Enviado por : Heber Rizzo 2024-08-04 02:38:00 Un ecosistema debajo del hielo antártico
En medio de la oscuridad y el frío del fondo marino bajo las plataformas heladas de la Antártida, la vida también encuentra medios para subsistir y prosperar.
Los investigadores descubrieron este hábitat sin luz solar luego de un reciente estudio submarino por video que examinó una profunda garganta glaciar en el noroccidental Mar de Weddell, después del súbito colapso de la Plataforma Larsen B en 2002. “Definitivamente, es lo más grande en que he estado involucrado en la Antártida”, declaró Eugene Domack, un profesor del Colegio de Hamilton de Nueva York y autor principal del informe que detallaba el ecosistema. El artículo fue publicado en el número del 19 de julio de 2005 en Eos, un semanario de la Unión Geofísica Americana. “Ver estos organismos en el fondo del océano es como levantar la alfombra de la sala y encontrar algo que nunca se supuso que estaba allí”, agregó. Domack sugiere la fuerte posibilidad de que se descubran nuevas especies de vida marina en los análisis que se realizan en el área a medida que los expertos en ecosistemas toman muestras del lugar. La expedición internacional estuvo allí en un crucero del Programa Antártico de los EE.UU. para estudiar el registro sedimentario del área ocupada por la anterior plataforma de hielo. La tripulación registró un vide del fondo marino al final de su misión, y recién después descubrió una próspera comunidad de almejas, volcanes del barro, y una fina capa de esteras bacteriales. Este descubrimiento podría proporcionar a los investigadores evidencia que mejorara el conocimiento de la dinámica dentro del inhóspito ambiente debajo del hielo, el que cubre más de un millón y medio de kilómetros cuadrados de fondo marino. El ecosistema, conocido como una comunidad de “filtraciones frías” o de “conductos fríos” se alimenta por la energía química del interior de la Tierra, a diferencia de los ecosistemas que están impulsados por la fotosíntesis o por las emisiones calientes de la corteza planetaria. Domack y sus co-autores proponen que el metano de los conductos submarinos profundos proporciona posiblemente la fuente de energía capaz de sostener la vida química en la profundidad observada de 850 metros. Estas regiones extremas de conductos fríos habían sido halladas previamente cerca de Monterrey, California (donde se descubrió el fenómeno en 1984), en el Golfo de México, y en las profundidades del Mar del Japón (Mar del Este). El reciente informe, sin embargo, presenta el primer hallazgo de este tipo en la Antártida, donde las temperaturas del agua cercanas al punto de congelación y el casi completamente desconocido territorio ofrecerán probablemente una base para que los investigadores sondeen las porciones del suelo oceánico que han permanecido sin cambios por casi 10 000 años. Los científicos sospechan por ejemplo, que las propias plataformas de hielo han jugado un papel clave al permitir que el hábitat químico prosperara en el fondo marino, el que quizás de otro modo nunca podría haberse establecido por sí mismo. Sin embargo, Domack hizo notar que la fractura de la Plataforma Larsen B ha abierto el prístino ecosistema con base química a las perturbaciones y desechos que ya han comenzado a enterrar a las delicadas esteras y a los moluscos establecidos en el medio submarino. Agregó que podría haber cierta urgencia en la investigación de esta poco común ecología del fondo marino debajo de la Plataforma Larsen a causa de la probabilidad de un aumento en la deposición de sedimentos. Además, sugiere que el recientemente descubierto sistema puede ofrecer incentivos para el lanzamiento de estudios en otros remotos ambientes submarinos en los polos y en otros lugares glaciales tales como el Lago Vostok, también en la Antártida, a los efectos de explorar aún más la poco conocida conexión donde se encuentran las capas de hielo, el suelo marino y el agua en circulación. Los investigadores indican que el conocimiento obtenido por los estudios sub-siguientes podrían favorecer el examen del agua subterránea aquí en la Tierra o del hipotético océano que se encontraría debajo de la luna Europa de Júpiter. La investigación fue financiada por becas de la Fundación Nacional de Ciencias para el Colegio Hamilton, la Universidad de Colgate y la Universidad de Illinois del Sur. Páginas web relacionadas -- Prístinos lagos polares -- Las Distintas Partes del Lago Vostok -- El permafrost ártico podría poseer claves sobre la vida en otros planetas -- Un lago antártico que podría burbujear como soda Heber Rizzo Baladán Web Site: Spacereference.com Artículo: “Discovering an Ecosystem Beneath a Collapsed Antarctic Ice Shelf” Fecha: Julio 23, 2005 | ||||
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