Por segunda vez en la historia, los astrónomos han conseguido captar el paso de la misteriosa luna de Plutón, Caronte, por delante de una estrella, lo que permitirá determinar su forma y la posible existencia de atmósfera.
Agradecimientos: Covadonga Escandón.
Imagen de Caronte. Los expertos tratan de determinar cuán redonda es la luna de Plutón. Crédito: MIT. |
Cuatro telescopios distribuidos a lo largo de Sudamérica estuvieron pendientes del raro acontecimiento que tuvo lugar la noche del 10 al 11 de julio. La ocultación de una estrella por Caronte permitirá investigar la atmósfera del satélite, si es que posee una.
“Hemos estado esperando esta oportunidad durante muchos años”, afirmó James Elliot, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos.
Además de evaluar si Caronte posee o no atmósfera, el equipo espera obtener un nuevo valor más preciso del radio del satélite y determinar cuán redondo es.
En el lugar adecuado, en el momento preciso.
El profesor Jay Pasachoff, del Williams College de Massachusetts, dijo: “Es asombroso que la gente de nuestro grupo pueda estar en el lugar adecuado y en el momento preciso para alinearse con un minúsculo cuerpo situado a 6 500 millones de kilómetros de distancia. Es toda una recompensa para la gran cantidad de personas que ha trabajado tan duramente preparando los equipos para realizar las observaciones”.
El jefe del equipo del MIT, James Elliot, encabezó el grupo situado en el Telescopio Clay, del Observatorio Las Campanas, en Chile. Usando un espejo de 6,5 metros, los investigadores pudieron seguir cualquier mínimo cambio ocurrido durante el evento, que duró menos de un minuto.
A partir de las variaciones de luminosidad y la atenuación de la luz, el consorcio MIT-Williams buscará indicios de una atmósfera en Caronte.
Caronte posee una masa muy pequeña, por lo que su gravedad es demasiado débil para retener una atmósfera, pero es tan frío (está unas 40 veces más lejos del Sol que la Tierra, es decir, a unos 6 500 millones de kilómetros de distancia), que algunos gases podrían ser retenidos por la pequeña atracción de la gravedad de Caronte.
Los otros telescopios usados por el grupo MIT-Williams desde Chile fueron el Géminis Sur, en Cerro Pachón, de 8 metros, el Telescopio DuPont, también en el Observatorio Las Campanas, de 2,5 metros, y el telescopio de 0,8 metros del Observatorio Cerro Armazones de la Universidad Católica del Norte de Chile, cerca del Cerro Paranal.
Alineamiento perfecto.
El equipo buscó un grupo de telescopios distribuidos según una línea norte-sur a lo largo de Chile, pues las predicciones sobre la sombra de Caronte eran inciertas en varios cientos de kilómetros.
Otra imagen de Caronte. Todavía habrá que esperar para saber si posee atmósfera o no. Crédito: MIT. |
Dada la enorme distancia a la que se encuentra la estrella ocultada, la sombra que proyecta de Caronte tiene exactamente el mismo tamaño que el propio satélite, unos 1 200 kilómetros de diámetro. Para observar el fenómeno, la estrella, Caronte y los telescopios debían estar perfectamente alineados.
Las imágenes obtenidas por los cuatro telescopios chilenos, más otro en Brasil, fueron captadas usando nuevas cámaras electrónicas y equipos de control por ordenador.
Todavía se está llevando a cabo el análisis de los datos, por lo que es demasiado pronto para afirmar si Caronte tiene o no una atmósfera.
Los resultados de las recientes observaciones serán presentados en la próxima reunión de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana, que se celebrará en Cambridge, Reino Unido, en septiembre.
David Whitehouse
Editor científico
BBC News
27 de julio de 2005