Resumen: Inyectar “supergases” sintéticos para provocar el efecto invernadero en la atmósfera de Marte podría elevar lo suficiente la temperatura del planeta como para derretir los casquetes polares y crear las condiciones apropiadas para la vida. De hecho, un equipo de investigadores sugiere que la introducción del calentamiento global en el planeta rojo podría ser el mejor método para calentar su gélido paisaje y convertirlo en un futuro mundo habitable.
basado en un informe de AGU

"Creo que los ingredientes de la biosfera (de Marte) deberían ser marcianos. Sería la situación más interesante”. -Chris McKay
Fuente de la imagen: Universidad de Arizona
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Inyectar “supergases” sintéticos para provocar el efecto invernadero en la atmósfera de Marte podría elevar lo suficiente la temperatura del planeta como para derretir los casquetes polares y crear las condiciones apropiadas para la vida. De hecho, un equipo de investigadores sugiere que la introducción del calentamiento global en el planeta rojo podría ser el mejor método para calentar su gélido paisaje y convertirlo en un futuro mundo habitable.
Margarita Marinova, del Centro de Investigación Ames de la NASA (Ames Research Center), y sus colegas, proponen que el mismo tipo de interacciones atmosféricas que han llevado al reciente calentamiento de la superficie de la Tierra podría utilizarse en Marte para crear otro entorno biológicamente acogedor en el sistema solar. En la publicación de febrero de la Revista de Investigación Geofísica – Planetas (Journal of Geophysical Research-Planets), publicada por la Asociación Geofísica Americana (American Geophysical Union), los investigadores indican que la absorción de energía térmica y los efectos potenciales en la temperatura de la superficie derivados de la introducción artificial de gases causantes del efecto invernadero serían lo bastante fuertes como para disolver el dióxido de carbono y el hielo de Marte.

"Creo que cada vez es más evidente que hay un gran inventario de agua en Marte”."-Lisa Pratt
Fuente de la imagen: NASA
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“Llevar vida a Marte y estudiar su desarrollo contribuiría a incrementar nuestra comprensión tanto de la evolución como de la habilidad de la vida para adaptarse y extenderse en otros mundos”, señala Marinova. “Puesto que el calentamiento de Marte nos transporta a su pasado más habitable, se daría a cualquier posible vida latente la oportunidad de despertar e incluso desarrollarse”.
Los autores apuntan que los gases creados artificialmente – y que serían aproximadamente 10.000 veces más efectivos que el dióxido de carbono- podrían producirse de tal forma que mantuvieran una esperanza de vida excepcionalmente larga en ese entorno con efectos nocivos mínimos en los organismos vivos y en la capa de ozono. Se ha creado un modelo informático de la atmósfera marciana y se han analizado cuatro de los gases considerados mejores candidatos para esta misión, individualmente y de forma combinada.
El hombre, la máquina y el entorno hacia el cambio. Fuente:ESA
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El estudio se centró en los fluoruros, compuestos por elementos fácilmente accesibles en la superficie de Marte, y que son conocidos por su eficacia en la absorción de energía térmica infrarroja. Se descubrió que un compuesto conocido como octafluoropropano, cuya fórmula química es C3F8, producía el calentamiento más significativo, y que su combinación con diversos gases similares lo aumentaba aún más.
Los investigadores predicen que, añadiendo aproximadamente 300 partes por millón de la mezcla de gases en la atmósfera Marciana - el equivalente a unas dos partes por millón en una atmósfera similar a la de la Tierra- se desencadenaría un efecto invernadero descontrolado, generándose una inestabilidad de los casquetes polares que evaporaría lentamente el dióxido de carbono congelado de la superficie del planeta. También añaden que la liberación de esas crecientes cantidades de dióxido de carbono provocarían una mayor descongelación y un incremento de la temperatura global que elevaría a su vez la presión atmosférica y finalmente restablecería una atmósfera más espesa en Marte.
Un proceso como éste podría llevar siglos o incluso milenios, pero sería posible que los astronautas creasen los fluoruros en una misión tripulada puesto que las materias primas ya existen en Marte. Por otro lado sería imposible enviar cantidades de gas del orden de gigatones a Marte. Los autores concluyen que la introducción de potentes gases con el fin de provocar un efecto invernadero es la técnica más factible para elevar la temperatura e incrementar la presión atmosférica de Marte, especialmente si se compara con otras alternativas como rociar los polos con un polvo que absorba la luz del sol o colocar grandes espejos en la órbita del planeta.