Dinosaurios calientes y pesados
Resumen (12 Jul, 2006): Si crees que los dinosaurios están de moda hoy día, sólo piensa en hace unos 110 millones de años cuando ellos realmente circulaban calientes y pesados.
basado en una publicación de la Universidad de Florida
Eso es una temperatura normal de 118 grados Fahrenheit, casi tan caliente como la mayoría de las criaturas vivientes pueden soportar antes de que las proteínas de sus cuerpos empiecen a destruirse. De hecho, el tamaño de los dinosaurios más grandes puede en última instancia haber estado limitado por su temperatura corporal, según escribe un equipo de científicos del Instituto de Genética de la UF, el Centro Nacional para el Análisis y Síntesis Ecológica de Santa Bárbara (NCEAS por sus siglas en inglés) y la Universidad de Nuevo México esta semana en la revista online PLoS Biology. Una de las primeras cosas que me chocó de nuestros resultados fue que los dinosaurios más grandes, para su tamaño, eran mucho más activos que los reptiles contemporáneos, dijo Andrew Allen, un investigador del NCEAS. Si estos animales funcionaban a temperaturas de 35 o 40 grados centígrados, esto sugiere que funcionaban a un ritmo más parecido a los actuales mamíferos y aves. Aunque los dinosaurios más grandes pueden no haber estado correteando tan rápido como en Parque Jurásico, ciertamente fueron muy activos dado su extremo tamaño. El Tyrannosaurus rex, uno de los dinosaurios más familiares considerado por los científicos, probablemente tuvo una temperatura constante de unos 33 grados Celsius, unos 91 grados Fahrenheit, según el investigador principal James Gillooly, un profesor ayudante en el departamento de zoología de la UF. Los humanos tienen una temperatura normal de unos 37 grados centígrados y el límite a unos 42,2 grados.
Cuando un dinosaurio comenzaba siendo pequeño y crecía hasta ser grande, su temperatura corporal cambiaba dramáticamente a lo largo de su vida, a diferencia de los animales que conocemos hoy, dijo Gillooly. Se incrementaba en unos 3º C para especies que pesaban sobre los 300 kilos como adultos y casi 20º C para aquellos que alcanzaban unas 27 toneladas. Esta dramática diferencia en la temperatura corporal entre los dinosaurios más grandes y más pequeños probablemente resultó en diferencias importantes en cómo estas especias vivían, ya que sabemos que una diferencia de 10º C resulta en un cambio de casi el 300 por ciento en la tasa de crecimiento de la población, tiempo de vida y densidad de población. Durante muchos años, los científicos habían asumido que los dinosaurios eran de sangre fría, o ectotérmicos, con un metabolismo lento que requería el calor del sol para regular la temperatura. Pero a finales de los 60, surgió el concepto de que los dinosaurios, como los mamíferos y las aves, podrían haber sido de sangre caliente, o endotérmicos, con temperaturas relativamente constantes y altas que eran reguladas internamente. Los nuevos descubrimientos muestran que aunque los dinosaurios fueran reptiles de sangre fría, los grandes dinosaurios disipaban el calor corporal más lentamente, y así mantenían temperaturas corporales más altas y constantes similares a las actuales aves y mamíferos. Los investigadores muestran que este incremento en la temperatura corporal con el tamaño ha sido observado en los modernos cocodrilos.
Mientras tanto, el equipo de investigación continua investigando cuáles están demostrando ser las relaciones universales entre el tamaño, la tasa de crecimiento y la temperatura. Hay diferencias entre los mamíferos y los invertebrados, pero dentro de un grupo, desde un ratón a un elefante, o desde el plancton hasta un gran pez, hemos encontrado que la tasa de crecimiento puede ser explicada por lo caliente que es un animal y cómo es de grande, dijo Gillooly. Si sabemos la tasa de crecimiento y el tamaño, podemos determinar la temperatura. Si sabemos el tamaño y la temperatura, podemos hacer predicciones sobre la velocidad a la que un organismo vive y se reproduce. La simple pequeña ecuación ha resultado ser tremendamente útil para comprender el reloj del tiempo biológico. | |||||||
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