Punto de EngañoHechos que confrontan a Dan Brown y la primer novela de Astrobiología del mundo.
Resumen: Septiembre 06, 2004.- Dan Brown, autor de Betsellers, ha tramado un cuento para los astrobiólogos llamado “Punto de Engaño”. Pero, ¿cómo puede alguien separar los hechos de la ficción? Considere las posibilidades científicas de examinar un meteorito lleno de fósiles parecidos a insectos.
por el equipo de escritores de Astrobiology Magazine
Si fue difícil responder hoy a esta interrogante, puede hacerse un consenso acerca de los detalles de Dan Brown, un novelista que implanta récords. Después de un año en cubierta dura, 53 ediciones, y 14 semanas consecutivas en el primer lugar de la lista de betsellers del New York Times, la actualmente exitosa novela de Brown ”El Código DaVinci”, ya es “la novela para adultos mayor vendida de todos los tiempos en el período de un año”. Hay 6.8 millones de copias impresas. Pero antes de ser autor de este perseguido exitazo, el novelista Brown escribió otro libro, discutiblemente la primer novela que trata directamente los intereses de la comunidad de astrobiología. Titulado ”Punto de Engaño”, el libro de Brown se localiza en un estante junto a la extensa librería de otras novelas sobre extrañas criaturas de otro mundo. Pero Brown es tal vez el único en considerar lo que la misma astrobiología busca indagar: ¿cómo validaría un equipo interdisciplinario otra forma de vida? Uno encuentra este libro no tanto clasificado junto a las novelas de ciencia ficción sino arrinconado entre las apasionantes novelas de suspenso. La novela es también probablemente la primer corriente principal de ficción en utilizar el término “astrobiología” explícitamente al describir la búsqueda programática de la NASA de vida en otra parte. La emocionante novela de Brown tiene el potencial de introducir la disciplina científica llamada astrobiología a una audiencia más amplia que cualquier esfuerzo hasta la fecha. Brown a llegado a ser conocido como un intricado tejedor de complots; sus historias ponen atención a los más finos detalles de una trama particular. “Punto de engaño” es convincente para aquellos interesados en la astrobiología basada solo en sus locaciones: una capa de hielo ártico, las cordilleras más profundas del océano, y en última instancia las colecciones de meteoritos del mundo. Pero ¿cuán resbaladiza o sólidamente puede demostrarle esa capa de hielo ártico al verificador de datos del autor que valga la pena un viaje redondo a los confines mismos de la rama de astrobiología? ¿puede armarse un caso verosímil de que la vida no está en cualquier parte sino justo debajo de nuestras narices, entre los muchos meteoritos que bombardean la Tierra anualmente? ¿qué caída, tanto política como científicamente, puede acompañar a un anuncio de que la Tierra ha sido visitada por biología fosilizada de otro planeta?
En verdad ambas preguntas del libro son difíciles de contestar. Según el director de cineJames Cameron, nosotros podemos saber ya la respuesta a la esperada caída política y científica de encontrar fósiles en un meterorito, por el estudio de un caso sucedido una vez en 1996. “Creo que ya sabemos”, dijo Cameron a Astrobiology Magazine. ¿No anunció Bill Clinton que el meteorito de Allen Hills contenía organismos marcianos? ¿No sabemos ya la respuesta a eso? La gente dice: “Hey, hay vida en Marte, que bien. Son bacterias... Si (los aliens) no aterrizan en el césped de la Casa Blanca y salen con un rayo láser mortal, creo que la persona promedio no va a estar profundamente impactada psicológicamente. Nuestras expectativas son muy elevadas debido a las películas de ciencia ficción”. La trama de “Punto de Engaño” se vincula en un meteoro biológicamente interesante que es lo suficientemente profundo para sacudir la política presidencial. En un intricado cambio en los hechos, la conferencia de prensa sostenida por el Presidente ficticio de Brown anuncia que un meteoro ha sido encontrado con un enjambre de extraños fósiles parecidos a insectos. Comprobar los hechos que se suscitan en “Punto de Engaño” o en cualquier novela de este tipo, es desalentador. Si la ficción pretendiera ser un libro de texto, esta historia podría tener lugar donde cayó el meteorito marciano en 1996. Pero dada la atención meticulosa de Brown a los detalles, el trabajo es capaz de proporcionar una prospección rica de astrobiología, con solo separar los hechos de la ficción. Así a manera de contrapunto, considere cómo puede uno tratar de remarcar la primer novela de corriente principal de astrobiología y como comprobar sus anotaciones. P: ¿Es la capa de hielo del Ártico un buen terreno para la cacería de meteoritos? Ficción: En la historia de Brown, un personaje principal es el mismo meteorito, pues la búsqueda comienza cuando una roca de tres metros aparece con fósiles sospechosamente extraños. El meteorito es encontrado al norte del Círculo Polar Ártico en la capa de hielo Milne, el témpano de hielo sólido más grande del Hemisferio Norte. La capa de hielo es de 6.4 Km. (4 millas) de ancho con un grosor que alcanza los 90 metros (300 pies).
Según el Proyecto Meteorito Ártico Canadiense”, las probabilidades de encontrar un meteorito fuera de la Antártida o de un desierto, son pocas. Publicaron sus hallazgos en la revista Meteoritics: “Concentraciones considerables de material meteórico han sido rescatadas de las Capas de Hielo Antárticas y concentraciones menores desde algunas cálidas regiones áridas del mundo; sin embargo, ningunas acumulaciones importantes se han descubierto en las latitudes septentrionales. Las búsquedas en la Capa de Hielo de Groenlandia a la fecha no han rescatado ningún material meteórico ... Un obstáculo principal para esas búsquedas en la logística implicada”. Un obstáculo es el clima, como sorpresas que esperan a cualquier equipo científico que se embarque a develar la biología cósmica Encabezando la lista, la biología terrestre del Ártico es muy delicada. El informe canadiense continúa: “Un número de factores hacen a estas áreas desfavorables para la búsqueda: el clima impredecible, la naturaleza traidora de la orilla durante el corto derretimiento ártico de verano; las numerosas corrientes de aguanieve fluyendo directamente al mar, que hacen la travesía difícil y que pudieran desprender pequeños meteoritos de la capa de hielo; y la presencia de un gran número de osos polares, por nombrar algunos”.
¿Los satélites que observan la Tierra son una buena vía para encontrar meteoritos? Ficción: En la historia de Brown, el meteorito semental es encontrado desde órbita. Al presentar este descubrimiento, el administrador ficticio de la NASA (p. 80) dice: “El Presidente me pidió resumirles plenamente... EOS (Satélites de Observación Terrestre) es una constelación de cinco satélites de la NASA, que examinan la Tierra en formas distintas -- trazando mapas del océano, analizando las fallas geológicas, observando los deshielos polares, localizando reservas de combustible fósil... Hace dos semanas, el PODS (Polar Orbiting Density Scanner) sobrevoló la capa de hielo y ubicó una densidad anómala que no se veía como lo que esperábamos ver. Sesenta metros (200 pies) bajo la superficie, perfectamente encajado en una matriz de hielo sólido, el PODS observó lo que parecía ser un glóbulo amorfo de alrededor de 3 metros (10 pies) de diámetro. ...Así que resultó que la roca en el hielo bajo nosotros es significativamente más densa que cualquier tipo de roca encontrada ... dentro de un radio de 640 Km. (400 millas)”. Realidad: Aquí, uno descubre un ejemplo de la atención de Brown a los detalles. El Sistema de Observación Terrestre es de hecho la pieza central de la Iniciativa para las Ciencias de la Tierra. Está compuesto de una serie de satélites en órbita polar. Después de 100,000 órbitas y la adquisición de más de 29 millones de imágenes, el satélite Landsat 5 celebró recientemente su vigésimo aniversario en 2004 y continúa funcionando exitosamente. Recopilando lo que en última instancia será un nuevo grupo de datos globales de 15 años, el satélite insignia Terra es actualmente uno de cuatro satélites EOS en órbita, con quince más planeados para los próximos cuatro años. Su más alta resolución de imagen es de 15 – 90 metros y en cualquier longitud de onda de observación, no puede analizar un objeto de 3 metros (10 pies) de diámetro.
Puesto que EOS puede generar grupos de información global cada 9 días más o menos, los cazadores de meteoritos se beneficiarían al inspeccionar el planeta entero desde órbita, pero al parecer solo los satélites de tecnología clasificada pueden captar tales objetos a una escala tan fina desde una altitud de más de 640 Km. (400 millas) sobre la superficie. P: ¿La Astrobiología es la continuación del programa SETI? : Ficción: Uno de los críticos escépticos de la NASA de Brown, un congresista aspirando a ser Presidente, argumenta que la astrobiología es una versión renombrada de la Búsqueda de Vida Extraterrestre, o el programa del radio telescopio de SETI. A principios de los 90’s, la presión política redujo estas búsquedas de radio de cualquier apoyo directo del presupuesto federal oficial, un cambio de postura repentina documentada en todas partes e incluida en el libro “Contacto” de Carl Sagan, junto con la película basada en esa historia. Durante una escena de debate del CNN en “Punto de Engaño”, el congresista de Brown, el Senador Sexton (p106) establece: “La Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre fue el más abismal despilfarro de dinero por parte de la NASA. Aunque la NASA ha intentado darle al proyecto un retoque al renombrarlo “Orígenes” y confundir algunos de los objetivos, aún es la misma apuesta perdedora ... si estoy equivocado, me comeré mi sombrero”.
Así que mientras Dan Brown es conocido por su detallada investigación, existen algunas discrepancias entre estos otrora ricamente escritos puntos de interés. Incluso en la novela de astrobiología más exitosa hasta ahora, el norte puede llevar al sur: el Ártico no es al parecer un lugar para encontrar un meteorito. Aún más, encontrar una roca más densa desde la órbita es casi imposible si el meteoro se posa en el interior profundo de una capa de hielo. pero encontrar fósiles enterrados en un meteoro no es solamente el sueño de un escritor de ficción. Los astrobiólogos pueden tener sus propios apuntes para ofrecer respecto al tema. | ||||||||||
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