Mientras realiza su larguísimo viaje a través del sistema solar, la nave Cassini-Huygens no solo transporta instrumentos científicos y cámaras sofisticadas.
Gracias a una campaña de la NASA se puso a bordo de la nave un disco DVD con las firmas de más de medio millón de personas de 81 países que expresan sus buenos deseos. Las firmas de 616 420 personas fueron grabadas en el disco y colocadas estratégicamente sobre el costado de la nave Cassini. El disco se encuentra en medio de dos piezas de aluminio y está cubierto por un parche de material térmico protector especialmente decorado.
Enviar firmas al espacio no es algo nuevo, pero nunca se había hecho a tan gran escala. Tradicionalmente las naves han transportado delgadas láminas de aluminio con las firmas grabadas de científicos e ingenieros que participaron en la creación del proyecto. Por ejemplo, la Voyager 1, que actualmente se encuentra en las afueras del sistema solar, convirtiéndose en la nave que más lejos ha viajado, transporta seis de dichas láminas y la nave Galileo que actualmente orbita Júpiter, transporta 11. Sin embargo, estas láminas pueden incluir un máximo de 900 firmas cada una; por consiguiente, no hay espacio suficiente para las firmas de las más de 8000 personas que trabajaron en la misión Cassini-Huygens.
La llegada de la era digital le dio a la NASA la oportunidad de aumentar de forma dramática el número de firmas que pueden enviarse al espacio. El invento del CD-ROM y el posterior del disco de video digital o disco versátil digital (que nosotros conocemos simplemente como “DVD”) nos brindó la solución ideal para aumentar la capacidad de almacenamiento en el espacio. De esta forma, en 1995, Richard Spehalski, por entonces Administrador de Proyecto para la misión Cassini-Hugens, decidió abrir al público la oportunidad de enviar su firma al espacio.
Al público le fascinó la idea. Un anuncio en la página web de Cassini que pedía tarjetas postales firmadas dio inicio a una inundación de correos.
“La respuesta fue impresionante”, recuerda Charley Kohlhase, en ese momento Administrador Científico y de Diseño de la Misión de la misión Cassini-Huygens. “Comenzamos a recibir cartas de todo el mundo, hasta 35 000 por semana”.
El triunfo de la campaña acabó por producir problemas logísticos y Kohlhase, que encabezaba la recolección de firmas, reclutó voluntarios de la Sociedad Planetaria con base en Pasadena para ayudar a clasificar, contar y revisar todo el correo.
“Recibíamos firmas de niños muy jóvenes que comenzaban a escribir y de gente anciana, cuyas manos ya no eran firmes”, cuenta Kohlhase, quien también diseñó la cubierta del DVD. “Muchas son las razones de tantas firmas. Algunos de nosotros soñamos con irnos del mundo y aventurarnos en el cosmos y enviar una firma es una forma de realizar ese viaje”.
La mayoría de las postales, 542 020, provenían de los Estados Unidos, pero participó gente otros 80 países, desde Ghana a Tanzania y Nueva Zelanda.
Incluso se unieron celebridades a este esfuerzo, como por ejemplo los actores Patrick Stewart y Chuck Norris. Recibimos una postal desde Australia de Mary Cassini, una descendiente lejana de Giovanni Cassini, uno de los primeros científicos que estudió Saturno y en honor a quién se nombró la misión. También se incluyeron en el DVD las firmas, sacadas de viejos manuscritos, de los dos científicos que dan nombre a la misión: Giovanni Cassini y Christiaan Huygens.
Esta campaña de cooperación para recolectar firmas duró más de un año y en mayo de 1997, cinco meses antes del lanzamiento de la nave Cassini-Huygens, se realizaron digitalmente 10 copias del DVD. Una copia está en exhibición en las Instalaciones de Operaciones de Vuelos Espaciales del JPL, ocho copias están en museos de todo el mundo y “la” copia se encuentra a mil millones de millas (más de seiscientos millones de kilómetros) de casa y acercándose rápidamente a Saturno.
Cuando llegue, la misión Cassini-Hugens comenzará una gira y una investigación científica de cuatro años en el vasto sistema de Saturno, lo que extenderá el viaje de la nave y el del impresionante número de firmas mil seiscientos millones de kilómetros extras (aproximadamente mil millones de millas).
Es una historia sorprendente acerca de cómo la cooperación internacional puede juntar a tantas personas en nuestro esfuerzo para explorar el espacio alrededor de nosotros y ser parte de muchos descubrimientos nuevos.