Resumen (1 Marzo, 2006): Un equipo de astrónomos dirigido por NASA ha utilizado el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA en la detección de un gran flujo de radiación de calor de un planeta orbitando una estrella cercana. Los hallazgos permitieron al equipo 'tomar la temperatura' del planeta.
Basado en un informe del Centro Espacial de Vuelo Goddard
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El Spitzer detecta directamente un planeta a alta temperatura'
'Este es el planeta extrapolar más cercano a la Tierra que haya sido detectado directamente y presenta la mayor emisión de calor jamás vista en un exoplaneta', decía Drake Deming, del Centro Espacial de Vuelo Goddard de la NASA, Greenbelt, Md. Deming es el autor principal de un informe sobre esta observación que será publicado en 'Astrophysical Journal' el 10 de Junio. Una copia anticipada se encuentra disponible en el sitio web de la revista.
El planeta 'HD 189733b' orbita una estrella que es vecina cósmica cercana de nuestro sol, a una distancia de 63 años luz en dirección a la nebulosa Dumbbell. Orbita la estrella muy de cerca, a sólo un poco más de un tres por ciento de la distancia entre la Tierra y el sol. Tal proximidad tan cercana mantiene al planeta asándose a unos 844 Celsius (unos 1551 Fahrenheit), de acuerdo con las mediciones del equipo.
El planeta fue descubierto el año pasado por Francois Bouchy, del Laboratorio de Astrofísica de Marsella ('Marseille Astrophysics Laboratory'), Francia, y su equipo. Las observaciones sobre el descubrimiento permitieron al equipo de Bouchy determinar el tamaño del planeta (alrededor de 1’26 veces el diámetro de Júpiter), su masa (1’15 veces la de Júpiter), y su densidad (alrededor de 0’75 gramos por centímetro cúbico). La baja densidad indica que el planeta es un gigante gaseoso como Júpiter.
Las observaciones también revelaron el periodo orbital (2219 días) y la distancia a su estrella anfitriona. Con esta distancia y la temperatura de la estrella el equipo de Bouchy estimó que la temperatura del planeta era de al menos varios cientos de grados Celsius, pero no pudieron medir el calor o la luz emitidos directamente por el planeta.
'Nuestras mediciones directas confirman esta estimación', dijo Deming. Esta temperatura es demasiado alta para que exista el agua en un planeta o en cualquier luna que pudiese tener. Ya que las formas de vida conocidas requieren agua líquida, no es probable que haya emergido allí.
El año pasado, el equipo de Deming y otro grupo con base en el Centro Harvard-Smithsonian para Astrofísica, utilizaron el Spitzer para realizar la primera detección de luz desde mundos alienígenas, mediante la observación de cálidos resplandores infrarrojos de otros dos planetas de los conocidos como 'Júpiteres calientes' previamente detectados y designados HD 209458b y TrES-1.
La luz infrarroja es invisible al ojo humano, pero detectable por instrumentos especiales. Alguna luz infrarroja se percibe como calor. Los planetas llamados 'Júpiteres calientes' son gigantes gaseosos alienígenas que se ZIP muy cerca alrededor de sus estrellas anfitrionas, como HD 189733b. De sus cercanas órbitas absorben abundante luz de las estrellas y brillan esplendorosamente en ondas infrarrojas.

El Telescopio Espacial Spitzer, el cuarto y último elemento en la familia de Grandes Observatorios de la NASA.
Crédito: Ball Aerospace & Technologies Corp., 2003
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El equipo de Deming utilizó el mismo método para observar HD 189733b. Para distinguir el resplandor del planeta de su cálida estrella anfitriona, los astrónomos usaron un elegante método. En primer lugar, usaron el Spitzer para recoger la luz infrarroja total, tanto de la estrella como de su planeta. Entonces, cuando el planeta se ocultó tras la estrella como parte de su órbita regular, los astrónomos midieron la luz infrarroja que venía sólo de la estrella. Esto indicaba con precisión exactamente cuánta luz infrarroja pertenecía al planeta. Bajo circunstancias óptimas este mismo método puede ser utilizado para realizar un tosco mapa de la temperatura del planeta mismo.
'La señal de calor de este planeta es tan fuerte que el Spitzer pudo resolver su disco, en el sentido en que nuestro equipo pudo decir que estábamos viendo un objeto circular en los datos, no un simple punto de luz', decía Deming. 'Las observaciones actuales del Spitzer no pueden hacer aún un mapa de la temperatura de este mundo, pero más observaciones del Spitzer o futuros telescopios espaciales infrarrojos es posible que puedan hacerlo'.
El equipo de Deming incluye a Joseph Harrington, de Cornell University, Ithaca, N.Y.; Sara Seager, de la Institución Carnegie de Washington; y Jeremy Richardson, NASA postdoctoral fellow en Goddard, en el Laboratorio de Exoplanetas y Astrofísica Estelar.