Enviado por : Fernando Muñoz Sagasta 2005-12-20 14:12:00 Ratones con neuronas humanas
Investigadores de California han creado ratones con células raíz embrionarias humanas en sus cerebros. Brian Handwerk Para National Geographic News 14 de diciembre de 2005 ![]() El experto en genética Fred Gage inyectó células de embriones humanos en embriones de ratón mientras se desarrollaban en el útero. Cuando los ratones alcanzaron la madurez, algunas células raíz embrionarias sobrevivieron y pasaron a ser componentes funcionales de los sistemas cerebral y nervioso del ratón. Menos de una décima parte del uno por ciento de las células cerebrales de los ratones del ensayo son humanas. “Cuando dos meses después analizamos estas células, encontramos que tenían la forma, estructura y características de las células del ratón,” dijo Gage, codirector del laboratorio de genética del Instituto de Estudios Biológicos de Salt en San Diego. “Es realmente asombroso que estas células raíz humanas, aunque muy inmaduras, puedan todavía…responder a diferentes claves de su entorno e interactuar bien con sus vecinas de ratón.” “Esto ilustra que la inyección de células raíz humanas en cerebros de ratón no produce una reestructuración del cerebro,” añadió Gage. El estudio fue publicado en la edición de ayer de la revista Avances de la Academia Nacional de Ciencias. ¿Promesa médica o peligro ético? Algunos científicos esperan que las células raíz, que pueden producir muchas clases diferentes de células humanas, puedan algún día utilizarse para reemplazar neuronas perdidas o dañadas en personas con enfermedades nerviosas degenerativas. “Esta investigación es relevante porque sugiere que será posible crear “modelos” de tejido cerebral humano en ratones, haciendo posible que los científicos ensayen tanto intervenciones con células raíz como otras potenciales curas en células cerebrales humanas sin tener que utilizar seres humanos en el proceso,” dijo Glenn McGee, director del Instituto de Biotética Alden March del Colegio Médico de Albany en el estado de Nueva York. En síntesis, se trata de un nuevo método de probar potenciales remedios para enfermedades humanas, sin dañar a personas en el proceso de experimentación. Pero las investigaciones de hibridación de especies, como ésta, producen alarma entre algunos bioéticos, los cuales temen una resbaladiza pendiente hacia el abuso de híbridos humano-animal. Son particularmente preocupantes los experimentos que incluyen esperma, óvulos o células reproductivas humanas en huéspedes animales. El año pasado, Canadá aprobó la Ley de reproducción humana asistida para regular esta clase de investigaciones. “La legislación prohíbe la creación de una quimera, entendida ésta como un embrión humano en el cual se han introducido células de vida no humana,” dijo Francine Manseau, de la Oficina de Implementación de Reproducción Humana Asistida del Canadá. (La quimera es una criatura de la mitología griega con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente). “También se prohíben embriones humanos que consten de células de más de un embrión, feto o seres humanos.” La Academia Nacional de Ciencias de USA publicó una serie de directrices de investigación voluntaria en abril. En ellas se rechaza el cruce entre huevos o esperma de seres humanos con animales. La Academia también propuso límites al grado de “humanización” que se debe permitir. Pero los expertos discrepan sobre el lugar en que estarían trazadas las fronteras. Se manipulan muchas plantas y animales con la finalidad de que manifiesten información genética humana. Actualmente las bacterias producen insulina para los diabéticos. La oveja Polly, sucesora de la famosa clónica Dolly, produce, de forma similar, un coagulante. “La diferencia con las células de cerebros humanos en ratones es que los científicos, en lugar de manipular trocitos de ADN, están trabajando con células enteras,” dijo el bioético McGee. Y agregó: “Unos pocos miles de células cerebrales humanas no producirán un plaga de Mickey Mouse”. “Las críticas a esta investigación tendrían que hacernos creer que el cultivo de nuestras células en otras criaturas es repulsivo e inhumano. Ya se cultivan orejas humanas en ratones, y éstos se utilizan en muchos experimentos para desarrollar colonias de otras células humanas,” dijo McGee. “La clave para prevenir algunas clases de inéditos problemas de ética es estar vigilantes para tener la certeza de que los ratones siguen siendo -conductualmente- ratones”. Fuente noticia National Geographic Traducido por Fernando Muñoz Sagasta para ![]() |
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