Las traidoras células T

Por el 13 de septiembre de 2006 | 12:00 am

Las traidoras células T

#1#Resumen (2 de septiembre de 2006): Durante las misiones Apolo a la Luna, 15 de los 29 astronautas desarrollaron infecciones. Experimentos posteriores a bordo del Skylab y varias misiones de la lanzadera espacial han confirmado que las células T no se activan apropiadamente en microgravedad. Un experimento nuevo que se va a enviar a la Estación Espacial Internacional ayudará a los científicos a averiguar porqué el sistema inmunológico humano no funciona bien en el espacio.

#2# Basado en una entrega de UCSF Un antiguo astronauta e investigador del Centro Médico VA San Francisco (SFVAMC), viajará al Cosmódromo de Baikonur en Kazajstán el 2 de septiembre de 2006 para preparar un experimento crucial diseñado para demostrar cómo la respuesta inmune humana queda suspendida en el ambiente sin gravedad del espacio.

#3# La Dra. Millie Hughes-Fulford, Directora del Laboratorio de Crecimiento Celular en SFVAMC, Consejera Científica de la Subsecretaría del Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos y especialista de carga a bordo de la lanzadera espacial en el vuelo STS-40 en 1991, enviará células T humanas a la Estación Espacial Internacional (ISS) a bordo de la Soyuz 13.

Esta misión científica dirigida por la Agencia Espacial Europea está programada para ser lanzada desde Baikonur entre el 14 y el 18 de septiembre de 2006. “Realizamos este experimento porque muchos astronautas están inmunodeprimidos durante el vuelo. Sus células T dejan de trabajar en microgravedad”, afirma Hughen-Fulford, quien es también profesora adjunta de medicina en la Universidad de California, San Francisco (UCSF). “Este experimento nos dirá exactamente y por primera vez, qué genes implicados en la respuesta inmune normal no se activan en el espacio”.

Las células T son glóbulos blancos que juegan un papel central en la respuesta inmune del organismo. Son el objetivo del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que las suprime. Cuando el recuento de células T de un enfermo afectado por el VIH cae por debajo de 200, se hace susceptible de contagiarse con infecciones peligrosas que son síntomas del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). El problema de la inmunodepresión en microgravedad se apreció por primera vez durante la serie de misiones Apolo a la Luna en los años sesenta y setenta, cuando 15 de los 29 astronautas desarrollaron infecciones durante la misión o durante los siguientes días inmediatos a la misma. Experimentos posteriores a bordo del Skylab y varias misiones de la lanzadera espacial, confirmaron que las células T no se activan apropiadamente en microgravedad.

“En este experimento buscamos la razón por la que no funcionan”, declara Hughes-Fulford. “Normalmente, para que las células T se activen, se tienen que expresar determinados genes en un determinado orden al que se denomina ruta señalizada. A bordo de la ISS esperamos encontrar qué genes no se expresan en microgravedad”. El experimento será transportado a la ISS dentro de un incubador especialmente diseñado llamado “Kubik” que ha sido diseñado para encajar de forma precisa bajo el asiento del cosmonauta en la nave Soyuz. Kubik contiene un compartimiento de experimentos sin gravedad así como una centrifugadora que puede acelerar las células en un rango que va desde 0,2 hasta 2 veces la gravedad terrestre.

A bordo de la estación espacial, el astronauta-científico de la Agencia Espacial Europea Thomas Reiter activará simultáneamente células T en el compartimiento sin peso y en la centrifugadora durante cuatro horas. “Activando las células estará simulando la activación que ocurre normalmente en respuesta a una infección”, explica Hughes-Fulford. “Pondrá en marcha todo el proceso en cascada que normalmente activaría las células T”. Excepto algunos genes que sabemos no se activarán debido al ambiente privado de gravedad”.

T cells

 

#4# Al final del experimento, las células T serán embaladas y enviadas de vuelta a la Tierra a bordo de la nave Soyuz. Hughes-Fulford en su laboratorio VA en San Francisco analizará los resultados. “Esperamos que las células T de la centrifugadora (bajo gravedad artificial) se activaran normalmente, y que las células T en microgravedad no se activarán” pronostica la Dr. Hughes-Fulford. “Entonces compararemos parte a parte para descubrir, por primera vez, qué genes no se activaron en microgravedad”.

La Dra. Hughes-Fulford colocó una versión anterior del mismo experimento a bordo de la lanzadera espacial Columbia en la misión STS-107. Al finalizar dicha misión, el 1 de febrero de 2003, el Columbia se desintegró en su reentrada en la atmósfera terrestre, causando la muerte de sus 7 tripulantes y destruyendo todos los experimentos a bordo. “No podemos ir a Marte o incluso a la Luna por un periodo largo, sin saber porqué no funcionan la células T”, afirma Hughes-Fulford.

“Cuando lo descubramos, podremos empezar a buscar posibles tratamientos”. Acompañarán a Hughes-Fulford en su viaje a Baikonur, Tammy Chan, doctor en medicina, doctor en ciencias y miembro del equipo de investigación quirúrgica en la UCSF, en el Laboratorio de Hughes-Fulford en el SFVAMC, y Chai-Fei Li, diplomado en ciencias e investigador asociado en el Instituto de Investigación y Educación del Norte de California (NCIRE). Isabella Walter, Doctora en Ciencias y científica de investigación en la Agencia Espacial Europea, es la investigadora de la ESA para este experimento.

http://www.astrobio.net/pressrelease/2071/traitorous-t-cells

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