
El meteorito carbonáceo Murchison, cuya imagen aparece aquí, cobija algunos componentes orgánicos relacionados con los azúcares. Crédito: Servicios Meteoríticos de Nueva Inglaterra.

Los impactos de meteoritos pudieron haber sembrado las semillas de la vida en la Tierra hace miles de millones de años.
Crédito: Don Davis
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Por: Kathleen Burton
El descubrimiento por un científico de la NASA de azúcar y varios compuestos orgánicos relacionados en dos meteoritos carbonaceos, provee la primera evidencia de que otro elemento básico de la vida en la Tierra puede haber venido del espacio exterior.|
El descubrimiento por un científico de la NASA de azúcar y varios compuestos orgánicos relacionados en dos meteoritos carbonaceous, provee la primera evidencia de que otro elemento básico de la vida en la Tierra puede haber venido del espacio exterior. Un meteorito carbonaceo contiene carbono como uno de sus principales contituyentes.
Previamente, los investigadores habían encontrado en meteoritos otros compuestos orgánicos, compuestos basados en carbono, que juegan papeles importantes en la vida en la Tierra, tal como aminoácidos y ácidos carboxílicos, pero no azúcares. La nueva investigación se detalla en el artículo publicado en la revista Nature del 20 de Diciembre “Meteoritos carbonaceos como fuente de compuestos orgánicos relacionados con azúcares para la Tierra primitiva”, firmado por el Dr. George Cooper y colaboradores del Centro de Investigación Ames de la NASA en Moffett Field, California.
Según Cooper, “el encontrar estos compuestos ayuda a nuestra comprensión acerca del material orgánico que podría estar presente en la Tierra antes de que la vida comenzara. La química de azúcares parece estar presente en la vida tan atrás como nuestros más antiguos registros”.
Investigaciones recientes utilizando las proporciones de isótopos de carbono han datado el comienzo de la vida en la Tierra en hace 3.8 miles de millones de años, dice. Los isótopos son átomos de un compuesto cuyo núcleo tiene el mismo número de protones pero diferente número de neutrones (por lo que difieren en masa atómica).
Hay científicos que siempre han pensado que meteoritos y cometas juegan un papel en el origen de la vida. Cayendo sobre la Tierra durante los periodos de bombardeo más intenso, hace entre 3.8 y 4.5 miles de millones de años, trajeron con ellos los materiales que podrían haber sido críticos para la vida, como el oxígeno, el azufre, el hidrógeno y el nitrógeno. Los azúcares y los compuestos relacionados descubiertos por Cooper, colectivamente denominados “polioles” son críticos para todas las formas conocidas de vida. Actúan como componentes de los ácidos nucleicos, ARN y ADN, como constituyentes de las membranas celulares y como fuentes de energía. “Este descubrimiento muestra que es altamente probable que la síntesis orgánica critica para la vida haya tenido lugar en todo el universo”, dice Kenneth A. Souza, director en funciones de astrobiología e investigación espacial en el Ames.”Así, en la Tierra, puesto que ya existen los otros elementos críticos, la vida puede florecer”.
Cooper identificó un pequeño azúcar llamado “dihidroxiacetona” y varias sustancias semejantes a azúcares, conocidas como ácidos y alcoholes orgánicos, en el estudio de los meteoritos Murchinson y Murria. Todos ellos son importantes para la vida hoy. También encontró un alcohol orgánico, glicerol (también conocido como glicerina), que se usa por todas las células contemporáneas para construir sus paredes celulares. Además, Cooper descubrió evidencia preliminar de otros compuestos que pueden contener azucares más grandes, como la glucosa, críticos en el metabolismo celular.
Todavía quedan muchas incertidumbres acerca de la química que existía antes del origen de la vida en la Tierra, dice Cooper. “Lo que hemos encontrado podría sólo ser interesante química espacial, y los polioles podría ser sólo parientes de los compuestos que de hecho dieron lugar a la vida.” Concluye que es esencial más investigación en los meteoritos para determinar la significación de estos descubrimientos.
El meteorito Murchison, encontrado en Australia en 1969, es un ejemplo famoso de meteorito carbonaceo que contiene numerosos aminoácidos y una variedad de otros compuestos orgánicos de los que se piensa tomaron parte en el origen de la vida. El metorito Murria, que cayó en la Tierra en 1950, es similar al Murchison en su contenido orgánico.
El programa Exobiología de la NASA financia esta investigación.