Fecha original : 2006-06-22
Traducción Astroseti : 2006-07-17

Traductor : Patricia González
EXTREMOS

Viaje a Yungay



Resumen (22 junio de 2006): La región de Yungay en el desierto de Atacama en Chile, es el lugar más seco de la Tierra. Tal vez llueva una vez cada 10 años. Es tan seco que ninguna vida microbiana puede sobrevivir allí. Casi tan seco como Marte. Lo que lo convierte en un lugar de estudio interesante para los astrobiólogos. Más adelante en este mes, Astrobiology Magazine empezará una serie de informes de campo de Yungay. Únete a nosotros en el acompañamiento a los científicos que se dirigen a Yungay para explorar los límites de vida.






por Henry Bortman

El desierto de Atacama es uno de los lugares más secos de la Tierra. Colores intensos ocultan el paisaje árido del norte de Chile donde el Desierto de Atacama, uno de los más secos del mundo, se encuentra con las laderas de los Andes.
Aquí los pozos de sal y los desfiladeros obstruidos con sedimentos de mineral rayado, dan paso a volcanes de cima blanca. Esta imagen fue adquirida por la Advanced Spaceborne Thermal Emission and Reflection Radiometer (ÁSTER - Radiómetro Avanzado de Emisión y Reflexión Térmica Transportado por el Espacio ), el instrumento del satélite Terra de la NASA, el 28 de octubre de 2001. Los científicos buscan rastros de microorganismos en este ambiente extremo. 
<em>Crédito: USGS</em>
El desierto de Atacama es uno de los lugares más secos de la Tierra. Colores intensos ocultan el paisaje árido del norte de Chile donde el Desierto de Atacama, uno de los más secos del mundo, se encuentra con las laderas de los Andes.
Aquí los pozos de sal y los desfiladeros obstruidos con sedimentos de mineral rayado, dan paso a volcanes de cima blanca. Esta imagen fue adquirida por la Advanced Spaceborne Thermal Emission and Reflection Radiometer (ÁSTER - Radiómetro Avanzado de Emisión y Reflexión Térmica Transportado por el Espacio ), el instrumento del satélite Terra de la NASA, el 28 de octubre de 2001. Los científicos buscan rastros de microorganismos en este ambiente extremo.
Crédito: USGS

Yungay, Chile, es apenas un destino turístico. De hecho, apenas es una ciudad. Más parecido a una ciudad fantasma. En el pasado, Yungay fue el centro de actividad de una mina cercana de nitrato de sodio. Ahora, la mina está cerrada y la ciudad casi desierta.

A pesar de su aislamiento en años recientes, Yungay se ha convertido en un destino popular de viajes internacionales – no para turistas, sino para astrobiólogos. Alojado en el corazón del extenso desierto de Atacama, Yungay es el lugar más seco de la Tierra. Esta desecación total es su atracción. No es sólo uno de los ambientes más extremos de la Tierra, es también uno de los más parecidos a Marte.

Este mes, un equipo internacional de científicos, dirigido por Chris McKay del Centro de investigación Ames de la NASA, montará un campamento durante un par de semanas en Yungay. Durante los pasados años, McKay y sus colaboradores han viajado aquí cada año, al comienzo del invierno chileno, para descubrir qué tipo de ecosistema puede sobrevivir en este inhóspito lugar. La respuesta es breve: ninguno.

En Yungay no llueve. Las precipitaciones allí no se miden en pulgadas por año, sino en milímetros – quizás ¼ de pulgada – por década. Yungay se encuentra en una sombra pluviométrica. Al oeste, la humedad del Pacífico está bloqueada por una cadena de montañas costeras. Al este se encuentra la impresionante cordillera de los Andes, una enorme barrera para las precipitaciones de la cuenca del Amazonas. Así quizás no sorprenda que Yungay no tenga vida. La vida necesita agua y Yungay no tiene ninguna.

Otros desiertos están llenos de vida. Incluso las regiones más secas del Valle de la Muerte son el hogar de cactus, maleza desértica, suculentas, insectos, pájaros y ratas canguro. El Valle de la Muerte recibe una media de dos pulgadas (50.8 mm) de lluvia por año – una inundación virtual comparada con Yungay. En el Valle Seco de la Antártica, las plantas y los animales no pueden sobrevivir, pero los microbios sí. No en la superficie, sino justo debajo. Dentro de las rocas. Levanta la roca adecuada – un cierto tipo de arenisca – rómpela y reserva un cuarto de pulgada (6.35 mm), encontrarás una serie de capas delgadas y coloreadas: una verde, una blanca y una negra. La capa verde está colonizada por una cianobacteria, cuyo color deriva de la clorofila. Como las plantas, la cianobacteria usa la clorofila para llevar a cabo la fotosíntesis, para convertir la luz del sol en comida. Las capas blanca y negra son líquenes.

La arenisca es lo suficientemente porosa para atrapar diminutos restos de humedad dentro, suficiente para que los organismos sobrevivan. Pero no toda la arenisca es del tipo adecuado. Su superficie tiene que ser translúcida, de modo que la luz pueda impulsar la fotosíntesis. La roca también actúa como una pantalla solar natural, bloqueando la radiación UV que podría dañar a los microorganismos.

Crédito de la imagen: © 2005 Carnegie Mellon University " width="160">
El desierto de Atacama es la región más árida de la Tierra. También podría ser la de menos vida. En el interior del desierto, la lluvia es medida en milímetros por década y la radiación solar es intensa a causa de las elevadas altitudes. Pero existe vida donde el desierto se encuentra con las montañas costeras. Se ha descubierto que los organismos sobreviven con la luz solar y la niebla.
Crédito de la imagen: © 2005 Carnegie Mellon University

Yungay es demasiado seca para la cianobacteria. En partes del Desierto de Atacama cercanas a la costa, aunque aún no llueva, la niebla sube desde el Océano Pacífico y proporciona la suficiente humedad para que la vida alcance un equilibrio. Allí puedes encontrar vida microbiana; incluso las suculentas pueden sobrevivir. De esta forma, el cambio entre la región Yungay de Atacama y la región del oeste, apenas más húmeda, representa literalmente el umbral de la vida. Los investigadores quieren entender precisamente dónde se extiende esa frontera, qué combinación de factores lo definen.

Comprender el umbral de la vida en la Tierra ayudará a que los científicos planetarios como McKay diseñen estrategias para buscar vida en Marte. Entendiendo qué condiciones permiten la vida y cuáles no, analizando los mecanismos que la vida usa para sobrevivir bajo las condiciones más duras, y siendo capaz de detectar la diferencia entre un ambiente sin vida y uno que tiene el más simple rastro de vida, los científicos ganarán conocimiento que les ayudará a buscar pruebas de vida en otro mundo.

Astrobiology Magazine acompañará al equipo de McKay en la investigación de campo de este año en Yungay. Entre el 22 de junio y el 27 de julio, este reportero expondrá un registro de notas de campo diarias, relatando el trabajo de McKay y sus colaboradores. Así que añade astrobio.net a tus favoritos y únete a nosotros para explorar en busca de los límites de la vida.




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