Cumpliendo con los Hiper: SuperconductoresNASA está desentrañando el asombroso potencial de los superconductores de alta temperatura
Pocas tecnologías han disfrutado alguna vez de una celebridad similar a una estrella de rock, como la que los superconductores recibieron en la década de los años 1980.
Los titulares a lo largo del mundo anunciaron con bombos y platillos el descubrimiento de superconductores de “alta temperatura” (HTS, por sus siglas en inglés), y tanto los medios como los científicos por igual hablaban con entusiasmo acerca de las maravillas que podríamos esperar prontamente a causa de esta prometedora joven tecnología. Trenes levitantes de 500 kms.p.h.., ordenadores ultra rápidos, y una electricidad más barata y más limpia serían apenas el comienzo de su larga e ilustre carrera.
| Hoy podríamos preguntar, como los columnistas de chismes de Hollywood: ¿qué pasó con los hiper de “alta temperatura”?. “Fue la patata más caliente de su tiempo, pero todo se enfrió”, dice Louis Castellani, presidente de la compañía HTS (con base en Houston) Tecnologías Oxido Metálicas S.A. (MetOx).
De hecho, los primeros intentos fueron descorazonadores. El así llamado alambre HTS de “primera generación” era relativamente caro: de 5 a 10 veces el costo del alambre de cobre. Más aún, la cantidad de corriente que podía transportar estaba muy lejos de su potencial: apenas 2 o 3 veces la del cobre, contra un potencial más de 100 veces mayor. Pero ahora, gracias a años de investigación que incluyen experimentos a bordo del transbordador espacial, ésto está a punto de cambiar. El Centro para Superconductividad y Materiales Avanzados de Texas (TcSAM) en la Universidad de Houston (patrocinado por la NASA) se ha unido con MetOx para producir “el golpe definitivo” que los científicos han estado buscando desde los ‘80: un alambre HTS de “segunda generación” que obtenga la mejora centuplicada en su capacidad con respecto al cobre y cuya producción cueste a la vez lo mismo que la del cobre. Los una vez famosos superconductores pueden estar a un paso de volver a las candilejas. La audiencia espera. El “talento especial” de los superconductores es que tienen resistencia cero a la corriente eléctrica. Absolutamente ninguna. En teoría, un aro de alambre HTS podría transportar una corriente circulante para siempre, sin necesitar nunca una fuente de poder para mantenerla en movimiento. En los conductores normales, tales como el alambre de cobre, los átomos del cobre impiden el libre flujo de los electrones, absorbiendo la energía de la corriente y desperdiciándola como calor. Hoy en día, alrededor del 6 al 7% de la electricidad generada en los Estados Unidos se pierde a lo largo de su camino hacia los consumidores, debido parcialmente a la resistencia de las líneas de trasmisión, de acuerdo a documentos de la Agencia de Información de Energía de los EE.UU.. Si se reemplazaran estas líneas con alambre superconductor esto aumentaría la eficiencia de las instalaciones, y significaría un gran avance en el camino de reducir las emisiones de gases de invernadero en la nación.
La NASA está investigando el uso de superconductores en el espacio. Por ejemplo, los giróscopos que mantienen orientados a los satélites podrían utilizar cojinetes sin fricción hechos con imanes superconductores, mejorando la precisión de los satélites. También, los motores eléctricos a bordo de las naves espaciales podrían tener apenas un cuarto o un sexto del tamaño de los motores no superconductores, ahorrando un volumen y peso precioso en el diseño de las mismas. Si alguna vez establecemos una base en la luna, los superconductores serían una elección natural para la generación y trasmisión ultra-eficiente de energía, ya que la temperatura ambiente llega a descender a los 100ºK (-173 ºC, -280ºF) durante la noche lunar, justo la temperatura correcta para la operación del HTS. Y durante un viaje de meses con destino a Marte, una máquina MRI “de mesa” hecha posible gracias al alambre HTS sería una poderosa herramienta de diagnóstico para ayudar a asegurar la salud de la tripulación. A nivel mundial, el mercado actual para el alambre HTS se estima en 30.000 millones de dólares, de acuerdo a Castellani, y se espera que crezca rápidamente. Un paseo tras bambalinas La Universidad de Houston ha otorgado esta nueva tecnología para confección de alambre a MetOx, una compañía fundada en 1997. MetOx planea comenzar la producción a gran escala de este alambre HTS de alta calidad en 2003, dice Castellani. No resulta sorprendente que el Dr. Alex Ignatiev, científico principal del grupo de la NASA en TcSAM, no pueda revelar exactamente el procedimiento para fabricar su alambre HTS. Las tecnologías que surjan de estas sociedades de investigación entre la NASA y la industria deber ser patentadas para alcanzar la meta de la NASA de utilizar el espacio para beneficial los negocios estadounidenses, dice Ignatiev.
Básicamente, el alambre se hace haciendo crecer una fina película del superconductor de solamente unos pocos micrones (milésimas de milímetro) de espesor sobre una base flexible. Este bien conocido método de producción fue mejorado en parte gracias a los experimentos”Wake Shield” desarrollados en el transbordador espacial para aprender sobre el crecimiento de las películas delgadas en el vacío extremo del espacio. “Aprendimos como hacer crecer películas delgadas de óxido de alta calidad en los experimentos del transbordador, y utilizamos eso en el laboratorio para mejorar la calidad de nuestras películas superconductoras,” dice Ignatiev. En los próximos años, esa calidad se traducirá en mejoras en docenas de industrias, desde la generación de electricidad hasta el cuidado médico. Estén atentos a esto: la glamorosa carrera de los superconductores recién ha comenzado. | ||||||
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