Mito SolarCon el mínimo solar cerca, el sol continúa estando sorpresivamente activo.
Cada 11 años la actividad solar aumenta. Manchas solares salpican su superficie; éstas explotan; nubes masivas de gas conocidas como “EMC” son lanzadas a través del sistema solar. La Tierra es impactada con rayos X y protones y con nudos de magnetismo. A esto se le llama máximo solar. No hay nada mítico acerca del “Solar Max”. Durante los episodios más recientes del 2000 y 2001, los observadores del cielo vieron auroras tan al sur como en México y Florida; los astrónomos se maravillaron con las enormes manchas solares; los operadores de satélites y las compañías de energía lidiaron con apagones. Ahora el Sol se aproxima al extremo opuesto de su ciclo de actividad solar, al mínimo solar, que se presentará en el 2006. Podemos despreocuparnos pues, durante el mínimo solar, el sol está tranquilo. ¿No es así? “Ese es el mito”, dice el físico solar David Hathaway del Centro Marshall para Vuelos Espaciales de la NASA. Lo cierto es que la actividad solar nunca se detiene, “ni aún durante el mínimo solar”. Para mostrar que esto es verdad, Hathaway contó el número de llamaradas solares clase X cada mes durante los 3 últimos ciclos solares, un período que abarca desde 1970 hasta hoy. Las llamaradas X son del tipo más poderoso de explosiones solares; son asociadas con auroras brillantes y tormentas de radiación intensas. “Hubo al menos una llamarada X durante cada uno de los últimos tres mínimos solares”, dice Hathaway.
Esto significa que los astronautas que viajen a través del sistema solar, lejos de la protección de la atmósfera terrestre y de su campo magnético, no pueden bajar la guardia nunca. Eventos recientes corroboran esto: Retrocedamos a Enero 10 de 2005. Han pasado 4 años desde el máximo solar y el Sol está casi en blanco – solo dos pequeñas manchas solares son visibles desde la Tierra. El Sol se encuentra tranquilo. Al día siguiente, con asombrosa rapidez, todo cambia. El 11 de Enero aparece una nueva mancha. Al principio no era más que un punto y rápidamente se desarrolla en un gigante casi tan grande como el planeta Júpiter. “Sucedió tan rápido”, recuerda Hathaway. “La gente me preguntaba si deberían estar alarmados”.
Entre el 15 y el 20 de Enero, la mancha solar liberó dos llamaradas clase X, provocó auroras tan al sur como en Arizona en los Estados Unidos y salpicó la Luna con protones de alta energía. De haber habido astronautas lunares a la intemperie, seguramente se habrían enfermado. Y eso que el sol estaba tranquilo. Casi sucedía de nuevo el mes pasado. El 25 de Abril de 2005, surgió una pequeña mancha solar y – como un déjà vu – se hizo varias veces más ancha que la Tierra en tan sólo 48 horas. Sin embargo, en esta ocasión, no hubo erupciones. ¿Por qué no? Nadie lo sabe.
Los investigadores como Hathaway estudian las manchas solares y sus campos magnéticos, con la esperanza de mejorar esta lamentable situación. “Estamos progresando”, dice. Algo bueno. Predecir la actividad solar es hoy más importante que nunca. No solamente dependemos cada vez más de tecnologías sensibles al Sol como los teléfonos celulares y el GPS siglas en inglés de Sistema de Posicionamiento Global, sino que también la NASA planea enviar gente de vuelta a la Luna y de allí a Marte. Los astronautas estarán “allá afuera” durante el máximo solar, el mínimo solar y el tiempo en medio de ambos. ¿Estará tranquilo el Sol cuando deba estarlo? No cuenten con ello. Autor: Dr. Tony Phillips | ||||||
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