
Julie Castillo
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La Dra. Julie Castillo no tiene dudas acerca de su luna favorita entre las docenas que orbitan a Saturno.
'Me encanta Japeto, la más hermosa y misteriosa luna de Saturno', dice mientras se iluminan sus grandes ojos color marrón. 'Amo a Japeto'.
La Dra. Castillo, que nació y creció en Nantes, Francia, quedó prendada de otros mundos a temprana edad cuando un libro de Carl Sagan y una imagen de Neptuno tomada por la Voyager 2 del JPL despertaron su interés.
'Cuando tenía diez años, mis padres me regalaron en Navidad una copia de Cosmos, de Sagan', menciona. 'Desde entonces, todo lo que deseaba hacer era estudiar los planetas'.
Una imagen a color de Neptuno que vio en una revista fortaleció o reforzó su interés aún más.
'Neptuno se veía increíble, muy azul con nubes blancas. Era la imagen más hermosa. No podía dejar de mirarla'.
Habiendo madurado su amor por la exploración espacial, Castillo tomó prestados los instrumentos artísticos de su madre y comenzó a pintar planetas. A fin de cuentas, deseaba saber qué hacía a un planeta latir.
'Siempre me gustaron las rocas, los fósiles y minerales', dice. 'Deseaba aprender todo acerca de los planetas y sus interiores, cómo se formaron y de qué están hechos'
En 1998 obtuvo una maestría en geología en la Universidad de Nantes, y en 2002 un doctorado en sismología en la Universidad de Rennes, también en Francia.
Mientras estaba en la universidad, siguió con entusiasmo la misión Galileo de la NASA a Júpiter. Lo que más le impresionó fueron las imágenes de las lunas heladas que la nave envió a la Tierra.

Soñando con Japeto
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'Las imágenes de Io y Europa eran bellísimas, fantásticas', recuerda. 'Las lunas heladas son tan distintas de las otras. La información de Galileo trajo nuevas perspectivas sobre las lunas heladas, y supe entonces que deseaba aprender todo lo que pudiera acerca de su desarrollo'.
En 2002, se mudó a California para trabajar como miembro del Consejo de Investigación Nacional, y tres años después aceptó una posición post-doctoral en Caltech, trabajando en la misión Cassini en el JPL.
En su tiempo libre, a Castillo le gusta cocinar y hacer trabajo voluntario en la Fundación Bosque de Esperanza, una organización que promueve la ciencia y tecnología a través de recursos y oportunidades educacionales para los jóvenes en África y los Estados Unidos.
'Me gusta tener comunicación con el público y estimular a los jóvenes a dedicar su carrera a la ciencia', dice. 'Creo que es crucial que los niños de todo el mundo se beneficien de una educación de alta calidad'.
En el JPL, Castillo se ha enfocado en su luna favorita, Japeto. Analizando la información recabada por la Cassini, está trabajando en revelar la antigüedad de la misteriosa luna, la razón detrás de su rotación lenta y el origen de la peculiar cordillera que la cruza. La cordillera es de casi 20 kilómetros (12.4 millas) de alto y 150 kilómetros (93 millas) de ancho.
'Esta cordillera es el rasgo más asombroso en el que he tenido la oportunidad de trabajar hasta hoy' dice. 'Japeto es tan espléndido que nos ofrece muchos misterios por resolver'