![Una visión artística de la Galileo, Amaltea, y los anillos de Júpiter. <A HREF= http://www.jpl.nasa.gov/galileo/news/release/press021029.html target=_blank>[más]</A>](headlines/y2002/images/gossamer/ringcrossing_med.jpg)
Una visión artística de la Galileo, Amaltea, y los anillos de Júpiter. [más]
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Esta semana la nave Galileo de la NASA lo hizo de nuevo... y los científicos estaban preparados.
En 1974, la nave de la NASA Pioneer 11 se sumergió en los anillos de Júpiter.
Y nadie lo advirtió.
Los anillos oscuros de Júpiter – tan anchos como los de Saturno, si bien casi invisibles – no habían sido descubiertos aún. Efectivamente, no fue hasta cinco años más tarde que las cámaras, a bordo de la Voyager 1, los captaron por primera vez. El 5 de marzo de 1979, la nave osciló por detrás de Júpiter, y desde el interior de la zona umbría del planeta pudieron verse los anillos débilmente iluminados por el Sol – pero sólo escasamente – .|
Desde entonces, los investigadores han anhelado otra exhibición de vuelo como la de la Pioneer 11. Las naves Voyager, Cassini y Galileo de la NASA han fotografiado los anillos muchas veces, pero siempre desde cierta distancia. Ninguna sonda ha entrado realmente en los anillos durante 28 años.
Hasta esta semana.
El 5 de noviembre del 2002, se zambulló y voló a través de los anillos de Júpiter otra vez. Y esta vez los científicos estaban listos.
“Hemos estado esperando este vuelo durante un tiempo”, dice Joe Burns, un científico planetario de la Universidad de Cornell y miembro del equipo de fotografía de Galileo. “Es una oportunidad para estudiar las partículas que forman estos anillos y aprender sobre su entorno”.
Galileo se aproxima al final de su dos veces extendida misión de 7 años a Júpiter. Arriesgadas maniobras como volar a través de los volcanes de Io y los anillos de Júpiter fueron reservadas para el final. El encuentro de esta semana con los discos y la aproximación cercana a Júpiter, es una de las tareas finales que hará Galileo antes de sumergirse en el mismo Júpiter el próximo año.
![Un diagrama esquemático de los satélites interiores de Júpiter y sus anillos. <A HREF= http://photojournal.jpl.nasa.gov/catalog/PIA01627 target=_blank>[más]</A>](headlines/y2002/images/gossamer/rings_strip2.jpg)
Un diagrama esquemático de los satélites interiores de Júpiter y sus anillos. [más]
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A diferencia de los anillos de Saturno, que están compuestos de brillantes y helados fragmentos tan grandes como casas, los anillos de Júpiter consisten en fino polvo similar a las partículas presentes en el humo de un cigarro. Los granos de polvo son oscuros (reflejan apenas el 5% de la luz solar que les incide) y están tan diseminados que los anillos son casi transparentes. Esto es lo que los hace tan difíciles de estudiar.
El origen de los anillos de Júpiter fue revelado por las cámaras de Galileo hace más de 5 años. “El polvo proviene de las pequeñas lunas rocosas que orbitan Júpiter”, dice Burns. Estas lunas están constantemente bombardeadas por meteoros, que socavan el suelo y explotan. Los anillos de Júpiter son los restos de esos impactos.
De hecho, Júpiter tiene varios anillos: El anillo principal es el más brillante. Se sitúa próximo a Júpiter y está hecho de polvo procedente de los satélites Adrastea y Metis. Dos anchos anillos muy tenues rodean el anillo principal. Estos proceden de los satélites Thebe y Amaltea. Hay también un anillo extremadamente tenue y alejado que orbita Júpiter de forma retrógrada. Nadie está seguro, pero ese anillo podría estar hecho de polvo interplanetario capturado.
![Una foto de la luna de Júpiter Amaltea, que es aproximadamente tan ancha como Long Island. <A HREF= http://photojournal.jpl.nasa.gov/catalog/PIA01625 target=_blank>[más]</A>](headlines/y2002/images/gossamer/amalthea.gif)
Una foto de la luna de Júpiter Amaltea, que es aproximadamente tan ancha como Long Island. [más]
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Cuando Galileo se aproximó a Júpiter el martes pasado, atravesó uno de los anillos muy tenues. El acercamiento de la nave Amaltea en el mismo día fue planeada por los científicos que dedujeron la masa de esa luna a partir de su tirón gravitacional sobre Galileo.
Los anillos de Saturno se formaron a partir de la desintegración total de una luna helada del tamaño aproximado de Amaltea (100km de ancho). Los anillos de Júpiter, por otro lado, son simplemente polvo de la superficie de este tipo de lunas. “Los anillos de Saturno son millones de veces más masivos que los de Júpiter”, destaca Burns.
Los meteoritos han estado impactando las lunas de Júpiter y levantando polvo durante miles de millones de años. Así, ¿por qué no hay más “material” en los anillos de Júpiter?. ¿Por qué los anillos de Júpiter son menos masivos que los de Saturno?.
Burns lo explica: “Los granos de polvo eyectados a los anillos de Júpiter no permanecen en los anillos para siempre. Los granos caen en espiral hacia Júpiter y con el tiempo desaparecen”.
Pierden energía orbital por varias razones: La luz solar es una de ellas. Los granos de polvo absorben y reemiten la luz solar, perdiendo cantidad de movimiento en el proceso. Los científicos llaman a esto “arrastre Poynting-Robertson”.
![La vida de un grano de polvo en los anillos de Júpiter. Comienza como un resto expulsado de un satélite rocoso y termina cayendo en espiral hacia Júpiter. <A HREF= http://www.jpl.nasa.gov/galileo/sepo/atjup/smallsats/R08_satorb.html target=_blank>[más]</A>](headlines/y2002/images/gossamer/model_med.gif)
La vida de un grano de polvo en los anillos de Júpiter. Comienza como un resto expulsado de un satélite rocoso y termina cayendo en espiral hacia Júpiter. [más]
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Las colisiones de plasma son otra razón. La magnetosfera de Júpiter (una burbuja magnética que rodea al planeta) está ocupada por nubes electrificadas llamadas plasmas. Los mismos granos de polvo de los anillos están cargados – como el polvo cargado estáticamente que se acumula en la pantalla de su ordenador. Cuando los granos cargados colisionan con las nubes de plasma, los granos pierden momento orbital.
La “edad” de los anillos de Júpiter depende de cual de estos mecanismos predomina. Las colisiones de plasma podrían sacar a las partículas de la orbita del anillo en solo unos pocos años. El arrastre Poynting-Robertson, por el que se inclina Burns, se toma más tiempo, quizá 100.000 años. (La edad de los anillos de Saturno es así mismo controvertida. Lea Science@NASA “The Real Lord of the Rings” para más información).
Los anillos de Júpiter son constantemente reabastecidos por impactos de meteoritos, de modo que no desaparecerán próximamente. Los anillos del año próximo, sin embargo, podrían estar formados de diferente “material” al de este año. En ese sentido, los anillos de Júpiter podrían ser más jóvenes que usted.
Cuando Galileo voló a través de los anillos esta semana, el compartimiento de sensores electromagnéticos de la nave y su Detector de Polvo funcionaron correctamente. (La nave misma, bombardeada de radiación procedente de Júpiter, cambió a un modo seguro cerca del fin del encuentro con el anillo, pero no antes de haber recogido los datos). Burns espera in situ las medidas sin precedente que finalmente resolverá el misterio.
O revelarán más sorpresas. Los oscuros anillos de Júpiter seguirán siendo, después de todo, un territorio inexplorado.
Nota: Galileo abandonó la Tierra a bordo de la lanzadera especial de la NASA Atlantis en 1989. JPL, una división de Instituto de Tecnología de California en Pasadena, dirige la misión Galileo para la Oficina de Ciencias Espaciales de la NASA, Washintong, D.C.