Resumen: (May. 01, 2005) Los científicos han concluido en que se está absorbiendo más energía proveniente del Sol que la que se emite nuevamente hacia el espacio, haciendo que la energía de la Tierra “se salga de balance” y caliente al globo. Científicos de NASA, de la Universidad de Columbia, Nueva York, y del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, Berkeley, California, utilizaron satélites, datos de boyas y modelos computacionales para estudiar los océanos terrestres. Confirmaron el desbalancc energético utilizando mediciones precisas del aumento del contenido calórico del océano a lo largo de los últimos diez años.
Basado en un informe de la NASA

La vida en el límite. El polo sur visto desde el espacio.
Crédito: NASA
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Los científicos han llegado a la conclusión que se está absorbiendo más energía del Sol que la que se está emitiendo hacia el espacio, poniendo a la energía de la Tierra “fuera de balance” y calentando el globo.
Científicos de la NASA, de la Universidad de Columbia, Nueva York, y del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, Berkeley, California, utilizaron satélites, datos de boyas y modelos computacionales para estudiar los océanos terrestres. Confirmaron el desbalancc energético utilizando mediciones precisas del aumento del contenido calórico del océano a lo largo de los últimos diez años.
El estudio revela que el desbalance de la energía de la Tierra es muy grande según los estándares de la historia del planeta. Este desbalance es de 0,85 vatios por metro cuadrado. Ésto causará un calentamiento adicional de 0,6 grados centígrados hacia fines de este siglo.
Para comprender la diferencia, piénsese en una lámpara de luz de 1 vatio brillando sobre un área de un metro cuadrado. Aunque no parece mucho, sumando el número de metros alrededor del planeta se crea un gran efecto. Para colocar este número en perspectiva, un desbalance de un vatio por metro cuadrado, mantenido por los últimos diez mil años, sería suficiente como para fundir una cantidad de hielo equivalente a un kilómetro sobre el nivel del mar, si es que hubiera tanto hielo.

Opciones terrestres para un clima primigenio. La Tierra primitiva, ¿bola de nieve, caldero o templada?.
Crédito: NASA
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“El desbalance de energía es una consecuencia esperada del aumento de la contaminación atmosférica, especialmente del bióxido de carbono, del metano, del ozono y de las partículas negras de carbón. Estos contaminantes bloquean la radiación calórica de la Tierra y evita que escape hacia el espacio, y aumentan la absorción de la luz solar”, dijo Jim Hansen del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, Nueva York. Hansen es el autor principal del nuevo estudio, que se publica en el número de esta semana de la revista científica Science Express.
A medida que la Tierra se calienta, emite más calor. Finalmente, la Tierra recobrará su balance, si las emisiones de gases de invernadero se mantienen en los mismos niveles de la actualidad. Los científicos saben que al océano le toma más tiempo para calentarse, que a la tierra firme. Esa demora en la respuesta oceánica tiene consecuencias prácticas. Significa que ya tenemos a la vista un calentamiento global adicional de aproximadamente medio grado centígrado. Aún si no aumentaran los gases producidos por el hombre, el clima continuaría calentándose en esa cantidad a lo largo del próximo siglo.
De una vida total de unos 12 mil millones de años, la era de las plantas y de los animales durará únicamente unos mil millones de años.
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Las temperaturas más cálidas de las aguas mundiales afectan también otras cosas. “Las aguas más cálidas incrementan la probabilidad de desintegración de las capas de hielo y del aumento del nivel del mar durante este siglo”, dijo Hansen. Desde 1993, los niveles marinos han sido medidos por altímetros satelitales. Los datos han mostrado que se han elevado en aproximadamente 3,1 centímetros por década.
Aunque 3,1 centímetros es un cambio pequeño, la tasa de incremento es el doble de grande con relación al siglo anterior. Hay retroalimentaciones positivas que entran en juego, a medida que aumenta el área de descongelamiento. Los investigadores han concordado en que el monitoreo de las capas de hielo y del nivel del mar es necesario para asegurarse de que el sistema se encuentra balanceado.