
Esta concepción artística representa simbólicamente las moléculas orgánicas complejas, conocidas como hidrocarburos policíclicos aromáticos, vistos en el universo primigenio. Estas grandes moléculas, compuestas por carbono e hidrógeno, están entre las que se consideran los bloques de construcción de la vida.
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Por: David Morrison
Científico Senior del NAI
Este artículo está basado en una comunicación a la prensa por parte de JPL/NASA del día 28 de Julio del 2005, donde se informa que el Telescopio Espacial Spitzer ha encontrado los ingredientes para la generación de vida hasta tiempos remotos de cuando el universo aún era muy joven.|
Usando el Spitzer, los científicos han detectado moléculas orgánicas en galaxias vistas del modo como eran cuando el universo apenas tenía una cuarta parte de su edad actual de alrededor de 14 mil millones de años. Estas grandes moléculas, conocidas como hidrocarburos policíclicos aromáticos (PAH en inglés), están formadas por carbono e hidrógeno. Estas moléculas son de las más estables entre los hidrocarburos.
Las moléculas de PAH son muy comunes en la Tierra. Forman materiales con base carbono que no son quemados completamente. Podemos encontrarlos en los tubos de escape de los coches y de los aeroplanos, así como en hamburguesas asadas al carbón y en tostadas de pan quemadas. Las PAH’s son una de las mayores formas del carbono en el espacio entre las estrellas, ampliamente observadas por los astrónomos dentro de nuestra propia galaxia.
El Telescopio Espacial Spitzer es un observatorio de infrarrojos en una órbita solar (heliocéntrica) paralela a la órbita de la Tierra. Se aprovecha de su ubicación en el espacio para observar porciones del espectro de infrarrojos que están bloqueadas por la atmósfera de la Tierra. Igualmente funciona a muy baja temperatura, reduciendo el ruido de fondo para así obtener una excepcional alta sensibilidad. Para más información sobre Spitzer ver:
aquí.
El Spitzer es el primer telescopio en detectar estas moléculas de PAH a distancias muy grandes. “Esto es 10 mil millones de años más atrás en el tiempo, de lo que hayamos visto antes”, dijo el Dr. Lin Yan del Centro de Ciencia Spitzer en el Instituto de Tecnología de California en Pasadena, Calif. El Dr. Yan es el autor que encabeza un estudio que se publicará en la edición del 10 de Agosto de la revista de Astrofísica (Astrophysical Journal) La alta sensibilidad del Spitzer permite una detección directa de productos orgánicos a tan grandes distancias.
Como la Tierra tiene aproximadamente 4500 millones de años de antigüedad, estos materiales orgánicos existieron en el universo mucho antes de que nuestro planeta y nuestro sistema solar se formasen. El Spitzer encontró PAHs en galaxias donde habían ocurrido intensas formaciones de estrellas durante un período corto de tiempo. Estas “explosiones de luz” de galaxias son casi invisibles en las imagines ópticas debido a que se encuentran a muy grandes distancias y contienen grandes cantidades de polvo absorbente de luz. Pero el mismo polvo arde brillantemente en la luz infrarroja y es fácilmente detectado por el Spitzer.
'Estos compuestos complejos nos cuentan, que para cuando nosotros vemos estas galaxias, ya se han formado varias generaciones de estrellas”, dijo el Dr. George Helou del Centro de Ciencia Spitzer y coautor del estudio. “Los planetas y la vida tuvieron muchas ocasiones muy tempranas para surgir en el universo”.