Resumen: En el sistema solar, el segundo lugar en número de satélites lo ocupa Saturno. Antes de la misión Cassini, se conocían 31 lunas –un número que se ha modificado desde la exitosa inserción orbital de la nave.
Basado en un informe del Instituto de ciencia espacial
Antes de la misión Cassini a Saturno, se conocían 31 lunas en su sistema de satélites. Cassini ha identificado dos más, elevando la cifra total del segundo planeta más acompañado de nuestro sistema solar (Júpiter tiene más de 60). Un reciente análisis de imágenes de la Cassini muestra una potencial tercera luna, esperando la confirmación de que se trata de un auténtico satélite en órbita en las proximidades del anillo exterior F.

Tres imágenes que muestran el movimiento alrededor del anillo F de un objeto -dentro del recuadro- que no se había observado con anterioridad.
Crédito: NASA/JPL
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Un nuevo objeto, designado temporalmente como S/2004 S 3, ha sido descubierto orbitando el
anillo exterior F de Saturno. El pequeño objeto, visible en esta película en el interior del recuadro verde, orbita el planeta a una distancia de unos 141. 000 kilómetros (86.420 millas) del centro de Saturno. Su naturaleza, de luna ó de apelotonamiento (típico del anillo F), aún se desconoce.
La película es una secuencia de 3 imágenes tomadas por la cámara de ángulo estrecho de la nave Cassini, el 21 de Junio de 2004. Las imágenes se tomaron a intervalos de ocho minutos durante un lapso de dos horas y cuarto. Cada imagen fué realzada para mostrar la presencia del nuevo objeto.
• Ver la galería de imágenes de Cassini y el carrusel de diapositivas.
Los anillos F de Saturno.
Crédito de imagen: NASA/JPL
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Las dimensiones del objeto se estiman entre cuatro y cinco kilómetros (dos a tres millas). Dado a su pequeño tamaño no está bien resuelto en las imágenes y se muestra como un débil punto de luz apenas visible sobre el ruído de fondo. En estas imágenes, que son parte de una secuencia diseñada específicamente para búsqueda de nuevas pequeñas lunas en el sistema interior de Saturno, no se han eliminado los artefactos, pero su contraste ha sido aumentado notablemente para mejorar la visibilidad. En consecuencia, los anillos principales aparecen sobreexpuestos y se aprecian claramente impactos de rayos cósmicos y patrones de ruído. La escala de la imagen es de aproximadamente 40 kilómetros (25 millas) por pixel
Un nuevo anillo de materia, S/2004 1 R, en la órbita del satélite Atlas de Saturno, es visible en esta imagen de la región entre los límites de los anillos A y F de Saturno. Crédito: NASA/JPL
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Del anillo F ya sabemos que está modelado por la acción gravitatoria de las lunas situadas en los límites interior y exterior del mismo. La tercera y cuarta lunas más interiores de
Saturno se revelaron inesperadamente como “pastores gravitatorios”. La luna interior Prometeo y la luna exterior Pandora utilizan su atracción gravitatoria para delimitar el anillo más exterior de
Saturno. Si cualquiera de los trozos de hielo y roca que componen el anillo F de Saturno quisiera descarriarse, la partícula sería colocada de nuevo en su lugar mediante el tirón gravitatorio al paso de una de estas lunas. Esta complicada interacción crea una estructura en el anillo con dos estrechos filamentos entrelazados, y varios apelotonamientos poco comunes. Aún está por ver si este nuevo objeto es también un satélite pastor. Ya que la órbita de Prometeo es interior al anillo, y Pandora orbita por fuera del anillo manteniendo su forma, es probable que el nuevo objeto también contribuya de alguna manera a la capacidad de Pandora para delimitar la delicada estructura del anillo F.
Como un hito para conciliar astronomía teórica y observacional, los científicos predijeron que un anillo aún desconocido debería aparecer en esa posición, y sólo en 1980 se pudo confirmar la hipótesis del anillo F de Saturno durante el paso de la Voyager I por este planeta. El orden de las letras de la A a la F proviene de la secuencia histórica de descubrimiento de las divisiones de los anillos, y no guarda clara relación con su distancia a Saturno. En el caso de los delgados anillos F y G, los últimos huecos en descubrirse, estos se sitúan en la parte externa del sistema A hasta D, más prominente