Enviado por : Michael Artime
2025-01-29 10:20:00


Recogen meteorito de 30 kilos caído del cielo cerca de Madrid

Madrid - Un meteorito de unos treinta kilogramos de peso fue recogido ayer en el campo por un vecino de la localidad española de Torrejón de Ardoz, al noreste de Madrid, quien se niega a entregarlo a las autoridades porque asegura que "lo que cae del cielo sólo es de Dios".

El hombre, José Cuadrado, aseguró a EFE que tiene en su poder el objeto, que el jueves por la noche fue avistado en el cielo, sobre las 22.00 horas (20.00 GMT) por varias personas desde distintos puntos de Madrid.

Se trata de una especie de roca, parecida al granito, de forma rectangular y con las aristas redondeadas, de 32 centímetros de largo y 15 centímetros de ancho y con un peso que ronda los treinta kilos, según la descripción que hizo Cuadrado.

Este hombre localizó el objeto poco antes de que amaneciera tras buscarla toda la noche después de que una persona que tiene animales en su finca le avisara de que lo había visto caer en la zona.

"Cuando lo encontré aún echaba humo, había originado un pequeño cráter y no estaba totalmente carbonizado", explicó.

Cuadrado, protegido por unos guantes, utilizó unos tablones para recoger la pieza, que aún estaba caliente, y se la llevó a casa.

"Aún no sé qué es lo que dice la legislación sobre este tema, pero no tengo la intención de entregarlo a las autoridades. Lo que cae del cielo sólo es de Dios", consideró.

Tras señalar que "lo mismo no he sido lo suficientemente prudente" que requiere el caso, anunció que tiene la intención de convocar una conferencia de prensa el próximo martes, porque hasta entonces estará de viaje, para hacer público el hallazgo.

"Si lo quiere el Estado tendrá que pagarme una deuda que tiene pendiente conmigo. Si no es así, antes prefiero ir a la Embajada de Estados Unidos y entregárselo a los americanos", sentenció.

Martínez Frías, responsable del Laboratorio de Certificación e Identificación de Meteoritos del Centro español de Astrobiología (CAB), explicó hoy a EFE que podría ser tanto un meteoroide, que no se convertiría en meteoro en tanto no se encuentre la roca, o un fragmento de chatarra.

El servicio de Emergencias recibió dos llamadas telefónicas de conductores que circulaban por carreteras de la periferia de la capital, que aseguraban haber visto una bola de fuego en el cielo. Un vecino de Torrejón también llamó a la agencia EFE por el mismo motivo.

Martínez-Frías diferenció el meteoro (un fenómeno atmosférico de proporciones menores) del meteoroide (una partícula que entra en la atmósfera terrestre) y del meteorito (un fragmento de roca que se recupera).

Precisó que, en su caída, el objeto se va fragmentando, lo que podría explicar que haya sido visto en lugares diversos y muy alejados entre sí.

Los meteoritos son fríos, suelen ser acampanados y estriados, por la fricción que sufren cuando entran en la atmósfera, y, si se recuperan, lo que es bastante raro, es porque alguien los ve previamente caer.

Por eso, advirtió, es "muy importante" determinar "científicamente" si los fragmentos son meteoros fruto de un avistamiento, "porque ahora cualquiera puede presentarse con una roca, extraterrestre o no, recogida con anterioridad y decir que pertenece a ese avistamiento, lo que sube notablemente su valor".

De haberse recuperado el resto del meteoro, es decir, un meteorito, su interés científico sería "mucho" porque sólo hay catalogados unos 20.000 fragmentos, que van desde las 60 toneladas (el de Hoba, en Namibia) a unos pocos microgramos.

El geólogo recordó que el avistamiento de meteoros es diario y constante en todo el planeta, "pero son muy pocos los que quedan registrados por testigos y todavía son mucho más escasos los que permiten establecer correspondencia directa entre el meteoro y su rastro en la Tierra".

En algunos casos, con un análisis "muy sencillo" se puede saber si es un meteorito porque, si es metálico, es al 99 por ciento una aleación de hierro-níquel, en forma de Kamacita y Taenita.

En cuanto al aspecto, los meteoritos presentan estrías de fricción similares a las de una bala percutida, y también regmaglifos, que son hendiduras en la superficie como cuando se presiona con un dedo la plastilina.

El investigador observó también que el efecto visual que producen estos objetos es muchas veces "engañoso" y su tamaño es muy inferior a lo que parece a simple vista, y se refirió en ese sentido a las estrellas fugaces, cuyo tamaño no supera al de un guisante.

Según los datos facilitados por Martínez-Frías, en España han caído unos treinta meteoritos, algunos de ellos de grandes dimensiones, entre los que citó el hallado en Colomeras (Granada, en el sur de España) en 1912 y con un peso superior a 100 kilogramos. EFE

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