Resumen: la mayoría de los más de 120 planetas extrasolares hallados hasta el momento, son tanto o más grandes que nuestro Júpiter. Encontrar mundos rocosos como nuestra Tierra está en los límites de nuestra tecnología, pero el European Southern Observatory (Observatorio Europeo Austral) en Chile ya ha informado del hallazgo de la que hasta el momento es la más pequeña de las Super-Tierras.
Basado en un comunicado del European Southern Observatory

El European Southern Observatory en Chile. El desierto de Atacama está en el norte de Chile, a unos 1.300km de Santiago. Hay zonas de Atacama donde nunca se han registrado lluvias, y la pequeña precipitación (1cm/año) procede de la niebla.
Credito: ESO
|
Un grupo europeo de astrónomos ha descubierto un planeta sólo 14 veces mayor que la Tierra. Es el más pequeño de los planetas extrasolares descubiertos hasta la fecha, y al situarse en el límite teórico para los planetas rocosos, podría tratarse de un objeto tipo Súper-Tierra.
Urano, el menor de los planetas gigantes de nuestro sistema solar, tiene una masa similar. Sin embargo, Urano y este nuevo planeta extrasolar difieren en la distancia a la estrella madre, por lo que sus procesos de formación y estructuras deben de ser muy distintos. A tan solo 0,09 UA de su estrella mu Arae, el planeta completa su órbita en 9,5 días. Urano, por su parte, está a unas 19 UA del Sol, y recorre su órbita en 30.685,4 días terrestres (84 años).
Mu Arae, una estrella de tipo solar, está a unos 50 años luz, y se ubica en la constelación austral Ara (el Altar). De 5º magnitud, su brillo la hace observable a simple vista.
Ya habían sido descubiertos en órbita alrededor de mu Arae dos planetas del tamaño de Júpiter. El planeta designado 'b' tiene al menos 1,7 veces la masa de Júpiter y orbita la estrella a una distancia media de 1,5 UA. Tiene una órbita altamente elíptica, que recorre en 638 días. El candidato planetario 'c' es casi igual en masa a Júpiter, y se sitúa a 2,3 UA de Mu Arae. Este planeta tiene una orbita extremadamente excéntrica que completa en unos 1.300 días.
El reciente descubrimiento del planeta se hizo con el espectrógrafo HARPS en el telescopio de 3,6m del ESO en La Silla, Chile. Este espectrógrafo permite medir velocidades radiales con una precisión superior a 1 m/s.
Desde la primera detección de un planeta alrededor de una estrella distinta del Sol, los astrónomos ya saben que nuestro sistema solar no es único. Hasta el momento, sabemos de más de 120 planetas gigantes orbitando otras estrellas.

Imagen de una luna orbitando un planeta extrasolar en órbita alrededor de la estrella HD70642.
Credit:David A. Hardy, astroart.org (c) pparc.ac.uk
|
La mayoría de estos planetas son descubiertos por medidas de velocidad radial, un método observacional basado en variaciones percibidas en la luz de la estrella central, producidas por el tirón gravitatorio debido a planetas en órbita. Las medidas de variaciones de velocidad permiten a los científicos deducir las órbitas y masas mínimas planetarias.
Durante ocho noches de Junio de 2004, mu Arae fue observada repetidamente, y su velocidad radial medida con el HARPS para obtener información del interior estelar. Esta técnica “astrosismológica” estudia las pequeñas ondas acústicas que hacen pulsar periódicamente la superficie estelar. Conociendo la estructura interna de la estrella, los astrónomos esperan comprender el origen de la poco corriente cantidad de elementos pesados presentes en la atmósfera de esta estrella. Esta inusual composición química también podría proporcionarnos información sobre la historia de formación planetaria.
Los astrónomos solo pueden especular sobre la verdadera naturaleza del planeta. Se supone que los planetas gigantes se crean partiendo de la acreción de planetesimales sólidos para formar un núcleo. Una vez que éste núcleo adquiere una masa crítica, acumula gas a marchas forzadas, y la masa del planeta aumenta rápidamente. En el caso que nos ocupa, la acumulación de gas a marchas forzadas no debe haber ocurrido aún, o de otra manera el planeta sería mucho más masivo.
Este objeto es presumiblemente un planeta de núcleo rocoso, con una pequeña envoltura gaseosa de solo un décimo de su masa total. El planeta puede clasificarse como una “Super-Tierra”.

Imagen de la Tierra y la Luna tomada por la sonda Galileo
Crédito: NASA
|
El descubrimiento de este nuevo planeta muestra el potencial del HARPS para la detección de planetas rocosos en órbita corta. HARPS también podría posibilitar la detección de grandes planetas telúricos, que sólo tengan unas pocas veces la masa de la Tierra. La detección de estos objetos rocosos por el HARPS permitiría medir los radios de éstos a misiones como la COROT, Eddington y KEPLER.
La investigación ha sido remitida para publicación por la revista de astrofísica 'Astronomy and Astrophysics.' Una versión preliminar está disponible como archivo postscript. El equipo de investigadores incluye a Nuno Santos (Centro de Astronomia e Astrofisica da Universidade de Lisboa, Portugal), François Bouchy y Jean-Pierre Sivan (Laboratoire d'astrophysique de Marseille, France), Michel Mayor, Francesco Pepe, Didier Queloz, Stéphane Udry, and Christophe Lovis (Observatoire de l'Université de Genève, Switzerland), Sylvie Vauclair, Michael Bazot (Toulouse, France), Gaspare Lo Curto and Dominique Naef (ESO), Xavier Delfosse (LAOG, Grenoble, France), Willy Benz and Christoph Mordasini (Physikalisches Institut der Universität Bern, Switzerland), y Jean-Louis Bertaux (Service d'Aéronomie de Verrière-le-Buisson, Paris, France).