Resumen(9 de octubre de 2005): “Probamos el equipo que estamos desarrollando para buscar vida en Marte y descubrimos una comunidad microbiana poco frecuente y compleja viviendo en los respiraderos de hielo azul dentro de un volcán congelado”, comentó Hans E.F. Amundsen de Física de los Procesos Geológicos (PGP por sus siglas en inglés) de la universidad de Oslo, Noruega, y director del equipo internacional AMASE. AMASE (Arctic Mars Analog Svalbard Expedition / Expedición Svalbard al Análogo de Marte en el Ártico) está diseñando dispositivos y técnicas para encontrar vida en Marte. Su campo de pruebas es Svalbard (Noruega), un área con una geología que es similar a cierta geología marciana. “Los instrumentos detectaron tanto organismos vivos como fosilizados, lo que es el tipo de prueba que habíamos estado buscando en el Planeta Rojo”, continuó.
basado en un artículo de la Institución Carnegie
Fragmentos minerales atrapados asociados con comunidades microbianas aparecen dentro del hielo azul. Crédito: Kjell Ove Storvik/AMASE
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“Probamos el equipo que estamos desarrollando para buscar vida en Marte y descubrimos una comunidad microbiana poco frecuente y compleja viviendo en los respiraderos de hielo azul dentro de un volcán congelado”, comentó Hans E.F. Amundsen de Física de los Procesos Geológicos (PGP por sus siglas en inglés) de la universidad de Oslo, Noruega, y director del equipo internacional AMASE. AMASE (Arctic Mars Analog Svalbard Expedition / Expedición Svalbard al Análogo de Marte en el Ártico) está diseñando dispositivos y técnicas para encontrar vida en Marte. Su campo de pruebas es Svalbard (Noruega), un área con una geología que es similar a cierta geología marciana. “Los instrumentos detectaron tanto organismos vivos como fosilizados, lo que es el tipo de prueba que habíamos estado buscando en el Planeta Rojo”, continuó.
El jefe científico de AMASE, Andrew Steele del Carnegie Institution’s Geophysical Laboratory (Laboratorio Geofísico de la Institución Carnegie), explicó que “los respiraderos volcánicos rellenos de hielo, como éstos, podrían darse en Marte y podrían ser un hábitat potencial para la vida allí”. Las rocas de carbonato encontradas en su interior de aproximadamente 1 millón de años de antigüedad en el volcán Sverrefjell, en Svalbard, son similares a las rosetas carbonadas encontradas en el meteorito marciano ALH84001 y podrían haberse producido por procesos comunes. El hielo azul, atrapado en los respiraderos volcánicos, podrían representar muestras de agua que formaron depósitos de carbonato idénticos en el volcán Sverrefjell.
Los científicos detectaron microbiota viva y fosilizada, en el hielo y sobre las superficies y las grietas de otras rocas volcánicas, usando su estrategia integrada de detección de vida probada con exito por AMASE en 2004. “Nuestro instrumento, diseñado por científicos del Jet Propulsion Lab (JPL) (Laboratorio de Propulsión a Chorro), detectó cantidades insignificantes de hidrocarbonos aromáticos procedentes de microorganismos y líquenes presentes en las rocas y en el hielo”, dijo Arthur Lonne Lane del JPL, quien hizo su segundo viaje con el equipo de AMASE.
El equipo de Steele de la Carnegie desplegó una serie de instrumentos para detectar y caracterizar niveles bajos de microbiota. “Realizamos con éxito varias pruebas con un instrumento miniaturizado adaptado con chips especiales de micro series de proteínas”, dijo Steele. “Nuestros resultados mostraron que éramos capaces de mantener estériles los procedimientos de tomas de muestras sin introducir contaminación de los humanos”.
L. Benning (Leeds) controla las condiciones estériles en una herramienta para perforar hielo. Crédito: Kjell Ove Storvik/AMASE
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La perforación de los respiraderos de hielo azul y de la superficie de hielo glacial supuso el desarrollo de un procedimiento detallado de esterilización de la herramienta de perforación. “¡Los organismos encontrados en el hielo están vivos! Pequeños ecosistemas en el hielo se han adaptado aparentemente a condiciones de frío extremo”. Dijo Liane Benning, de la Universidad de Leeds. Las muestras de hielo y roca serán identificadas más adelante en los laboratorios de la Carnegie, la Institución Smithsoniana, PGP, Peen State y la Universidad de Leeds.
La expedición de AMASE de este verano también implicó estudios multidisciplinares de los principales manantiales termales del norte sobre el nivel del mar, del desgaste y formación de la roca, y de la biota en el glaciar de hielo, llevado a cabo por los físicos, geólogos, químicos y biólogos del equipo. El grupo AMASE cogió muestras de rocas sedimentarias que tienen aproximadamente 780 millones de años de antigüedad, y que contienen abundantes restos de estructuras microbianas que aún conservan la estructura morfológica. “Estas rocas tienen marcas químicas potenciales de vida fosilizada. Si hay indicios en rocas antiguas de Marte, nuestro equipo será capaz de encontrarlo”, dice Marilyn Fogel, biogeoquímica y astrobióloga de la Carnegie.