Las Leónidas golpean la Luna
Esta es una conclusión tentativa de Hill Cooke, líder de la Oficina de Ambiente de Meteroritos (Meteoroid Environment Office) de la NASA, después de que su equipo observó dos Leónidas golpeando la Luna el 17 de noviembre de 2006. “Hemos visto 11 y posiblemente 12 impactos lunares desde que comenzamos monitorizar la Luna hace un año”, dice Cook. “Eso es casi cuatro veces más choques de lo que nuestros modelos de la computadora predijeron”. Si es así, esta conclusión podría influir en la planeación de futuras misiones a la Luna. Pero primero, las Leónidas: El mes pasado, la tierra pasó a través de un “campo minado” de escombros del cometa 55P/ Tempel – Tuttle. Esto ocurre todos los años a mediados de noviembre y da como resultado la lluvia anual de meteoritos Leónidas. Desde el 17 hasta el 19 noviembre tanto la Tierra como la Luna fueron salpicadas con meteoritos. Los meteoritos que golpean la Tierra se desintegran de un modo inofensivo (y maravilloso) en la atmósfera. Pero la Luna no tiene atmósfera que la proteja, entonces los meteoritos no paran en el cielo, sino que golpean la superficie. La gran mayoría de esos meteoritos son como polvo, y sus impactos apenas se sienten. Pero los escombros más grandes pueden cavar cráteres en la superficie lunar y explotar en un destello de luz y calor. Algunos destellos pueden ser vistos desde la Tierra. Durante el paso a través de el campo de escombros del Tempel – Tuttle, el equipo de Cooke preparó sus telescopios (dos reflectores de 35.56 cm localizados en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales) en la oscura superficie de la luna. El 17 de noviembre, después de 4 horas de observación, grabaron dos impactos: uno con un destello de novena magnitud en el Océano Procellarum (Océano de las Tormentas) y un destello más brillante de octava magnitud en las tierras altas lunares cerca del cráter Gauss. “Los destellos que vimos fueron son causados por meteoritos Leónidas con un diámetro de 5 a 8 cm”, dice Cooke. “Golpean con una energía entre 0,3 y 0,6 Giga - Joules”. En el lenguaje coloquial, esto es de 68,3 a 136.1 kg de TNT.
¿Cómo se obtiene tanta energía de un meteorito de 7,62 cm? “La Leónidas viajan rápido, aproximadamente a 231.746 kmph”, explica. “A esa velocidad, incluso una roca de 7,62 cm almacena una enorme energía”. En comparación, el SMART – 1 de ESA chocó contra la Luna el 2 de septiembre liberando una energía de 0,6 Giga – Joules en la superficie lunar – igual que el destello de dos Leónidas. “¡Los impactos de las Leónidas son tan energéticas como el choque de una nave espacial de 317,51 kg!” dice Cooke. Con estas últimas detecciones, el grupo de Cooke ha contado una docena de “meteoritos lunares” desde noviembre de 2005. La mayoría eran meteoritos esporádicos – es decir que no hacían parte de alguna lluvia anual como las Leónidas, sólo eran trozos aleatorios de asteroides y cometas flotando en el espacio. Cooke estima que cada cuatro horas de observación a la Luna, se ve un destello brillante causado por el impacto de un meteorito grande.
¿La solución? “Necesitamos emplear más tiempo mirando la Luna”, dice Cooke. “Con más datos, podemos trazar conclusiones más fuertes acerca de la tasa de impactos”. NASA necesita esa clase de información para decidir, por ejemplo, si es seguro para los astronautas salir a una caminata lunar durante una lluvia de meteoritos; y calcular el grosor necesario para proteger las naves espaciales y los hábitat lunares. Próximamente: La lluvia de meteoritos Gemínidas en diciembre 13 – 14. Una ves más la Tierra y la Luna serán salpicadas con meteoritos – esta vez del asteroide 3200 Phaethon. Dice Cooke, “Estaremos observando”. Autor: Dr. Tony Phillips | |||||
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