Resumen:(Julio 21, 2005):Toda regla tiene su excepción. Una regla en astronomía, respaldada por evidencia considerable establece que los discos de polvo que se encuentran alrededor de estrellas nacientes desaparecen en unos cuantos millones de años. Probablemente, desaparecen porque el material se ha reunido en planetas completamente formados. Los astrónomos han descubierto la primera excepción para esta regla – un disco de polvo con una antigüedad de 25 millones de años que no muestra evidencia de formación de planeta.
Basado en un comunicado del Centro Smithsoniano de Harvard para la Astrofísica.
Crédito: David A. Aguilar (CpA)
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Los astrónomos se sorprendieron al descubrir un disco protoplanetario con una antigüedad de 25 millones de años alrededor de un par de estrellas enanas rojas que se encuentran a una distancia de 350 años luz. El movimiento gravitacional producido por el sistema binario de las estrellas (mostrado en la concepción del artista) pudo haber prevenido la formación de otro planeta.
Crédito: David A. Aguilar (CpA)
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Toda regla tiene su excepción. Una regla en astronomía, respaldada por evidencia considerable establece que los discos de polvo que se encuentran alrededor de estrellas nacientes desaparecen en unos cuantos millones de años. Probablemente, desaparecen porque el material se ha reunido en planetas completamente formados. Los astrónomos han descubierto la primera excepción para esta regla – un disco de polvo con una antigüedad de 25 millones de años que no muestra evidencia de formación de planeta.
“Descubrir este disco es tan inesperado como encontrar a una persona con una edad de 200 años,” dijo el astrónomo Lee Hartmann del Centro Smithsoniano de Harvard para la Astrofísica, CpA, (CfA por sus siglas en inglés) principal autor del escrito que anuncia el hallazgo.
El descubrimiento plantea la desconcertante pregunta de porque este disco no ha formado planetas a pesar de su avanzada edad. La mayoría de los discos protoplanetarios duran solo unos cuantos millones de años, mientras que los discos más viejos previamente conocidos tienen edades de alrededor de 10 millones de años.
“No sabemos porque este disco ha durado tanto, porque desconocemos que es lo que hace que comience el proceso de formación planetario,” dijo la co-autora Nuria Calvet del CpA.
El disco en cuestión orbita un par de estrellas enanas rojas en el sistema Stephenson 34, el cual se localiza a una distancia de 350 años luz aproximadamente, en la constelación de Tauro. La información del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA muestra que su borde interior se encuentra a cerca de 65 millones de millas de las estrellas binarias. El disco se extiende por una distancia de al menos 650 millones de millas. Material adicional pudiera estar orbitando más afuera donde las temperaturas son demasiado bajas para que las pueda detectar el Spitzer.

El Telescopio Espacial Spitzer, el cuarto y último elemento en la familia de Grandes Observatorios de la NASA.
Crédito: Ball Aerospace& Technologies Corp. 2003.
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Los astrónomos estiman que el disco recién descubierto tiene una antigüedad de cerca de 25 millones de años. Ellos calcularon la edad al hacer un modelo de las estrellas centrales que se encuentran dentro del sistema, dado que las estrellas y el disco comparten la misma edad. El aspecto mismo del disco también confirma una edad avanzada.
“El disco se mira muy diferente a la mayoría de los otros discos que hemos visto, Este disco se mira bastante más evolucionado que otros que se encuentran alrededor de estrellas más jóvenes,” dijo Hartmann.
Hartmann y Calvet tienen opiniones opuestas sobre el destino final del disco alrededor del sistema Stephenson 34.
“La mayoría de las estrellas, a la edad de 10 millones de años, han hecho todo lo que van a hacer,” dijo Hartmann. “Si todavía no formado planetas probablemente nunca lo hará”.
Calvet discrepó. Este disco aún contiene mucho gas, así que aún pudiera formar planetas gigantes.”
Ambos astrónomos enfatizan en que los debates de este tipo son una parte natural del proceso científico.
Crédito de la Imagen: NASA/Spitzer.
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La secuencia de formación del disco.
Crédito de la Imagen: NASA/Spitzer.
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“Algunas personas esperan que los científicos tengan todas las respuestas. Pero el trabajo de investigación trata de explorar los limites de lo conocido,” dijo Hartmann. “¡Eso es lo que lo hace tan emocionante!”
En el futuro, Hartmann y Calvet planean buscar más discos viejos para poder saber porque algunos discos sobreviven mucho más tiempo que la mayoría de los otros.
“Es importante encontrar mas objetos como este porque nos dan pistas sobre las condiciones que influyen en la formación de planetas,” dijo Calvet.