Zonas habitables Circunestelares en nuestro Sistema Solar
Por Laurance Doyle
![]() Además de la Tierra, el planeta Venus -- si estuviese en la órbita de Marte -- podría haber sido un lugar agradable para vivir. Sin embargo, Venus en su actual órbita está súper caliente, con cerca de 100 veces la atmósfera que tiene la Tierra, mientras que Marte es muy frío, con cerca de un una centésima de la atmósfera que posee nuestro planeta. ¿Qué sucedió entonces en el pasado (hace 5 mil millones de años) para hacer de la Tierra eventualmente el único planeta en el Sistema Solar que podía sustentar agua líquida en su superficie? Para descubrirlo, vamos a echar una ojeada sumamente simplificada al nacimiento de nuestra estrella, el Sol, y a la formación de su sistema planetario.| El sol es probablemente una estrella de generación tardía. Sabemos esto porque tras el Big Bang, origen aparente del universo, se habrían podido formar solamente dos elementos -- hidrógeno y helio. El resto de elementos más pesados fueron todos forjados en las estrellas súper gigantes que estallaron como supernovas, esparciéndolos a través de la galaxia. Una de estas explosiones de supernova pudo haber causado de hecho la contracción inicial de una nube del gas que evolucionó hasta formar una nebulosa en forma de envoltura, donde el sol pudo formarse. Para aquellos a quienes les interesan los estudios genealógicos, esto convertiría a aquella estrella masiva en nuestra ta, ta, ta --añadir 250 millones mas de “tas” – tatarabuela. A esta envoltura se le llama la 'nebulosa protosolar”. Mientras que se contrajo (otra vez, en una versión muy simplificada), el material que luego se compactaría en los planetas, se formó un disco (llamado 'disco protoplanetario'). Los planetas que se formaron en diversas regiones del disco, sin embargo, deben haber tenido variadas composiciones químicas porque las áreas más lejanas del sol estaban mucho más frías que aquellas cercanas al núcleo. Por ello el disco protoplanetario actúo en cierto modo como una caldera gigante de fundición. En las regiones externas, donde se formaron Neptuno y Urano, la temperatura era lo suficientemente fría como para que el hielo se condensase. Aquí es donde se formaron la mayoría de los cometas (los cometas son como bolas de nieve gigantes, levemente fangosas). Más cerca del Sol estaba la región donde los elementos con un punto de fundición mas alto se condensaron -- elementos tales como el hierro, níquel, aluminio, silicio, etcétera. Esta es la clase de materiales con los que se construyeron los planetas interiores -- Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. ¿Así pues, cómo consiguió la Tierra tanta el agua si la mayoría se condensó mas allá de Neptuno? La clave al parecer está en el propio Neptuno -- en parte ayudado por Urano, Saturno, y especialmente Júpiter. Los planetas gigantes deben haberse formado antes de que el Sol pudiera disipar totalmente su envoltura, pues estos planetas gigantes (de nuevo, Júpiter en especial) incorporaron algo del material gaseoso de la envoltura nebular para formar sus atmósferas. Esta es la razón por la cual tienen mucha más masa que los planetas interiores (Júpiter es más masivo que el resto de planetas juntos.) Los planetas gigantes (una vez más, Júpiter en particular) comenzaron a expulsar y desviar gravitacionalmente a los cometas en todas las direcciones. La mayoría (quizás mas de un billón de ellos) abandonaron volando el sistema solar para hoy residir en lo que llamamos la “Nube de Oort” de cometas (llamadas así en honor de Jan Oort, astrónomo holandés que fue el primero en dar esta hipótesis). Afortunadamente para la Tierra, muchos cometas también se dirigieron hacia el sol, y algunos de ellos vinieron a estrellarse contra la Tierra y el resto de planetas interiores. La mayoría de estos cometas también contuvieron las moléculas prebióticas. Estas moléculas biogénicas se formaron como resultado de unas reacciones químicas que tuvieron lugar mientras la nebulosa protosolar las protegía contra los rayos ultravioleta (UV) de las estrellas. (La luz UV se “arroja” contra las moléculas con la energía suficiente como para romper los enlaces del carbono y por ello tiende generalmente a impedir la formación de moléculas orgánicas, a menos que se las proteja con una envoltura nebular lo suficientemente gruesa. ) Por ello, muchos científicos creen hoy en día que los océanos de la Tierra tienen el aspecto de ser el resultado del impacto de unos 10.000 cometas que vinieron a estrellarse a un planeta que estaba justamente a la distancia correcta del Sol. ¿Por qué, puede usted preguntarse, es salada la mayor parte de nuestra agua? No lo era originalmente. La lluvia tardó mil millones de años en disolver todas las montañas de sal que había en tierra y ahora son parte del mar. Pero los cometas debieron también llover sobre, por ejemplo, Venus y Marte. ¿Qué le sucedió al océano de Venus? ¿A dónde se fueron los mares de Marte? Resulta que Venus estaba demasiado cerca del sol, mientras que Marte tenía una masa planetaria demasiado pequeña. ¡En el ensayo siguiente les “cambiaremos' y veremos lo que conseguimos! Entre tanto, tómese un momento para beber un agradable trago de refrescante zumo de cometa y para considerar la serie de notables acontecimientos que la trajeron hasta usted. | ||
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