Fecha original : 2004-12-14
Traducción Astroseti : 2004-12-28

Traductor : José Manuel García Estevez
METEOROS

Preparándose para un impacto profundo





Resumen (14 de diciembre de 2004): La misión Deep Impact desplegará una sonda que colisionará con el núcleo del cometa Tempel 1 a unos 37 000 km/h (23 000 millas/h). La sonda está diseñada para crear un cráter en el cometa de un tamaño parecido al del Coliseo Romano, mientras que una nave cercana estará tomando imágenes y datos continuamente.







Basado en un informe de la NASA

Crédito: NASA">
Sonda Deep Impact. Crédito: NASA



Los equipos de vuelo y lanzamiento están realizando los preparativos finales para el despegue de la nave Deep Impact el 12 de enero de 2005, desde la Estación de las Fuerzas Aéreas de Cabo Cañaveral, en Florida. La misión está diseñada para realizar un viaje sólo de ida, de seis meses de duración y 431 millones de kilómetros (268 millones de millas) de recorrido. La Deep Impact desplegará una sonda que impactará contra el núcleo del cometa Tempel 1 a aproximadamente 37 000 km/h (23 000 millas/h).

“Ir de Florida central hasta la superficie de un cometa en seis meses es una satisfacción casi instantánea, desde el punto de vista de una misión de espacio profundo”, dice Rick Grammier, director del proyecto Deep Impact en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, en Pasadena, California. “Va a ser una misión emocionante, y todos podremos ser testigos de su culminación dado que la Deep Impact creará los primeros fuegos artificiales celestes hechos por los humanos justo el día del cumpleaños de nuestra nación, el 4 de julio”, dice.

Los fuegos de artificio serán cortesía de una sonda reforzada con cobre de 1 metro por 1 metro (39 por 39 pulgadas). Está diseñada para desintegrarse, dado que formará un cráter posiblemente tan grande como para acoger al Coliseo Romano. Antes, durante y después del impacto de este impactador de 372 kilogramos (820 libras), una nave cercana estará observando el núcleo de 6 kilómetros (3.7 millas) de tamaño del cometa, tomando imágenes y datos del suceso.

“Estaremos registrando el suceso con la cámara más potente que ha volado al espacio profundo”, dice el profesor de astronomía Michael A'Hearn, de la Universidad de Maryland, investigador principal de la Deep Impact. “Sabemos tan poco sobre la estructura de los núcleos de los cometas que necesitamos un equipo excepcional para asegurarnos de que registramos el suceso, cualesquiera que sean los detalles del impacto”, explica.

Rocas dentro de un cráter en el asteroide Eros, tal como fueron fotografiadas por la nave NEAR antes de impactar. Numerosos pequeños impactos en el asteroide muestran los bloques marrones visibles en el interior del menos expuesto (en blanco) borde del cráter. Es una imagen en falso color para resaltar los detalles. <i>Crédito de la imagen: NASA/Eros</i>
Rocas dentro de un cráter en el asteroide Eros, tal como fueron fotografiadas por la nave NEAR antes de impactar. Numerosos pequeños impactos en el asteroide muestran los bloques marrones visibles en el interior del menos expuesto (en blanco) borde del cráter. Es una imagen en falso color para resaltar los detalles. Crédito de la imagen: NASA/Eros



Las imágenes y otros datos de las cámaras de la Deep Impact serán enviados a la Tierra a través de las antenas de la Red del Espacio Profundo. Pero no serán los únicos ojos mirando el espectáculo. Los telescopios Chandra, Hubble y Spitzer de la NASA estarán observando desde sus posiciones cercanas a la Tierra. Cientos de kilómetros más abajo, astrónomos profesionales y amateurs de la Tierra también seguirán el material que salga volando del cráter recién formado del cometa.

La Deep Impact proporcionará una visión de lo que hay debajo de la superficie del cometa, donde el material y los restos de la formación del sistema solar permanecen relativamente intactos. Los científicos de la misión confían en que el proyecto responderá a cuestiones básicas sobre la formación del sistema solar, ofreciendo una mejor visión de la naturaleza y composición de los viajeros celestes a los que llamamos cometas.

“La comprensión de las condiciones que llevan a la formación de planetas es un objetivo de las misiones de exploración de la NASA”, dice Andy Dantzler, director en funciones de la división del Sistema Solar de las oficinas principales de la NASA en Washington. “Deep Impact es una misión audaz, innovadora y emocionante, que intentará algo nunca hecho antes para descubrir pistas sobre nuestros orígenes”.

Con una velocidad de aproximación de 37 000 km/h (23 000 millas/h), ¿qué ocurrirá con el impactador del tamaño de una lavadora y su objetivo del tamaño de una montaña?

“En el mundo de la ciencia, es el equivalente astronómico de un mosquito chocando contra un avión de línea 767”, dice Don Yeomans, un científico de la misión Deep Impact en el JPL. “Sencillamente, no modificará apreciablemente la trayectoria orbital del cometa. El Tempel 1 no es ninguna amenaza para la Tierra, ni ahora ni en ningún futuro previsible”, añade.

El cometa Halley fotografiado por una misión de sobrevuelo europea. <i>Crédito: ESA</i>
El cometa Halley fotografiado por una misión de sobrevuelo europea. Crédito: ESA



La nave Deep Impact está diseñada para lanzar un proyectil de cobre sobre la superficie del cometa Tempel 1 el 4 de julio de 2005, cuando el cometa esté a 133.6 millones de kilómetros (83 millones de millas) de la Tierra. Cuando su “impactador” de 372 kilogramos (820 libras) golpee la superficie del cometa a unos 37 000 km/h (23 000 millas/h), el proyectil de 1 metro por 1 metro (39 por 39 pulgadas) creará un cráter que puede ser tan grande como un campo de fútbol.

La nave de sobrevuelo de la Deep Impact recogerá imágenes y datos del suceso. Enviará los datos a la Tierra a través de las antenas de la Red del Espacio Profundo. Astrónomos profesionales y amateurs en la Tierra estarán observando el material que salga volando del cráter recién formado del cometa, sumándose a los datos e imágenes recogidos por la nave Deep Impact y otros telescopios. El Tempel 1 no supone ninguna amenaza para la Tierra en un futuro previsible.

Otras misiones que en el pasado han volado sobre algún cometa han sido: la misión ICE de la NASA en 1985, las dos naves Vega rusas y las dos naves Suisei y Sakigake japonesas que fueron parte de la flotilla que visitó al cometa Halley en 1986; la Deep Space 1 de la NASA sobrevoló el cometa Borrelly en 2001, y la Stardust, también de la NASA, que sobrevoló al cometa Wild 2 a principios de enero y ha recogido muestras de la coma del cometa para traerlas a la Tierra en 2006. El día de San Valentín de 2001, la nave Near-Shoemaker aterrizó con éxito en el asteroide Eros. Su notable viaje (para aterrizar suavemente en un asteroide con forma de cacahuete) a unos 176 millones de kilómetros de la Tierra llevó a Andrew Cheng, científico del proyecto NEAR, a decir: “El lunes 12 de febrero de 2001 la nave NEAR aterrizó sobre Eros, después de transmitir 69 imágenes cercanas de la superficie durante su descenso final. Ver este suceso ha sido la experiencia más emocionante de mi vida”.



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