RESUMEN: El tempranero lanzamiento de la mañana del lunes de la primera misión orbital a Mercurio encontró un dificultoso patrón climático que eliminó lo que los operadores llaman una ventana de lanzamiento “instantánea”.
Aunque la misión se extenderá por siete años, hasta 2011, solamente hay disponibles doce segundos para lograr una trayectoria exitosa. Los controladores de la misión predicen un nuevo intento de lanzamiento en 24 horas.
Por cronista de Astrobiology Magazine
Imagen del radar de Florida del patrón de nubes durante el planeado lanzamiento del MESSENGER temprano en la mañana del Lunes.
Crédito: NASA-TV
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“Estamos fregados por esta noche”, anunció el controlador de vuelo del planeado lanzamiento del MESSENGER del lunes en Cabo Cañaveral, Florida. “Tenemos dos violaciones de clima”.
El siguiente intento para su primera misión orbital al planeta interior Mercurio sería a las 2:15:56 AM (Tiempo del Este) en la mañana del martes, si es posible un nuevo turno de 24 horas.
El equipo de clima predice la probabilidad de tiempo favorable el martes en un 30 por ciento, exactamente lo que se esperaba para el lanzamiento del lunes, cuando las tormentas tropicales todavía cubrían la parte noreste de los mapas de radar de Florida.
La ventana de lanzamiento para la misión con destino a Mercurio es lo que los planificadores de misión llaman “instantánea”, con lo que quieren significar que apenas tienen 12 segundos de disponibilidad para hacer que el cohete Delta despegue de su torre.
Llegar a Mercurio es considerado un evento complejo para ajustar su horario por parte de los planificadores de lanzamiento, debido a los más de seis sobrevuelos a la Tierra, a Venus y finalmente a Mercurio. Estos acercamientos cercanos proporcionan asistencia gravitatoria para frenar el movimiento relativo de MESSENGER en preparación para entrar en órbita. Esta trayectoria indirecta también aumenta el tiempo de misión y los requisitos de combustible.
Cuando está completamente cargado, el MESSENGER transporta un cincuenta y cinco por ciento de su peso en combustible, lo que es la misma proporción necesaria para la mucho más larga misión de la sonda Cassini, que viajó mil seiscientos millones de kilómetros hasta llegar a Saturno. La trayectoria del MESSENGER no entrará en órbita alrededor de Mercurio hasta 2011 a causa de este viaje indirecto.
Los controladores de vuelo alcanzan a un alto de la cuenta regresiva apenas 4 minutos antes de considerar perdido el día.
Crédito: NASA-TV
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Los restos de la tormenta tropical Alex todavía se mantenían sobre la plataforma de lanzamiento mientras el cohete seguía ganando potencia dentro de los últimos 4 minutos antes del lanzamiento. Si bien el tiempo había sido amenazante sobre la costa de Florida la tarde anterior, en las primeras horas de la mañana pareció disiparse y solamente una solitaria nube en forma de yunque se deslizaba sobre la costa este. Este tipo de formación de nubes se separa de las tormentas más grandes en un estado altamente cargado, propenso a la descarga de rayos. Las nubes productoras de rayos deben estar al menos a una hora de distancia para satisfacer las reglas de lanzamiento de Cabo Cañaveral.
Los patrones climáticos de primavera y verano sobre Florida comienzan con la formación de nubes en la costa oeste, por lo que los patrones de deriva como este “yunque” violan las reglas de lanzamiento de Cabo Cañaveral. El más dramático ejemplo de estos riesgos climáticos fue el lanzamiento en 1969 de la Apolo 12 hacia la Luna (véase la imagen en el banner).
MESSENGER sostenido en el cono de su nariz mientras el oxígeno gaseoso escapa de las secciones inferiores.
Crédito: NASA-TV
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Segundos después del lanzamiento, los corazones de los controladores de tierra dieron un salto cuando un rayo golpeó al cohete Saturno V y sacudió los circuitos eléctricos. El cohete pasó a través de la tormenta y reinició sus comunicaciones con tierra, pero desde entonces unas reglas estrictas sobre los patrones de nubes potencialmente cargadas se han convertido en fuertes guías de acción.
El próximo paso para los operadores de lanzamiento será extraer el oxígeno líquido de la primera etapa del cohete Delta. Se espera que mañana el tiempo permanezca dominado por la tormenta tropical Alex, pero debería permitir a los trabajadores de lanzamiento aprontar la misión a Mercurio hasta llegar nuevamente a su cuenta regresiva.
Hace tres décadas, la última misión a Mercurio fue un sobrevuelo realizado por el Mariner 10. Aproximadamente la mitad del mapa global de Mercurio, un planeta relativamente cercano, permanece desconocido para los científicos planetarios a causa de la difícil planificación que requiere el llegar tan cerca del Sol. Ahora, nuevos materiales y mejores métodos de navegación han llevado a que esta nueva misión orbital sea parte del programa Discovery de la NASA.
“Una misión a Mercurio... es nuestro más aproximado modelo sobre lo que sucede durante la formación planetaria alrededor de una estrella”, dijo Sean Solomon, Investigador Principal de MESSENGER. “Se trata de cómo construir un planeta”.