Debatiendo la extinción de los dinosaurios
Resumen: Por lo menos el 50 por ciento de las especies del mundo, incluyendo a los dinosaurios, se extinguió hace 65 millones de años. Si bien la mayoría de los científicos culpa ahora por esta catástrofe al impacto de un gran meteorito, otros se preguntan si no habrá algo más en esta historia.
Partes 1, 2, 3 y 4 Por Leslie Mullen
Los dinosaurios dominaron el paisaje por 160 millones de años, viviendo durante más de mil veces de lo que lo han hecho los humanos modernos (el Homo sapiens evolucionó hace unos 150 mil años). Durante este enorme período, algunas especies de dinosaurios se extinguieron, pero la impresión general es de una clase de animales inmensamente resistentes que podrían soportar cualquier dificultad que el planeta les arrojara. Cuando finalmente llegó el fin, provino desde más allá de la Tierra. La explicación más simple para la extinción de los dinosaurios es un impacto de meteorito ocurrido hace 65 millones de años. Los detalles exactos son mucho más complejos, y los investigadores están todavía intentando de determinar con precisión lo que ocurrió. El evento de extinción Cretáceo-Terciario (K-T) es como un antiguo tapiz que está sucio y enmarañado a causa del tiempo y de la negligencia. Hay cientos de hilos de evidencia que necesitan ser desenredados, alisados, y puestos en su lugar antes de que pueda emerger una imagen clara. El primero y más importante de estos hilos de evidencia es una capa de arcilla que atraviesa las rocas de todo el mundo. Conocida como el límite K-T, esta es una línea que ningún dinosaurio pudo cruzar (aunque sus parientes, las aves, sí sobrevivieron). En 1980, un equipo de investigadores encabezado por Luis Álvarez y por su hijo, Walter, descubrió que esta capa limítrofe contenía una concentración relativamente alta de iridio. El iridio es poco común en la superficie de la Tierra, pero se lo encuentra a menudo en los meteoritos. Durante la fase fundida de la formación de nuestro planeta, la mayor parte del iridio se trasladó hacia abajo junto con el hierro para formar el núcleo planetario. La Tierra recibe un poco de polvo superficial de iridio a través de algunos meteoritos ocasionales, y algunos volcanes pueden liberar iridio si su lava proviene de una fuente lo suficientemente profunda. Estos sucesos le confieren a la superficie del planeta un nivel básico de iridio de 0,02 partes por cada mil millones, o aún menos. Dependiendo de su localización en las rocas, el límite K-T presenta cantidades variables de iridio, pero todas están muy por encima del nivel básico. La sección analizada por Álvarez contenía 9 partes por cada mil millones. Otras secciones llegan a tener hasta un millón de veces el nivel básico. Luis y Walter Álvarez supusieron que un gran meteorito rico en iridio debió chocar con la Tierra, y que los efectos posteriores del impacto llevaron a la desaparición de los dinosaurios.
Más tarde, se señaló a un gran cráter de impacto en el subsuelo de la península de Yucatán en México como el arma humeante. Cuando un meteorito golpea la corteza terrestre se evaporan algunas rocas y minerales, algunas son calentadas y se funden, y otras se quiebran o se muestran “golpeadas” creando un patrón distintivo. Las muestras del cráter Chicxulub poseían todos estos rasgos de un impacto meteorítico. El cráter fue fechado como sucedido hace unos 65 millones de años, la misma edad de la extinción K-T. El meteorito que creó el cráter Chicxulub tenía de 10 a 15 kilómetros de diámetro, o sea el tamaño aproximado de la isla de Manhattan. Cayó a la Tierra a una velocidad mayor que la de una bala, abriendo una vasta caverna de 40 kilómetros de profundidad y de 100 kilómetros de diámetro. Este cráter colapsó rápidamente bajo la fuerza de gravedad, dejando un agujero de 180 kilómetros de diámetro y de solamente 2 kilómetros de profundidad.
La energía liberada por este impacto fue igual a la de 100 millones de megatoneladas de TNT. En comparación, la erupción del Monte Santa Helena en 1980 liberó una energía equivalente a apenas 10 megatoneladas de TNT (10 megatones). La bomba atómica que explotó sobre Hiroshima liberó una energía equivalente a unas 10 kilotoneladas de TNT (o sea 0,01 megatones). Obviamente, el impacto destruyó la vida en la zona inmediata, y la onda de choque generó probablemente enormes tsunamis y terremotos mucho más allá del terreno cero. Otros efectos de larga duración, como el polvo y los productos químicos provenientes de las rocas evaporizadas, se dispersaron por todo el mundo. El debate sobre la extinción K-T fue muy argumentativo antes de la hipótesis de Álvarez, y el descubrimiento de Chicxulub parece haber tenido poco efecto sobre los argumentos a menudo emocionales sobre este evento de extinción. Al principio, algunos dudaron incluso de que Chicxulub fuera un cráter de impacto. La estructura está enterrada 1 o 2 kilómetros bajo el suelo (la mitad bajo tierra y la otra mitad bajo el suelo marino) y fue descubierta únicamente por las anomalías gravitatorias y magnéticas en lecturas tomadas desde la superficie terrestre. Sin embargo, las muestras obtenidas por núcleos taladrados ayudaron a confirmar que Chicxulub se formó por un impacto meteorítico.
Si bien la mayoría de los científicos concuerda ahora en que Chicxulub es un cráter de impacto, no todos creen que haya causado la extinción K-T. Por ejemplo, algunos dudan que el impacto de Chicxulub haya ocurrido en el momento justo. Gerta Keller de la Universidad de Princeton sostiene que su edad real antecede a la desaparición de los dinosaurios en 300 mil años. Sin embargo, otros científicos mantienen que el método de muestras de Keller tenía errores, y que eso resultó en un fechado incorrecto. Entre los científicos que concuerdan en que Chicxulub fue la causa de la extinción, existen desacuerdos sobre los efectos tangibles del impacto. Algunos piensan que la cantidad de polvo lanzada a las alturas fue tanta que los cielos se vieron oscurecidos por años, deteniendo la fotosíntesis y matando a las plantas a lo largo de todo el mundo. Otros creen que el polvo no habría durado tanto, ya que la lluvia habría rápidamente limpiado el aire. Algunos han sugerido que los restos al rojo vivo que habrían caído a tierra nuevamente habrían incendiado los bosques por todo el planeta, oscureciendo los cielos con un oscuro hollín. Otra teoría sugiere que fue tanto el azufre lanzado a la estratósfera que las lluvias se volvieron como ácido de batería, envenenando la tierra y el mar. Finalmente, hay algunos que creen que si bien Chicxulub jugó un papel en la extinción, no fue su causa principal. Están buscando respuestas más allá de Chicxulub, preguntándose si alguna otra cosa pudo haber contribuido a la pérdida de especies. Los dinosaurios no fueron las únicas criaturas que sufrieron la muerte y la destrucción, después de todo. La extinción masiva K-T mató al menos al 50 por ciento de las especies del mundo. ¿Podría un único impacto meteorítico, aún uno tan grande como el de Chicxulub, haber dado un golpe tan fatal a la vida?. La parte 2 de esta serie discute si la Tierra fue golpeada por más de un meteorito hace 65 millones de años. La parte 3 examina un cráter controversial frente a las costas de la India. La parte 4 cubre el debate sobre si la extinción K-T fue el resultado del calentamiento global. | ||||||||
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