Resumen: (Julio 12, 2005) El Niño y La Niña juegan con las poblaciones de plantas oceánicas microscópicas llamadas fitoplancton. Ésto es lo que los científicos han descubierto utilizando datos satelitales de la NASA y un modelo de computadora.
Basado en un informe NASA / Goddard
Fitoplancton
Crédito por la imagen: Universidad de Liverpool
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El fitoplancton es la base de la cadena alimenticia marina, proporcionando la comida para los pequeños animales denominados colectivamente como zooplancton, el que a su vez alimenta a los peces y a otras criaturas. Cualquier cambio en los números del fitoplancton altera la cadena alimenticia de los mares.
El modelo de computadora mostró que durante los períodos del El Niño, las aguas cálidas del océano Pacífico occidental se dispersan sobre la mayor parte de la cuenca oceánica a medida que su desplazamiento hacia arriba se debilita en el Pacífico oriental. Este desplazamiento vertical proporciona agua fría y rica en nutrientes desde el océano profundo hasta la superficie. Cuando el desplazamiento vertical se debilita hay menos fitoplancton, haciendo más escaso el alimento para el zooplancton que se nutre de él.
Durante las condiciones de La Niña, tales como las de 1998, ocurre el efecto opuesto, ya que los vientos alisios orientales intensifican el tránsito de nutrientes como el hierro hacia las aguas superficiales, lo que aumenta el crecimiento del fitoplancton.
Al monitorear vía satélite el color de la luz reflejada, los científicos pueden determinar cuán exitosamente está cumpliendo la vida vegetal el proceso de fotosíntesis.Una medición de la fotosíntesis es en esencia una medición de crecimiento exitoso, y crecimiento significa el uso exitoso del carbono ambiental.Luego de tres años de recolección continua da datos por parte del instrumento SeaWiFS, la NASA ha obtenido el primer registro de productividad fotosintética en los océanos.
Crédito: Estudio de Visualización Científica de la NASA.
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A veces, el crecimiento puede ocurrir rápidamente, desarrollándose en lo que los científicos llaman “florecimientos” del fitoplancton.
En un estudio publicado en el número de enero de 2005 de Geophysical Research Letters, Wendy Wang y sus colegas del Centro Interdisciplinario del Sistema de Ciencias Terrestres de la Universidad de Maryland, College Park, Maryland, encontró que los cambios en las cantidades de fitoplancton debidos a El Niño y a La Niña no afectan únicamente a la cadena alimenticia, sino que también afectan al clima terrestre.
Cuando el fitoplancton florece durante los años de La Niña, se utiliza una gran cantidad de carbono para construir sus células durante la fotosíntesis. Las plantas obtienen el carbono y el bióxido de carbono en las aguas superficiales. En la atmósfera, el bióxido de carbono es un importante gas de invernadero. Cuando los organismos marinos mueren, llevan el carbono de sus células hacia las profundidades del océano. Sorprendentemente, el estudio descubrió que esta transferencia de carbono hacia el océano profundo se aumentó por un factor de ocho debido a los grandes florecimientos de fitoplancton que pueden ocurrir durante un período La Niña. Al mismo tiempo, los efectos de El Niño pueden reducir los números del fitoplancton, y disminuyen los impactos de esta “bomba biológica de carbono”.
Utilizando un modelo de computadora y el satélite Sensor de Gran Campo de Visión Marina de la NASA (SeaWiFS = Sea-viewing Wide Field-of-view Sensor) de la NASA, Wang examinó los cambios biológicos marinos asociados con El Niño y La Niña, y descubrió los mecanismos responsables de tales florecimientos del fitoplancton. SeaWiFS mide la cantidad de luz que surge del océano en diferentes longitudes de onda del espectro, y puede determinar la fuerza del verdor proveniente de las diminutas células de las plantas.

La nave SeaStar, desarrollada por OSC, transporta el instrumento SeaWiFS.
Crédito: NASA
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Cuando El Niño de 1997-1998 se convirtió en La Niña a mediados de 1998, las imágenes de SeaWiFS mostraron un verdor extremadamente oscuro a lo largo del ecuador. (Al mismo tiempo, SeaWiFS) mostró concentraciones de clorofila que aumentaban en más de un 500 por ciento, un nivel no observado previamente”, dijo Wang. El estudio descubrió que como la mayor parte de los animales componentes del zooplancton habían muerto durante El Niño, había menos de él en los alrededores para alimentarse del fitoplancton. Ésto llevó a grandes florecimientos del fitoplancton.
Además de influenciar la red alimenticia marina, el fitoplancton ayuda a regular el clima terrestre al disponer de aproximadamente la mitad del bióxido de carbono, un muy importante gas de invernadero, que es absorbido desde la atmósfera por las plantas.