiendo el área y la profundidad del agujero de ozono. El tamaño del agujero este año es de 28 millones de kilómetros cuadrados, casi tan grande como el récord de extensión del agujero del año 2000, y la profundidad del agujero de ozono es de alrededor de 100 unidades Dobson, rivalizando con los valores más bajos de ozono en 1998. El récord de este año en pérdida de ozono se alcanzó debido a que estas dos medidas tuvieron lugar durante el mismo periodo de tiempo. (Una unidad Dobson es una unidad de medida que describe el grosor de la capa de ozono en una columna directamente por encima de la localización que se está midiendo).
Pérdida de ozono sobre el Polo Sur
'Esta significativa pérdida de ozono requiere unas temperaturas muy bajas en la estratosfera combinadas con luz solar. La extrema pérdida de ozono de este año puede explicarse por las temperaturas sobre la Antártica, que alcanzaron los registros más bajos en este área desde 1979', dijo el Ingeniero Atmosférico de la ESA Claus Zehner.
El ozono es una capa protectora que se encuentra a unos 25 kilómetros sobre nosotros mayormente en la capa de la estratosfera de la atmósfera que actúa como filtro de la luz solar protegiendo la vida terrestre de los perjudiciales rayos ultravioleta. A lo largo de la última década el nivel de ozono ha decrecido a un ritmo de un 0,3% al año a escala global, incrementando el riesgo de cáncer de piel, cataratas y daños a la vida marina.
El tamaño del agujero de ozono antártico
La disminución del ozono es causado por la presencia de contaminantes en la atmósfera, tales como la clorina, que provienen de los contaminantes de fabricación humana como clorofluorocarbonos (CFCs), los cuales aún no se han desvanecido del aire a pesar de ser prohibidos por el Protocolo de Montreal (1987).
Durante el invierno del hemisferio sur, la masa atmosférica sobre el continente Antártico se mantiene aislada de intercambios con aires de latitudes medias con vientos predominantes conocidos como vórtice polar. Esto conduce a temperaturas muy bajas, y en el frío y continua oscuridad de esta estación, las nubes polares estratosféricas formadas contienen clorina.
Con la llegada de la primavera polar, la combinación del retorno de la luz solar y la presencia de nubes polares en la estratosfera lleva a la separación de los compuestos de clorina en radicales altamente reactivos con el ozono que transforman el ozono en moléculas individuales de oxígeno. Una única molécula de clorina tiene potencial para romper miles de moléculas de ozono.
La profundidad del agujero de ozono antártico
El agujero de ozono, detectado por primera vez en 1985, persiste habitualmente hasta Noviembre o Diciembre, cuando los vientos que rodean el Polo Sur (vórtice polar) se hacen más débiles, y el aire pobre en ozono del interior del vórtice se mezcla con el aire rico en ozono del exterior.
El Envisat, el satélite de observación de la Tierra de mayor tamaño jamás construido, puede localizar bajadas en la cantidad de ozono y rastrear sus cambios, permitiendo la estimación rápida de radiación UV así como proporcionar pronósticos. Los tres instrumentos atmosféricos a bordo del Envisat son el Espectrómetro de Absorción de Imagen y Escaneo para Cartografía Atmosférica (SCIAMACHY), el Sensor de Monitorización de Ozono Global por Ocultación de Estrellas (GOMOS) y el Interferómetro Michelson para el Sondeo Atmosférico Pasivo (MIPAS).

Impresión artística del Envisat
En el marco de trabajo de GMES (Monitorización Global del Medio Ambiente y Seguridad), ESA ha apostado por un proyecto llamado TEMIS (Servicio de Internet para la Monitorización de la Emisión Troposférica) que proporciona el ozono operativo y monitoriza la radiación UV basándose en los datos de SCIAMACHY y GOME-1. Los datos de monitorización del ozono proporcionados por estos instrumentos abarcan un periodo de tiempo de 11 años, los cuales se extenderám gracias a la próxima serie de satélites MetOp.
El primer satélite MetOp de la serie de tres está programado para su lanzamiento en 2006 y ayudará a los investigadores climáticos en la monitorización de los niveles de ozono y otros parámetros atmosféricos. MetOp – el primer satélite de órbita polar de Europa y misión dedicada a la meteorología operacional – incluirá un instrumento de próxima generación para la monitorización del ozono llamado GOME-2, con el que se pretende garantizar la continuidad de las buenas observaciones de este vital factor medio ambiental en las siguientes décadas.
'Las medidas a largo plazo de los niveles de ozono son de una importancia clave para ser capaces de monitorizar la predicha recuperación del ozono, lo cual se estima actualmente que tenga lugar alrededor del año 2060', dijo Zehner.