Fecha original : 2004-11-10
Traducción Astroseti : 2004-11-20
Traductor : Liberto Brun Compte
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Artículo original en inglés
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Brillante nube de mucha duración detectada en Urano
Dra. Kathy Rages – Instituto SETI
Dra. Heidi B. Hammel del Instituto de ciencia Espacial Ames de la NASA
Karen Randall – Instituto SETI
Crédito Imagen: M. Showalter/Stanford/STScI
La superficie del planeta, considerada simplemente como una bola, nos revela características distintivas muy intrigantes.
Mountain View, CA, 10 de Noviembre del 2004 – Las imágenes de Urano obtenidas por el Telescopio Espacial Hubble y el Observatorio Keck han revelado la existencia desconocida anteriormente de la presencia de una nube brillante que ha permanecido dentro de la atmósfera del planeta por más de un año. Esta gran nube aparece como una mancha blanca brillante y ha sido detectada en el hemisferio sur del planeta. Los esfuerzos de investigación fueron llevados a cabo por Kathy Rages, directora de Investigaciones con el Instituto SETI en Mountain View, CA.|
“El clima en Urano parece asemejarse al del Medio Oeste Americano – se vuelve más interesante a medida que se acerca el equinoccio”, dijo Rages quien, con sus colegas Mark Showalter de Stanford University y Heidi B. Hammel del Instituto de Ciencia Espacial en Boulder, CO, han estado estudiando a Urano con el Telescopio Espacial Hubble (HST)
“Cuando la nave espacial Voyager 2 voló cerca de Urano en 1986, el planeta parecía como una bola azul de billar. Después de una gran cantidad de procesado de imágenes pudieron definirse diez nubes. Muchos astrónomos decidieron que la atmósfera de Urano era muy poco interesante”, dijo Hammel, quien ha estado observando a Urano con el telescopio de 10 metros del Observatorio W. M. Keck en la cima del Mauna Kea en Hawai. “Ahora podemos darnos cuenta que no es cierto, o que al menos no siempre es cierto”.
Esta nube, nombrada como “la Gran Mancha a 37º S”, ó GS-37S, nota del traductor: (GS es por las iniciales en ingles de Great Spot) se extiende alrededor de 2000 kilómetros en dirección norte-sur y de 2 a 3 veces en dirección este-oeste. Durante los pasados 18 meses, GS-37S ha cambiado repetidamente de brillo y en el grado en que se deriva en dirección oeste, dentro de la atmósfera de Urano. Los cambios en brillo pueden suceder en el lapso de unos días, mientras que el grado de desvío varía en escala de tiempo entre un mes o dos.
Urano es el séptimo planeta desde el Sol y es uno de los cuatro planetas gaseosos gigantes de nuestro sistema solar, formado predominantemente de helio e hidrógeno. Su órbita alrededor del Sol tarda 84 años terrestres, aunque su día solo tiene una duración de tan solo 17.24 horas. Una curiosidad de Urano es que su eje está casi horizontal, en lugar de estar primordialmente vertical con respecto al plano de su órbita. Esta inclinación puede ocasionar que sus días de verano tengan una duración de más de 40 años terrestres.
HST observó a Urano en 1994, 1997, 2000-2002 y 2003-2004. En función de estaciones de la Tierra, este lapso de diez años corresponde apenas a lo que es el mes de Febrero y principios de Marzo. En el 2003 y 2004, también se observó a Urano con el telescopio de 10 metros de Keck, usando ópticas adaptadas para compensar los efectos de la atmósfera de la Tierra y poder obtener una resolución parecida a la del HST.
A través de todo el período de observación con el HST, la característica más prominente en longitudes de onda mayores de 600 nanómetros – donde el metano absorbe la luz significativamente – se ha visto una capa polar brillante al sur de los 45 grados de latitud sur. Comenzando en 1997, las observaciones de manchas brillantes discretas – nubes – se volvieron más comunes. Pero las manchas más brillantes se encontraban en el hemisferio norte. En el hemisferio sur, algunas veces se veían nubes difusas justo al norte de la zona polar. Pero debido a que las observaciones ocurrían con un año o más de diferencia, no había manera de estimar que tan rápidamente se formaban estas nubes o bien que tanto tiempo duraban.
“Ahora que GS-37S ha sido observada en siete ocasiones diferentes dentro del lapso de un año, pueden estar más seguros de que se trata de una característica de larga duración”, dijo Rages.
A medida que Urano se mueva hacia su equinoccio en el año 2007, Rages, Hammel y Showalter estarán vigilando el clima de vientos en el planeta y tratando de adivinar que es lo que les depara el futuro. “Basados en imágenes históricas de Urano y los resultados más recientes del HST y del telescopio Keck en Hawai, estamos comenzando a sospechar que nuestra visión del equinoccio del planeta puede diferir de lo que suponíamos hace un año”, dijo Hammel, “pero los detalles son un secreto de Urano – por el momento”.
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