Un equipo de científicos financiado por la
NASA ha desvelado una nueva teoría que expone que los planetas ganaron las últimas porciones de sus respectivas masas gracias a un limitado número de impactos de grandes cometas o asteroides que ocurrieron hace más de 4.500 millones de años. Estos impactos añadieron al menos el uno por ciento de su masa final.
Los investigadores esperan que el estudio no sólo sirva para darnos una mejor imagen histórica acerca del nacimiento y la evolución de la Tierra, la Luna y Marte, sino que también nos permita conocer qué ha ocurrido en las etapas iniciales y medias de la formación de planetas en nuestro sistema solar.
"Nadie tiene un modelo preciso de qué fue lo que ocurrió justo al final de la formación planetaria; sólo nos hacemos una idea general, y variables como el tamaño de los cuerpos de impacto, el ritmo aproximado de los impactos, y cómo afectan éstos a la evolución planetaria son desconocidas", según afirmó
William Bottke, investigador principal del
Southwest Research Institute (SWRI) en Boulder, Colorado, para después añadir que "este estudio nos dará una mejor perspectiva de las primeras etapas de formación planetaria".
El equipo utilizó modelos numéricos así como muestras lunares traídas por los astronautas de las misiones
Apollo, además de meteoritos que se piensa que provienen de Marte para desarrollar sus hallazgos. Los científicos examinaron la abundancia de elementos como el oro o el platino en los mantos, las capas que quedan debajo de las superficies, de la Luna, la Tierra y Marte. En consonancia con estudios previos concluyeron que estos elementos fueron añadidos por un proceso llamado acreción, una adición tardía durante el crecimiento final de los planetas.
"Estos cuerpos probablemente representan los objetos más grandes que impactaron contra la Tierra desde el gran impacto que formó nuestra Luna," aseguró
Bottke. "También son los responsables de la abundancia accesible del oro, platino, paladio y otros importantes metales usados por nuestra sociedad en productos que van desde la joyería hasta los conversores catalíticos de los coches".
El resultado indica que el mayor cuerpo que impactó contra la Tierra tuvo un diámetro de entre 2200 y 3200 kilómetros, la medida aproximada de Plutón. Debido a que nuestra Luna es más pequeña que la Tierra, ésta pudo evitar este tipo de enormes proyectiles siendo golpeada por cuerpos de entre 250 y 320 kilómetros de ancho. Estos impactos debieron jugar un papel muy importante en la evolución de los dos mundos. Por ejemplo, los proyectiles que chocaron contra la Tierra pudieron ser la causa del cambio de 10 grados en la orientación de su eje de rotación, así como los que impactaron en la Luna fueron responsables de depositar agua en su manto.
"Tenemos que darnos cuenta de que igual que la idea de que el sistema Tierra - Luna debe su existencia a un solo impacto casual fue interpretada en un primer momento como algo muy radical, ahora creemos que grandes impactos fueron comunes durante las etapas finales de la formación planetaria" declaró
Bottke, a lo que añadió: "nuestros nuevos resultados nos dan una evidencia adicional de que los efectos de grandes impactos no terminaron con el evento que formó la Luna".
El artículo, titulado "Agregación Estocástica Tardía en la Tierra, Luna y Marte", fue publicado el pasado 9 de diciembre en la revista
Science. Está escrito por
Bottke y
David Nesvorny del SWRI;
Richard J. Walker de la Universidad de Maryland;
James Day de la Universidad de Maryland, la Institución Scripps de Oceanografía y la Universidad de California en San Diego y
Linda Elkins-Tanton del Instituto de Tecnología de Massachusetts. La investigación ha sido financiada por el Instituto de Ciencia Lunar de la Nasa (NLSI) y la agencia del Centro de Investigación Ames en Moffett Field, California.El
NLSI es una organización virtual que facilita la investigación interdisciplinar y en colaboración para ayudar en los programas científicos lunares de la NASA. El instituto usa la tecnología para unificar a científicos de todo el mundo además de formar equipos competentes de los Estados Unidos y otros socios internacionales. El Directorado de Misiones Científicas de la NASA y el de Sistemas de Misiones de Exploración junto con los cuarteles centrales de la agencia en Washington, financian el instituto, que es dirigido por la oficina central del Centro de Investigación Ames.
Más información:
- Página del Instituto de Ciencia Lunar de la Nasa (NLSI) (Fuente: NASA)
Artículo original:"
NASA Scientists Theorize Final Growth Spurt for Planets" (Fuente: NASA)
Bibliografía:
1. William F. Bottke, Richard J. Walker, James M. D. Day, David Nesvorny and Linda Elkins-Tanton.
Stochastic Late Accretion to Earth, the Moon, and Mars.
Science, 2010; DOI:
10.1126/science.1196874.