El primo Hobbit III: una nueva especie
Por :
05-03-2005
Los escaneos realizados en el cráneo del Homo floresiensis han acallado a los críticos.
Comparaciones con pigmeos y chimpancés
Cráneo virtual del “Hobbit”, con su cavidad cerebral resaltada.
Crédito: Kirk E. Smith |
Un modelo generado por computadora del cráneo del
Homo floresiensis, nuestro diminuto pariente, confirma que los controversiales especimenes de Indonesia representan efectivamente una nueva especie.
El estudio de la amplitud cerebral de la criatura demuestra que no era un pigmeo ni un individuo con una malformación craneana y/o cerebral, como mantenían algunos críticos.
Esto lleva a apoyar la afirmación del equipo descubridor de que el espécimen de un metro de alto pertenece a una especie diferente a la del
Homo erectus.
Un cráneo y varios huesos de ocho individuos
H. floresiensis fueron desenterrados por un equipo de investigadores de Australia e Indonesia en una caverna de la isla indonesa de Flores a lo largo de 2003 y 2004.
Reconstrucción del Homo floresiensis. |
La nueva especie, que pudo haber vivido hasta épocas tan recientes como de unos 18.000 años atrás, fue reportado el pasado mes de octubre en la revista
Nature, y generó una gran entusiasmo entre científicos y entusiastas de la antropología.
Sin embargo, un puñado de críticos cuestionó la descripción científica, y sostuvieron que los especimenes representaban una tribu de pigmeos, con al menos un miembro que mostraba deformación craneana y cerebral, una condición denominada microcefalia.
Ahora, el estudio publicado online en la revista
Science por investigadores de los EE.UU. en colaboración con miembros del equipo descubridor disipa efectivamente esa crítica.
“No tenemos ninguna duda: no es un microcéfalo”, dice la autora principal Dean Falk, una paleoantropóloga de la Universidad Estatal de Florida en Tallahassee. “Y tampoco se parece a un pigmeo”.
Un molde estrella
Los investigadores explican cómo fue utilizado un escaneo tomográfico computarizado del cráneo del
H. floresiensis para crear un molde facsímil en la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri.
Luego este molde, y en particular el área donde encaja el cerebro, fue comparado con moldes de chimpancé, de
H. erectus y de un microcéfalo europeo. También se realizaron análisis de varios otros especimenes, incluyendo pigmeos.
Homo floresiensis (izquierda) y Homo Sapiens (derecha)
Crédito: Peter Brown |
Las comparaciones demuestran que la criatura que vivió en la isla de Flores “es, definitivamente, una nueva especie”, dice Falk.
Ralph Holloway, un paleoantropólogo de la Universidad de Columbia en Nueva York, estuvo de acuerdo con esta interpretación de Falk y sus colegas. “Creo que ella realizó un buen trabajo descriptivo y que tiene razón”.
Para los miembros del equipo descubridor, esta conclusión fue una buena nueva. “Junto con toda la otra evidencia, este artículo pone bien en claro que
H. floresiensis no es un individuo aberrante con una condición patológica”, dice Michael Morwood, un arqueólogo de la Universidad de Nueva Inglaterra, Armindale, co-líder del equipo.
Morwood también estaba emocionado porque el molde de Falk parece indicar un desarrollo avanzado de los lóbulos frontales del cerebro, donde tiene lugar el razonamiento. Tal desarrollo cerebral podría ser evidencia para su teoría de que la especie era capaz de hacer o refinar herramientas de piedra, tales como las que se hallaron junto a los huesos.
NOTA: Más información sobre este tema en los artículos de Astroseti “El primo Hobbit” y “El primo Hobbit II: el extraño de Flores”
Web Site: Nature News
Artículo: “Critics silenced by scans of hobbit skull”
Autor: Rex Dalton
Fecha: Marzo 03, 2005
Para Astroseti.org: Heber Rizzo Baladán
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