Tormentas de Radio en JúpiterEl gigantesco Júpiter es una fuente de extraños ruidos radiales
Esos son los sonidos de Júpiter. En Júpiter no hay ballenas ni pájaros carpinteros. No hay playas. Pero de todos modos Júpiter envía esos sonidos hacia la Tierra. Emergen de los altoparlantes de las radios de onda corta durante las ocasionales e intensas tormentas radiales del gigante gaseoso, causadas por radio-láseres naturales cerca de los polos magnéticos del planeta. Mucho radioaficionados han escuchado estas tormentas, tarde en la noche cuando Júpiter se encuentra alto en el cielo.| Ahora todos podemos escucharlas también, en línea, gracias a un audio enlace en vivo con el Radio Observatorio de la Universidad de Florida, financiado por la NASA. No muy lejos del sinuoso Río Suwanee en Florida central, hay una formación de extrañas antenas: carpas indias en espiral y desgarbadas direccionales. Cada noche son dirigidas hacia Júpiter, monitoreando al planeta en busca de explosiones de radio en la banda de frecuencias de 18 a 32 MHz. Sensitivos receptores traducen las ondas de radio del planeta a sonidos de audio. Durante una fuerte tormenta, el cuarto de control del observatorio se llena de ecos de extrañas cacofonías. Elija uno de estos enlaces para escuchar: baja velocidad para módems o mayor velocidad para conexiones DSL. Además de los genuinos sonidos (ejemplos) de Júpiter, es posible que se escuchen voces humanas y música de estaciones de radio terrestres. Intente escuchar los días 22 de febrero (de medianoche a 2 a.m. EST), 23 de febrero (2 a 4 a.m. EST), y 1 de marzo (3 a 4 a.m. EST). Estas son fechas en las que se esperan algunas tormentas. Visite SpaceWeather.com para un calendario más completo.
Las tormentas jovianas, observadas por primera vez en 1955, son dirigidas hacia la Tierra por radio-láseres cerca de los polos magnéticos de Júpiter. Los láseres de la Tierra, en los laboratorios y en los salones de clase, son construcciones humanas hechas de alambres, cristales, y otros componentes electrónicos. Los radio-láseres de Júpiter son naturales, hechos de plasma (gases ionizados) y campos magnéticos. Corrientes de alta velocidad de plasma magnetizado fluyen hacia las regiones polares del planeta y emiten radioondas, un proceso conocido como “mecanismo ciclotrón máser”. Cuando este mecanismo está operando, el gigante gaseoso puede opacar incluso al Sol como fuente de radio. Los láseres reciben su energía, en parte, de la luna Io. Los volcanes de Io arrojan gas eléctricamente conductivo hacia la magnetósfera de Júpiter (la región del espacio controlada por el campo magnético del planeta), donde se reúne en una región con forma de rosquilla, el “toro de Io”. Mientras Io viaja alrededor de Júpiter, “ara” a través del toro y hace olas, como la estela de un bote.
Las emisiones jovianas de radio controladas por Io no salen en todas direcciones. El haz de radio-láser tiene la forma de un ancho cono vacío. Si la Tierra se encuentra dentro del cono, no escuchamos nada. Si se encuentra fuera del cono, tampoco escuchamos. Pero si la Tierra está en el fino borde del cono, podemos oír algunas fuertes explosiones de radio. Júpiter rota una vez cada 10 horas y el cono rota con él, como la luz de un faro. Para captar una tormenta de radio es necesario conocer 1) cuándo estará la Tierra alineada con el borde del cono, y 2) cuándo estará Io en la posición correcta para verter energía eléctrica en la zona de tormenta. Esto sucederá algunas pocas veces en las próximas semanas. Por ejemplo, los días 22 y 23 de febrero, y el 1 de marzo.
Los astrónomos profesionales estudian estas tormentas porque revelan mucho sobre Júpiter, especialmente sobre su rotación y su magnetismo. El haz de radio con forma de cono está unido al campo magnético del planeta, que emerge desde el interior de Júpiter. Al rastrear el haz de radio mientas va girando, los astrónomos han logrado medir la rotación del escondido interior del planeta con una precisión de milisegundos. La magnetósfera de Júpiter es enorme. Es aproximadamente 10 veces más ancha que la del Sol, y su cola, estirada hacia fuera por el viento solar, se extiende más allá de Saturno. Algún día, esperan los astrónomos, esta enorme magnetósfera va a dar una voltereta. El campo magnético del Sol revierte su polaridad cada 11 años; el de la Tierra también se revierte, en promedio, cada 300.000 años. Esto parece ser un comportamiento normal para las dínamos magnéticas en las estrellas y en los planetas. ¿Cuándo se revertirá el campo joviano?. Los oyentes de radio podrían ser los primeros en saberlo. Cuando el campo magnético comience a cambiar, también lo hará el haz de radio de Júpiter. La Tierra entrará en el cono en momentos inesperados, sorprendiendo a los escuchas con tormentas no agendadas. Y, quizás, los usuales golpecitos y llamadas de ballena se transformarán en algo nuevo (¿ladridos y aullidos?) a medida que el vasto campo magnético se reacomoda a sí mismo. La escucha en línea no es la única forma de sintonizar a Júpiter. La NASA sostiene también un programa educativo para muchachos (jóvenes y viejos) llamado Radio JOVE. Únase a él, y podrá comprar un equipo de radiotelescopio, construir su propio observatorio, y comenzar a escuchar desde su propio patio trasero, o desde el patio de la escuela. Picoteos. Golpeteos. Susurros. Es demasiada diversión como para solamente los profesionales. | ||||||
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