Enviado por : Liberto Brun Compte 2024-08-27 01:13:00 Se confirma: el núcleo de la Tierra gira más rápido que la superficie.
El globo gigante de hierro y níquel que ancla el centro de la Tierra está girando más rápido que la superficie del planeta, según un nuevo estudio que confirma las expectativas de los científicos. ![]() El hallazgo se basa en análisis de pares de terremotos que suceden en casi los mismos puntos de la Tierra pero en épocas diferentes. En los instrumentos de registros sísmicos, las firmas de los terremotos de dobletes de formas de onda, como se les llama, se ven casi idénticos. Cuando ocurren los terremotos, sus ondas sísmicas pueden viajar a través del planeta y la superficie a todo alrededor del globo terráqueo. Los investigadores analizaron 18 juegos de dobletes de formas de onda – algunas separadas en tiempo por hasta 35 años – de terremotos que ocurrieron en las afueras de la costa de América del Sur pero que fueron registrados en las estaciones sísmicas cercanas a Alaska. El núcleo de la Tierra está formado de una parte interior sólida y una parte externa fluida, la mayor parte de ella de hierro. El núcleo sólido interior tiene una consistencia irregular, con algunas partes más denso que otras, y esto puede ya sea acelerar o aminorar las ondas de choque de los terremotos a medida que pasan a través del núcleo. De manera que los investigadores han especulado de que si el núcleo interior de la Tierra está girando más rápido que el resto del planeta, entonces las ondas de choque de los dobletes de formas de onda, deben entran y salir por partes distintas del núcleo a pesar de originarse en casi el mismo punto de la superficie del planeta. Por medio del análisis en los cambios mínimos en tiempos de viaje y formas de onda para cada doblete, los investigadores llegaron a la conclusión de que el núcleo interior de la Tierra está girando más rápido que su superficie en unos 0.3-0.5 grados por año. Esto puede no parecernos mucho, pero es muy rápido comparado con el movimiento de la corteza terrestre de la Tierra, la cual generalmente se desliza unos pocos centímetros al año en comparación con el manto inferior, dijo Xiaodong Song, un geólogo en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y uno de los autores del estudio. El movimiento de la superficie se denomina movimiento tectónico. Involucra el cambio de alrededor de una docena de las placas mayores y es lo que causa la mayoría de los terremotos. "Estamos hablando de alrededor de 50 000 veces del movimiento de las placas tectónicas”, le dijo a LiveScience, Song. El radio de la Tierra es de aproximadamente 6 400 kilómetros. Las capas principales de su interior en orden descendente son: una corteza exterior, un manto altamente viscoso, un núcleo exterior menos viscoso y un núcleo interior sólido formado mayormente de hierro y níquel. El espesor de la corteza mide aproximadamente unos 30 kilómetros por debajo de los continentes, pero solo es de unos 5 kilómetros por debajo de los océanos. Es ligero y quebradizo y puede romperse. De hecho se parte en más de una docena de placas y varias de menor orden. Es en donde se originan la mayor parte de los terremotos. El manto es más flexible – fluye en vez de fracturarse. Se extiende hasta unos 2 900 kilómetros hacia abajo de la superficie. El núcleo consiste de una parte sólida interior y una fluida exterior. La parte fluida contiene hierro, el cual, a medida que se mueve, genera el campo magnético de la Tierra. La corteza y el manto superior forman la litosfera, la cual está formada de varias placas que flotan encima del manto caliente fundido inferior. El magma circulante del núcleo exterior fundido, genera un débil campo magnético, el cual, sospechan los investigadores, que puede estar filtrándose hacia el núcleo interior y generando una corriente eléctrica. La fuerza de rotación generada por esta interacción magnética puede ser lo que genera la rotación del núcleo interior. Song dijo que la diferencia en la rotación del núcleo interior podría a su vez afectar la rotación de la Tierra y tener implicaciones para los satélites, los cohetes y las naves espaciales. El estudio está detallado en la edición de Agosto 26 de la revista Science. ![]() |
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