
Nuevas imágenes proporcionadas por el espectrómetro cartográfico visual e infrarrojo de la nave Cassini revelan una diversa colección de nubes en las profundidades de Saturno.
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Los científicos de la Cassini han descubierto una colección inesperada de nubes en las profundidades de la complicada atmósfera de Saturno.
“A diferencia de los brumosos y extensos grupos globales de nubes vistas de forma regular en la alta atmósfera de Saturno, muchas de las nubes más profundas parecen estar aisladas, con rasgos localizados”, dijo el Dr. Kevin H. Baines, miembro del equipo del espectrómetro cartográfico visual e infrarrojo del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, Pasadena, California. “Alcanzan una gran variedad de tamaños y formas, incluyendo formas circulares y ovaladas, en forma de donut y espirales”.
Estas nubes están profundas en la atmósfera, a unos 30 kilómetros (19 millas) por debajo de las nubes más altas vistas normalmente en Saturno. También se comportan de una forma diferente que aquellas en una atmósfera más elevada y están formadas por materiales diferentes. Están hechas de hidrosulfato amónico o de agua, pero no de amoníaco, que generalmente se piensa que compone las nubes más altas.
Los científicos están usando los movimientos de esas nubes para entender el clima dinámico de la atmósfera profunda de Saturno y conseguir una imagen tridimensional de la circulación global de Saturno. Han trazado mapas de vientos a bajas altitudes sobre casi todo el planeta. La comparación de estos vientos con los vientos de altitudes más altas les ha llevado a concluir que existen vientos de cizalladura apreciables en el ecuador de Saturno. Estos vientos de cizalladura son similares a los observados por la Galileo en Júpiter, indicando que procesos similares ocurren en ambos planetas. Las nuevas velocidades del viento medidas con el espectrómetro cartográfico muestran que el viento sopla a unos 275 kilómetros por hora (170 millas por hora) más en el fondo que en la alta atmósfera.
Además de la forma de donut y otros sistemas de nubes localizadas, también aparecen en las nuevas imágenes docenas de fajas de nubes que rodean el planeta. Tales fajas (conocidas como “zonas”) son normalmente vistas en las nubes más altas de Saturno y de otros planetas grandes. Sin embargo, estas fajas de niveles más profundos son sorprendentemente estrechas y más abundantes que las vistas en otro lugar, incluyendo las nubes altas de Saturno. También han visto una estructura mucho más deshilachada de lo que es normal en la atmósfera superior de Júpiter ó Saturno, con numerosas estructuras deshilachadas y en espiral conectadas a discretas “células” de nubes, que se parecen a las células convectivas de la Tierra.
El espectrómetro cartográfico visual e infrarrojo tomó imágenes de alta resolución en el infrrarojo cercano de las nubes profundas durante cuatro pasadas cercanas a Saturno entre febrero y julio de este año. Las imágenes fueron en una longitud de onda siete veces mayor que la visible al ojo humano y cinco veces mayor que la disponible en la cámara visual de la Cassini.
Los científicos usaron una nueva técnica que les permite proyectar la silueta de las nubes profundas contra la radiación de fondo del calor generado por el interior del planeta. Hasta ahora, fotografiar las nubes en las profundidades de Saturno no ha sido práctico dado que las brumas a un nivel más elevado y las nubes ocultan la vista.
“En vez de usar la luz del sol como fuente de radiación para ver las nubes profundas que hay por debajo de la capa oscura de nubes en un nivel más elevado, desarrollamos una nueva técnica que usa el propio calor termal de Saturno como fuente de luz”, dijo Baines. “Es como mirar una ciudad bien iluminada desde un avión por la noche, y contrastando las áreas oscuras y las luces de la ciudad, las cuales te dicen que hay una nube que tapa la luz. Saturno emite su propio brillo radiante, que parece el resplandor de las luces de la ciudad en la noche”.
Seguir la pista a esas nubes térmicamente retroiluminadas durante varios días permite la determinación de las velocidades del viento en los niveles más profundos nunca medidos en Saturno.
“Entender el desarrollo de la nube en las profundidades de Saturno aumentará nuestro conocimiento de la circulación global en todo Saturno y en los planetas mayores”, dijo Baines.
Estos descubrimientos se presentaron en una sesión informativa en la 37 Reunión Anual de la Division de Ciencias Planetarias reunida esta semana en Cambridge, Inglaterra.
Para más información sobre la misión Cassini-Huygens ver
http://saturn.jpl.nasa.gov y http://www.nasa.gov/cassini.
La misión Cassini–Huygens es un proyecto cooperativo de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Italiana. El Jet Propulsion Laboratory, una división del Instituto Tecnológico de California, en Pasadena, dirige la misión Cassini para la Oficina de Ciencia Espacial de la NASA, Washington, D.C. El orbitador Cassini y sus dos cámaras de a bordo fueron diseñados, desarrollados y ensamblados en el JPL. El equipo del espectrómetro cartográfico visual e infrarrojo tiene su base en la Universidad de Arizona.