Enviado por : Heber Rizzo 2024-06-13 17:59:00 Descubren un exo-planeta pequeño y rocoso, casi un primo de la Tierra
En órbita alrededor de la estrella Gliese 876, es el planeta extrasolar más parecido a la Tierra detectado hasta la fecha, y el primero en mostrar características similares a las de nuestro planeta. Arlington, Virginia, EE.UU., Junio 13, 2005.- En un paso importantísimo para la búsqueda de planetas tipo-Tierra más allá de nuestro sistema solar, un equipo de astrónomos ha anunciado el descubrimiento del planeta extrasolar más pequeño detectado hasta la fecha. Unas 7,5 veces más masivo que nuestro planeta, y aproximadamente el doble de su radio, podría ser el primer planeta rocoso jamás encontrado en órbita alrededor de una estrella no muy diferente a nuestro Sol.
Todos los otros aproximadamente 150 planetas descubiertos hasta la fecha alrededor de estrellas normales han resultado ser más grandes que Urano, el planeta gigante de nuestro propio sistema que es unas 15 veces más masivo que la Tierra. La nueva súper-Tierra orbita alrededor de Gliese 876, una estrella enana roja tipo M (el tipo más común en nuestra galaxia), con una masa de más o menos un tercio de la del Sol, localizada a unos 15 años luz de nosotros, en la dirección de la constelación de Acuario. La estrella posee al menos otros dos planetas más grandes, tipo Júpiter, y es la más pequeña en la que se han detectado otros planetas. El más lejano, Gliese 876b, fue descubierto en 1998. Gira alrededor de su estrella una vez cada 61 días y tiene unas dos veces la masa de Júpiter (unas 600 masas-Tierra). El planeta del medio, Gliese 876c, fue descubierto en 2001. Orbita Gliese 876 una vez cada 30 días y tiene aproximadamente la mitad de la masa de Júpiter (unas 150 veces la masa de nuestro planeta). El nuevo planeta, que según las mediciones del equipo tiene un diámetro mínimo de 5,9 masas terrestres y un máximo de 9, muestra un período orbital de 1,94 días y se encuentra a unas 0,021 unidades astronómicas (unos 3 millones de kilómetros) de su estrella. Está tan cerca de ella, que la temperatura de su lado diurno alcanza probablemente entre 200 a 400 grados centígrados, demasiado caliente para la vida tal como la conocemos. “Es el planeta extrasolar más pequeño que haya sido detectado, y el primero de una nueva clase de planetas rocosos terrestres”, dijo el miembro del equipo Paul Butler. “Es como un primo más grande de la Tierra”. A pesar del su pequeño tamaño, la capacidad detectar el diminuto bamboleo que el planeta induce sobre la estrella da a los astrónomos la confianza de que serán capaces de detectar planetas rocosos aún más pequeños en órbitas más hospitalarias para la vida. Aunque los científicos no tienen pruebas directas de la condición rocosa del planeta, creen que su baja masa impide que retenga gas, como Júpiter. Otros tres planetas supuestamente rocosos han sido reportados fuera de nuestro sistema solar, pero giran alrededor de un pulsar, el centelleante cadáver de una estrella que explotó. El equipo está compuesto por Geoffrey Marcy, profesor de astronomía de la Universidad de California, Berkeley, y líder del grupo; Steven Vogt, profesor de astronomía y astrofísica de la Universidad de California, Santa Cruz; Paul Butler, del Instituto Carnegie de Washington; Jack Lissauer del Centro Ames de Investigación de la NASA; y el investigador post-doctoral Eugenio J. Rivera del Obervatorio Lick - Observatorios de la Universidad de California en Santa Cruz. El descubrimiento fue completamente fortuito. Según Lissauer, “teníamos un modelo de dos planetas interactuando uno con el otro, pero cuando observamos la diferencia entre el modelo y los datos reales, encontramos una seña que podía ser interpretada como un tercer planeta”. Un modelo tri-planetario se correspondía mejor con los datos, agregó Rivera. “Pero como la señal de este tercer planeta no era muy fuerte, decidimos ser muy cautos sobre el anuncio, hasta que tuviéramos más información”, dijo.
Unas recientes mejoras en el espectrómetro de alta resolución (HIRES) del Telescopio Keck proporcionó los nuevos datos cruciales. Vogt, quien diseñó y construyó a HIRES, trabajó durante el pasado mes de agosto con la plantilla técnica de los laboratorios del Observatorio Lick para mejor los detectores del espectrómetro. “Es la alta precisión de los datos de HIRES la que nos da confianza en este resultado”, dijo Butler. Combinados con programas mejorados de computación, los nuevos detectores de HIRES pueden ahora medir la velocidad Doppler de una estrella con una precisión de un metro por segundo (la velocidad de marcha del paso humano), en lugar de la anterior de tres metros por segundo. Esta sensibilidad mejorada permitirá a los cazadores de planetas a detectar el efecto gravitatorio de un planeta como la Tierra dentro de la zona habitable de estrellas enanas tipo M como Gliese 876. El equipo planea continuar observando Gliese 876, pero está ansioso de encontrar otros planetas terrestres entre las más de 150 enanas tipo M que estudia regularmente con el Telescopio Keck. “Hasta ahora, casi no hemos encontrado planetas tipo Júpiter entre las estrellas enanas rojas tipo M que observamos, lo que sugiere que, en su lugar, habrá una gran población de planetas de menor masa”, hizo notar Butler. “Este planeta responde una antigua pregunta”, dijo Marcy. “Hace más de 2 000 años, los filósofos griegos Aristóteles y Epicuro arguyeron sobre la existencia de otros mundos parecidos a la Tierra. Ahora, por primera vez, hemos hallado evidencia de un planeta rocoso alrededor de una estrella normal”. El trabajo del equipo, realizado en el Observatorio Keck en Hawai, fue también apoyado por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), la Universidad de California y el Instituto Carnegie de Washington. por Heber Rizzo Baladán ![]() Enlace con el artículo original en inglés | |||
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