Nuestra existencia en tres membranas
basado en una publicaciónde la Universidad de Washington
'Eso es lo que sale cuando se echan cuentas', dijo Andreas Karch, un profesor asistente de física de la Universidad de Washington y autor principal de un nuevo artículo que detalla la teoría. Karch y su colaboradora, Lisa Randall, una profesora de Física en Harvard, empezaron a modelar cómo se dispuso el universo justo después de que empezara en el big bang, y después ver cómo evolucionó el cosmos mientras se expandía y se diluía. Las únicas suposiciones fueron que empezó con una configuración generalmente lisa, con numerosas estructuras llamadas membranas, o 'branas' que existían en varias dimensiones espaciales de una a nueve, todas ellas grandes y ninguna de ellas enrollada. Los investigadores permitieron al cosmos evolucionar naturalmente, sin hacer otras suposiciones adicionales. Encontraron que a medida que las membranas se diluían, las que sobrevivieron mostraban tres o siete dimensiones. En nuestro universo, todo lo que vemos y experimentamos está adherido a una de esas branas, y para que ello resulte en un universo tridimensional, la brana debe ser tridimensional. Otras realidades, además de la tri– o hepta –dimensional, podrían estar ocultas a nuestra percepción en el universo, dijo Karch. 'Hay regiones que sienten en 3D. Hay regiones que sienten en 5D. Hay regiones que sienten en 9D. Estas dimensiones extra son infinitamente grandes. Nosotros sólo resulta que estamos en un lugar que se siente en 3D para nosotros', dijo.
'Sabemos que hay gente en nuestra existencia en tres branas. En este caso asumiremos que hay gente en algún lugar próximo en una existencia de siete branas. La gente en tres branas tendría un mundo más interesante, con estructuras más complejas', dijo Karch. Con la gravedad disminuyendo rápidamente con la distancia, una existencia hepta-dimensional no tendría planetas con órbitas estables alrededor de su sol, dijo Karch. 'No estoy precisamente seguro de cómo sería un universo con esa gravedad de corto alcance, principalmente por que es siempre difícil imaginar cómo la vida podría desarrollarse bajo circunstancias completamente diferentes', dijo. 'Pero en cualquier caso, los sistemas planetarios tales como los conocemos no se formarían. La posibilidad de órbitas estables es lo que hace al mundo tridimensional más interesante'. Karch y Randall detallan su trabajo en la edición de Octubre de Physical Review Letters, publicada por la Sociedad Americana de Física. La investigación fue financiada con donaciones del Departamento de Energía y la Fundación Nacional de Ciencia de los EE.UU. Karch dijo que esperan que el trabajo desencadene una exploración científica extensiva de muchas otras cuestiones que impliquen a la teoría de cuerdas, las dimensiones extra y la evolución del cosmos. | ||||||
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