¿Fue un asteroide la causa de la Gran Mortandad?
Resumen: (Nov. 30, 2004): Los devastadores ciclos de extinciones de plantas y animales han generado diferentes escuelas de pensamiento. ¿Fue la Tierra o el cielo quien trajo la catástrofe?
Basado en un informe de Geosociety
Hace doscientos cincuenta millones de años, desapareció el noventa por ciento de las especies marinas y la vida en tierra firme sufrió enormemente, durante la más grande de las extinciones en masa del mundo. La causa de esta gran mortandad ha confundido a los científicos durante décadas, y algunas especulaciones recientes invocan a los impactos de asteroides como un mecanismo de muerte. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en el número de diciembre de la revista Geology proporciona fuertes indicios de que la causa de la extinción no llegó desde los cielos, sino que provino de la Tierra misma. Un equipo internacional de científicos liderado por Christian Koeberl de la Universidad de Viena estudió muestras de rocas obtenidas de las profundidades de los Alpes Cárnicos en el sur de Austria y de las Dolomitas del noreste de Italia. Sus hallazgos prometen alimentar lo que ya es uno de los más encendidos debates de las ciencias terrestres. “Nuestros análisis geoquímicos de esas dos famosas secciones de fines del Pérmico en Austria e Italia no revelan ninguna evidencia tangible de impacto extraterrestre”, dijo Koeberl. “Esto sugiere que las extinciones en masa deben haber sido provocadas por causas locales”. Las capas de rocas contienen un testimonio químico de cambio ambiental a través del tiempo. Los asteroides y los cometas son químicamente diferentes a la Tierra, y cuando esos objetos llegan dejan su huella química identificadora en las rocas.
Con la ayuda de colegas de EE.UU. y del Reino Unido, Koeberl confirmó la presencia del elemento iridio en las muestras. El iridio es abundante en los asteroides, en los cometas, y en otros materiales extraterrestres. Sin embargo, las cantidades encontradas fueron pequeñas, comparadas con aquellas asociadas al impacto que muchos científicos creen que eliminó a los dinosaurios hace 65 millones de años. A la vez, el equipo no halló trazas de los isótopos extraterrestres helio-3 y osmio-187, asociados comúnmente con eventos de impacto. Por el contrario, lo que sí halló el equipo fue evidencia de procesos en marcha completamente terrestre. Según Koeberl, “las pequeñas concentraciones de iridio pueden haber sido depositadas por océanos inertes, cuando los niveles de bióxido de carbono atmosférico eran altos y los niveles de oxígeno marino eran bajos. La fuente del bióxido de carbono fue probablemente la actividad volcánica”.
Grandes áreas de la corteza terrestre pueden ser divididas por la actividad volcánica para crear un espacio de formación de océanos. Sin embargo, cuando se trata de rasgar continentes, el rompimiento es muy difícil de lograr. A fines del Pérmico, uno de esos intentos fallidos de formación oceánica dio lugar a una gran actividad volcánica en el corazón de la actual Siberia. Las emisiones inundaron la atmósfera, llevando a cambios en el clima y en los patrones de la circulación oceánica. “Nuestros hallazgos apoyan el punto de vista de que la evidencia de un impacto extraterrestre durante este período es débil e inconsistente”, dijo Koeberl. “A la vez, sugieren que una actividad volcánica extendida puede ser el “arma humeante”, en forma bastante literal, que barrió buena parte de la vida sobre la Tierra”. | |||||||
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