Resumen: (04 de febrero de 2005). Mientras examinaba los restos aún calientes del escudo que la había protegido durante su aterrizaje hace ahora un año, el laboratorio de seis ruedas encontró un nuevo objeto de estudio: su excavación más profunda hasta el momento. La Opportunity tomó unas asombrosas imágenes del gran agujero humeante que dejó en las llanuras Meridiani.
Basado en un informe de la NASA/JPL
Área de restos del escudo térmico en el día marciano 347, o sol (14 de enero de 2005). Esta vista está tomada mirando hacia el sur, en una panorámica resultado de ensamblar cuatro imágenes tomadas por la cámara de navegación de la Opportunity. Esta cámara es el ojo derecho de un par estéreo, presentada como una proyección de perspectiva cilíndrica y corrección geométrica de las juntas entre imágenes. La pieza principal del escudo térmico está en el medio de la imagen, con su lado más pequeño situado detrás, y a la derecha la escarbadura causada por el impacto.
Créditos de la imagen: NASA/JPL
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Estas sorprendentes imágenes muestran el lugar en el que impactó el ardiente escudo del Mars Exploration Rover (Róver de Exploración Marciana) Opportunity, de la NASA. Éste es un mosaico en, aproximadamente, color verdadero, tomado por la cámara panorámica con los filtros de 750-, 530-, y 430- nanómetros.
El mosaico gráfico se tomó en el sol (día marciano) 330 de la Opportunity (28 de diciembre de 2004), un poco después de que la Opportunity alcanzara, para investigarlo, el lugar en que impactó su escudo térmico, al sur del “cráter de la resistencia”, el 24 de enero de 2004. A la izquierda, la pieza principal del escudo térmico, invertida, muestra su capa metálica de aislamiento, destelleando por la luz solar. La pieza principal se mantiene en pie con una altura de más o menos 1 metro y a unos 13 metros del róver.
La otra pieza de los restos que se ve, más delgada, más o menos en el centro de la imagen, está alejada unos 14 metros. La forma circular en el lado derecho de la imagen es el cráter que produjo el impacto del escudo térmico. Tiene unos 2,8 metros de diámetro, pero sólo tiene entre 5 y 10 centímetros de profundidad. En esta imagen el cráter está a unos 6 metros de la Opportunity. Alrededor del lugar del impacto se pueden ver fragmentos y restos más pequeños.
El impacto desenterró gran cantidad del rojizo material subterráneo. Otros materiales más oscuros cubren parte del fondo plano del cráter y forman una veta o chorro de material que apuntan a los dos fragmentos más grandes del escudo térmico.
El escudo protegió al róver durante su descenso a través de la atmósfera marciana, y se separó de él antes de que se inflaran los air-bags. Cuando llegó al suelo, se partió en dos y se puso del revés.
La Spirit ha explorado la geoquímica del cráter Gúsev. Pinche en la imagen para ampliarla.
Créditos de la imagen: NASA/JPL
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Los ingenieros esperan averiguar, mediante el instrumento de toma de imágenes microscópicas, cuán profundamente se chamuscaron las capas protectoras del escudo por la fricción con la atmósfera.
“Ha sido muy divertido para los científicos, porque sólo han tenido que sentarse y dejar que los ingenieros se rompieran el cráneo analizando las imágenes”, afirma el Investigador Científico Jefe, Steve Squyres. “Tomamos las imágenes solamente para contentar a los ingenieros”.
Los científicos esperan traer de vuelta a la tierra, en la próxima década, muestras de Marte. Actualmente, la estrategia que se sigue en la exploración de Marte consiste en mantener satélites en órbita marciana y buscar lugares en los que alguna vez haya habido agua líquida, y enviar después los róveres para echar un vistazo más de cerca. Por ejemplo, la Mars Global Surveyor detectó hematita, un mineral que a menudo se forma en presencia de agua; por tanto, los róveres de la MER se enviaron a lugares con abundancia de hematita y en los que el aterrizaje no fuera muy difícil.
La Mars Odyssey ha descubierto recientemente hielo de agua cerca de la superficie en altas latitudes, y en 2007 la Phoenix Mars Lander investigará estas regiones. Este agosto se lanzará la Mars Reconnaissance Orbiter. De sus hallazgos depende el destino del Mars Science Laboratory, cuyo lanzamiento está programado para 2009.