Resumen (8 de febrero de 2006): científicos del Instituto Científico Weizmann descubrieron recientemente una nueva fuente de ADN antiguo bien preservado en huesos fósiles. Sus hallazgos se publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
basado en un comunicado del Instituto Weizmann
El crecimiento de los huesos del plateosauro se caracterizó por interrupciones temporales, de manera que los "anillos de crecimiento anual" se detectan bajo el microscopio, de forma parecida a los anillos de crecimiento de los árboles.
Crédito: Universidad de Bonn
|
Científicos del Instituto Científico Weizmann descubrieron recientemente una nueva fuente de ADN antiguo bien preservado en huesos fósiles. Sus hallazgos se publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El ADN es una fuente potencial de información sobre la evolución, dinámicas de población, migraciones, dietas y enfermedades de animales y humanos. Pero si no está bien preservado o se contamina con ADN moderno, los resultados no se pueden interpretar.
Los científicos Steve Weiner y Michal Salamon, del Departamento de Biología Estructural del Instituto, trabajando en colaboración con los profesores Baruch Arensburg, Universidad de Tel Aviv, y Noreen Tuross, Universidad de Harvard, podrían haber encontrado un camino para resolver estos problemas.
En 1986 Weiner informó por vez primera de la existencia de cúmulos de cristal en huesos recientes. Incluso cuando estos huesos se trituran y se tratan con hipoclorito de sodio—una sustancia que elimina cualquier resto de materia orgánica – los cúmulos de cristal permanecen intactos y la materia orgánica incrustada en ellos no está afectada. Ahora, casi 20 años después, Weiner y Salamon han vuelto a estos hallazgos, argumentando que los huesos fósiles podrían poseer tales estructuras de cristal con ADN antiguo preservado.
Después de tratar dos huesos de animal moderno y 7 de fósiles con hipoclorito sódico, descubrieron que el ADN se podía extraer de la mayoría de estos agregados de cristal, que está mejor preservado y contiene fragmentos más grandes que el ADN procedente de hueso triturado no tratado. La técnica para leer el ADN funcionó mejor, también, y el uso de hipoclorito sódico reduce la posibilidad de contaminación moderna.

En una eucariota, el ADN está encerrado en el núcleo de la célula. Una molécula de ADN se compone de dos hilos helicoidales.
Crédito: MIT
|
Los agregados de cristal actúan como un 'nicho privilegiado en el hueso fósil', protegiendo al ADN de ambientes hostiles y dejándolo relativamente ileso con el paso del tiempo. Los hallazgos del equipo sugieren que en estos agregados se debería dar preferencia al ADN, siempre que fuese posible, frente al ADN de hueso sin tratar.
Este método trae buenas perspectivas para el futuro análisis del ADN antiguo en huesos al presentar resultados más fiables y auténticos que los anteriores, y podría ayudar a desenterrar los misterios de nuestro pasado ancestral.