¿ Porqué no vamos allí ?El momento de la Enseñanza
El capitán Picard y su tripulación capturaron las mentes y los corazones de muchos televidentes a medida que exploraban el universo visitando mundos extrasolares y conociendo a exóticos alienígenas – todo ello sin hacer ningún daño. La velocidad de deformación lo hizo posible. ¡Ah, viajar a la velocidad ultra cósmica! ¡No quisiera cada uno de nosotros ser capaz de comandar una nave espacial para saltar a través de la galaxia y dar la orden: “Adelante”! Yo, por supuesto, pero hasta ahora, nadie más que Hollywood ha logrado encontrar como hacerlo.
Pueden existir numerosas civilizaciones inteligentes en planetas por toda nuestra galaxia. Esa es la hipótesis que empuja a la investigación de SETI. Buscamos evidencia de tecnología extraterrestre utilizando telescopios ópticos y de radio para buscar señales que emanen de otros mundos civilizados. Estos lugares están lejos, muy lejos. Pero, cuando uno comenta esta búsqueda con niños de escuela, a menudo simplemente preguntan: “¿Por qué no vamos ahí?”| A menudo, la mejor enseñanza y aprendizaje ocurren cuando se hace una buena pregunta y se analiza. La respuesta fácil es que “está demasiado lejos“. ¿Qué significa “demasiado lejos” para un alumno de sexto año que se imagina a sí mismo en el puente de mando del Enterprise, en busca de vida inteligente en mundos lejanos? Sus padres le pueden haber dicho lo mismo respecto de ir a Disneylandia en el fin de semana. En ambos casos, el tiempo que toma no amerita el viaje. Así que, pueden los temas de los viajes espaciales a mundos lejanos hacerse “reales” o al menos comprensibles cuando preguntan, “¿porqué no vamos ahí? Nuestro universo es inconcebiblemente vasto cuando se compara a nuestra pobre experiencia humana y percepción. Si le agregamos la fantasía futurista de la tecnología de Viaje a las Estrellas, se convierte en modestamente manejable en nuestra sala – por cortesía de los estudios de animación de Hollywood. Pero, para obtener un conocimiento de la vasta escala de nuestro universo, aún nuestra localización en el sistema solar, requiere de un proceso más reflexivo, en lugar de saltar a la simple solución de decir “adelante” y ya estamos ahí en el tiempo en que preparamos un te. Ya sea en aulas de escuela o en la casa, una buena enseñanza y aprendizaje va conectada con experiencias compartidas. Por ejemplo, al pensar en viajar a otros mundos, simplemente comencemos desde casa y calculemos el tiempo de viaje a Disneylandia, la Luna, Marte, la estrella más cercana y el sistema planetario extrasolar más cercano. Vayamos de lo familiar a lo no familiar. Escoja algunos medios de transporte comunes: caminar, montar en bicicleta, conducir un coche deportivo, pilotar un jet, pilotar un módulo espacial, o pedir autostop (aventón) en una sonda planetaria como la Pioneer 10, Voyager I ó Voyager II. Entonces considere el tiempo que tomaría llegar a su destino. Las naves Pioneer y Voyager son los primeros vehículos humanos lanzados fuera de nuestro sistema solar hacia las estrellas y están escasamente más allá de Plutón después de un par de décadas. El problema es tiempo – igual que conducir por California buscando Disneylandia. No es lo lejos que esté, si no que es el tiempo que toma para llegar ahí lo que importa. Por ejemplo, si yo caminara hasta Disneylandia (587 kilómetros de mi casa) a un paso de 40 kilómetros por día, llegaría ahí en alrededor de dos semanas. Si voy en bicicleta a 160 kilómetros por día, podría llegar allí en menos de 4 días y puedo manejar el coche en un poco más de 6 horas. O puedo volar en una hora. Disneylandia es un destino real para los medios comunes de transportación. ¿Qué tal la Luna? A los astronautas del Apolo les tomó dos días llegar en una nave espacial. La Luna está a 386.000 kilómetros de distancia. Los niños caminan mucho. Saben cuanto les toma caminar hasta la escuela. Si caminaran a la Luna como yo lo hice a Disneylandia, estarían caminando trabajosamente por alrededor de 9600 días (más de 26 años) sólo de ida. Volando en un avión comercial (promedio de 800 kilómetros por hora) el viaje sólo tardaría 480 horas (20 días) – nuevamente, sólo de ida. El transportador espacial no está diseñado para ir a la Luna, pero si fuese, podría llegar ahí en sólo poco más de medio día a su velocidad promedio de 28286 Km. /hr. Un rayo de luz, o una señal de radio, tardan menos de 2 segundos en viajar de la Tierra a la Luna. Y la Luna es el objeto natural más cercano de la Tierra, salvo los ocasionales asteroides. Todo lo demás está muchísimo más lejos. Ahora consideremos viajar a otra estrella. El sistema estelar más cercano es Próxima de Centauro a unos 4.2 años luz de distancia. Un año luz son 9.46 billones de kilómetros – 9,461,000,000,000 de kilómetros – la distancia que recorre la luz en un año a la velocidad de casi 300,000 kilómetros por segundo. Eso pone a Próxima de Centauro a unos 40 billones de kilómetros de distancia. A la velocidad del trasbordador espacial estaría zumbando por el espacio alrededor de 1400 millones de años... de ida. Si doblásemos la velocidad – más o menos la velocidad del Voyager al estar saliendo el sistema solar – el tiempo de viaje disminuiría a la mitad a alrededor de 750 millones de años. Si queremos explorar un sistema planetario conocido, tenemos que mirar mucho más allá. Los 110 sistemas planetarios extrasolares conocidos se encuentran alrededor de estrellas relativamente cercanas; la más cercana es Ypsilon Erídano a tan sólo poco más de 11 años luz de distancia. Tiene un par de planetas, pero no es un lugar adecuado para la vida. Un sitio más interesante para visitar sería Ypsilon Andrómeda, una estrella del tipo solar a 44 años luz de distancia que tiene 3 planetas. Ahora bien, ¿cuanto tiempo tomaría ese viaje? A primera vista, parece que el problema es nuestra tecnología: No estamos yendo lo suficientemente rápido. Aunque cierto, hay algo más fundamental que, hasta la fecha, la física de alta potencia no ha logrado resolver. El problema es que aparte de Hollywood, no hemos aprendido a violar el límite universal de la velocidad, la velocidad de la luz. No podemos viajar más rápido que la luz y ni siquiera cerca de ella. Así que, ¿cuál es la cosa más rápida en la galaxia? Un rayo de luz. Pero aún a la luz le toma tiempo para viajar a la Tierra desde estrellas lejanas. Una señal de radio (una forma de luz) desde una estrella a 50 años luz de distancia le toma 50 años en atravesar el espacio hasta la Tierra. Así que, hasta la información codificada en energía electromagnética (verbigracia, luz, microondas, radio, UV, etc.), toma tiempo en viajar a través del universo. Y para las partículas de materia (átomos, humanos, naves espaciales) ese viaje a velocidades menores, les toma mucho más tiempo. El tiempo de viaje es el corazón de la simple respuesta a “¿Porqué no vamos ahí?” Pero, a medida que trabajamos hacia la invención de naves espaciales que vayan a las estrellas en viajes que duren generaciones, o aún para alcanzar nuevos entendimientos de la física que permitan medios más rápidos de viajes espaciales, la información sigue llegando continuamente a nuestros telescopios de todas partes del distante universo. Llega aquí desde estrellas cercanas y distantes en nuestra propia galaxia y de las galaxias más allá. Para los astrónomos, la luz de todo tipo de longitudes de onda es información a ser acumulada y analizada, para ser tamizada en busca de señales de mundos lejanos y ser estudiada para encontrar evidencia de distantes civilizaciones inteligentes. No tenemos que “ir ahí” para descubrir otros mundos, otras cosas. Simplemente tenemos que buscar las señales dentro del constante flujo de datos que llegan diariamente a la velocidad de la luz.
| ||||
(c)2002-2006 Astroseti.org Los contenidos pueden utilizarse siempre que se mencione la fuente y se enlace al artículo en nuestro servidor. Para usos comerciales es necesario solicitar autorización. |