![El astronauta Don Pettit, oficial científico de la Expedición Seis ISS, toma fotografías de la Tierra a través de la ventana del laboratorio Destiny en la Estación Espacial Internacional (ISS). <A HREF= http://eol.jsc.nasa.gov/scripts/sseop/photo.pl?mission=ISS006&roll=E&frame=18372&QueryResultsFile=1048138731408.tsv target=_blank>[más]</A>](headlines/y2003/images/noseprints/lookout_med.jpg)
El astronauta Don Pettit, oficial científico de la Expedición Seis ISS, toma fotografías de la Tierra a través de la ventana del laboratorio Destiny en la Estación Espacial Internacional (ISS). [más]
|
Es un extraño lugar para un astrónomo. Los meteoros vuelan bajo los pies. Las auroras aparecen a unas pulgadas frente a tus narices. Las luces de la ciudad titilan, pero las estrellas no.
El astronauta Don Pettit ama cada minuto de ello.
“Siempre hay algo bueno que mirar por la ventana de la estación espacial”, dice Pettit, quien casualmente es un astrónomo amateur así como el oficial científico de la Estación Espacial Internacional (ISS).
“Últimamente hemos tenido algunas extraordinarias auroras”, describe él. “Serpentean como grandes amebas verdes reptando a través del cielo. Algunas veces hay un débil toque de rojo acodado sobre el verde. Estas luces cambian constantemente. Se arremolinan. Manchas brillantes van y vienen. Verdes burbujas se transforman en rayos dirigidos hacia arriba coronados por estructuras rojas en forma de plumas”.|
Mucho antes de irse a vivir a bordo de la estación espacial, Pettit era un ávido observador de auroras. “He estado tomando fotos de las Luces del Norte (auroras) de Alaska y Canadá”, dice él. Algunas de aquellas exhibiciones eran magníficas, pero “la vista desde la estación es aún mejor”.

Auroras sobre Canadá con el cráter de impacto Manicouagan al fondo. Las nubes y la superficie de la Tierra están iluminadas por la luz de la Luna. “Aquí en la misma foto tenemos dos interesantes fenómenos espaciales: el daño sobre la superficie de la Tierra de un impacto de asteroide y las auroras”, apunta Pettit.
|
Las auroras son causadas por electrones y fotones procedentes del espacio que llueven sobre la atmósfera de la Tierra. El viento solar, a través de un conjunto de complejas y fascinantes interacciones con el campo magnético de la Tierra, es la última fuente de energía que conduce a estas partículas hacia nuestro planeta. Cuando golpean la cima de la atmósfera, excitan átomos y moléculas y hacen al aire fulgurar. Rojos y verdes proceden del oxígeno atómico, azules del nitrógeno.
Estas coloridas luces alcanzan en altitud de 80km a 500km sobre la superficie de la Tierra. La ISS orbita nuestro planeta a unos 400km de altura, por tanto la estación espacial puede de hecho volar a través de las auroras. Sin embargo no hay peligro para los astronautas. Los electrones y fotones causantes de la aurora son miles de veces menos energéticos que los potencialmente peligrosos rayos cósmicos.
“[El pasado Enero] volamos a través de una cortina de aurora sobre Canadá”, recuerda Pettit. La estación fue rodeada por una niebla roja débilmente resplandeciente. Justo debajo había verdes ríos de luz. “Es como si hubiera sido reducido a alguna dimensión en miniatura e introducido en un tubo de neón. Y era justo al otro lado del cristal de la ventana. Quise alcanzarlo y tocarlo, pero por supuesto no pude”.

Una instantánea de la Gran Nube de Magallanes – una galaxia irregular visible desde el hemisferio sur terrestre. Créditos: NASA y Don Pettit.
|
“Después tuve que limpiar la huella de mi nariz de la ventana”.
Las auroras no son todo: “He visto un meteoro ocasional mientras miraba abajo a través de la ventana del laboratorio Destiny”, dice él. Los meteoros se desintegran en la atmósfera terrestre bajo la estación espacial, ¡así que tienes que mirar hacia abajo para verlos! “También puedes ver chatarra espacial orbitando en los alrededores. A veces parpadea debido a una regularidad que toma luz conforme rota. Y hay satélites también. Un destello de luz solar centelleando desde un satélite Iridium cerca de la Cruz del Sur de veras trajo una sonrisa a mi rostro”.
Pettit recientemente tomó algunas fotos adorables de campos de estrellas en el hemisferio sur: la Gran Nube de Magallanes (una galaxia vecina que orbita nuestra propia galaxia Vía Láctea), la Nebulosa Saco de Carbón (una nube interestelar negra como la tinta), y la Cruz del Sur.
“Estas fotos muestran lo maravillosamente estable que es la estación espacial”, dice Pettit. “Cuando la cámara está montada hacia la ventana, la ISS misma sirve como trípode. Cualquier movimiento causaría rayas en las imágenes de las estrellas”. Pero el Giróscopo del Control de Momento mantiene la posición con la precisión de una roca sólida. “No creo que la ISS fuera diseñada para la astronomía”, añade Pettit, “pero funciona muy bien como plataforma para la astrofotografía”.
Una de las cosas curiosas sobre observar el cielo en órbita es la apariencia de las estrellas. “No centellean”, dice Pettit. El centelleo es causado por irregularidades en la atmósfera terrestre que refractan la luz de la estrella de acá para allá. Pero en órbita no hay atmósfera. Las estrellas son notablemente estables y penetrantes.
Las luces de la ciudad, por otro lado, sí centellean. “Desde la estación espacial podemos ver luces de ciudad cuando es de noche debajo en el planeta”, explica Pettit. “Brillando hacia arriba a través de la atmósfera centellean como estrellas. Son preciosas”.
Cuando Pettit intentó tomar fotografías de las luces de la ciudad, pronto comprendió que no sería tan fácil como fotografiar estrellas. La estación, viajando a 17.500 millas por hora corre a toda prisa alrededor de la Tierra en solo 90 minutos. Las luces en la superficie de la Tierra se mueven demasiado rápido a través de la ventana para largas exposiciones. Las estrellas por otro lado, aparecen casi estáticas porque están muy lejos. Es como conducir en una autopista un coche veloz: las montañas distantes y los árboles no parecen moverse demasiado, pero el margen de la carretera es un trazo confuso.
!["trazador tamaño familiar" casero de Don Pettit a bordo de la ISS. <A HREF= http://science.nasa.gov/headlines/y2003/images/noseprints/tracker_big.jpg target=_blank>[más]</A>](headlines/y2003/images/noseprints/tracker_med.jpg)
"trazador tamaño familiar" casero de Don Pettit a bordo de la ISS. [más]
|
“Necesitaba algo que me ayudase a seguir la pista de las luces de cuidad, que cancelase el movimiento orbital de la estación”.
Pettit es bien conocido por sus amigos como un ingenioso fabricante de chismes, y no le llevó mucho tiempo diseñar una solución para el problema del rastreo.
“Monté un “trazador tamaño familiar” ”, dice Pettit. “Está basado en los sutiles movimientos del cardán en la cámara IMAX montada para la ventana del laboratorio Destiny. Imaginé un modo de montar un tornillo de rosca y una tuerca (recogidos de un cohete Progress) y lo atornillé con una taladradora Makita”. La taladradora gira el tornillo, que mueve la cámara y su campo de observación. “Todas estas modificaciones se sujetan sobre la montura de la IMAX y no cambian su función original de ninguna manera”, apunta Pettit.
“Compensé manualmente el movimiento de la estación mirando a través del campo de observación y girando la taladradora al mismo tiempo. Requiere un poco de práctica, pero al final aprendes a rastrear”.
Desde entonces Pettit ha fotografiado ciudades y pueblos alrededor del mundo. “Con el trazador podemos ver los bloques individuales de la ciudad –sin difuminar-“. Algunas ciudades están bien organizadas como tableros de ajedrez. Otras son más... orgánicas. Londres por ejemplo, recuerda a una reluciente tela de araña extendida a lo ancho de la vista. “De veras bonito”, dice Pettit.
![Londres, Inglaterra, fotografiado por Don Pettit desde la órbita terrestre en Febrero, 2003. <A HREF= http://eol.jsc.nasa.gov/scripts/sseop/photo.pl?mission=ISS006&roll=E&frame=22939&QueryResultsFile=1048138731408.tsv target=_blank>[más]</a>](headlines/y2003/images/noseprints/london_strip.jpg)
Londres, Inglaterra, fotografiado por Don Pettit desde la órbita terrestre en Febrero, 2003. [más]
|
Para belleza en estado puro, sin embargo, “mis favoritas aún son las auroras”, dice él. “Nunca tengo suficientes”.
Pettit está designado para permanecer a bordo de la ISS hasta Mayo. Desde ahora hasta entonces, en su tiempo libre, planea continuar tomando fotografías y enviarlas a la Tierra. Habrá más auroras, más meteoros y nubes estelares y ciudades.
Y seguramente montones de huellas de nariz sobre la ventana...