Resumen (27 Mayo 2006): Cuando la mayoría de la gente piensa en Luisiana como única, piensan en el Mardi Gras, el cangrejo de río y la cultura Cajún. Pocos comprenden que lo que yace debajo del Golfo de México a lo largo de la costa de Luisiana es también único, desde el terreno y el hábitat a los animales que viven allí. Y dos investigadores de la LSU están buceando a unos 3 000 metros para explorarlo.
basado en una publicación de Ocean Explorer
Lamellibrachia luymesi y Seepiophila jonesi) viviendo en el mismo trozo de roca carbonatada que grandes colonias de la gorgonia Callogorgia Americana, con frágiles estrellas y un cangrejo Chirostylidae arrastrándose sobre las gorgonias. Crédito: Derk Bergquist" width="250">
Un grupo de gusanos tubícolas muy antiguos (Lamellibrachia luymesi y Seepiophila jonesi) viviendo en el mismo trozo de roca carbonatada que grandes colonias de la gorgonia Callogorgia Americana, con frágiles estrellas y un cangrejo Chirostylidae arrastrándose sobre las gorgonias. Crédito: Derk Bergquist
|
Los investigadores Harry Roberts y Bob Carney están peinando el más singular talud continental del mundo para estudiar algunas de las más singulares comunidades del planeta – todo ello justo al lado de la costa de Luisiana.
Roberts y Carney están estudiando 14 lugares diferentes donde el petróleo y el gas rezuman del fondo del Golfo. En particular, están estudiando los animales que viven cerca de estas “filtraciones”. Estos organismos incluyen bacterias que se alimentan de gas de sulfuro de hidrógeno, un subproducto del filtrado del petróleo y el gas; gusanos tubícolas, mejillones y almejas que sirven como anfitriones para esas bacterias; y gambas, cangrejos, peces, caracoles y estrellas de mar que, a su vez, se alimentan de los gusanos, mejillones y almejas. Estas comunidades animales son únicas porque sólo existen cerca de estas surgencias, y porque las bacterias de la base de la cadena alimenticia son “quimiosintéticas”, es decir, que crecen sin la luz del Sol.
El gran número de surgencias de petróleo y gas y la inmensa cantidad de sal bajo el suelo del Golfo cerca de la costa de Luisiana, junto con todo el sedimento depositado en el Golfo por el Rio Mississippi, hacen único el talud continental junto a la costa de Luisiana. “Es el talud continental más complicado del mundo, geológicamente”, dijo Roberts. “Hay más comunidades de surgencias junto a la costa de Luisiana que en la mayoría de lugares del mundo. La sal, el petróleo, el gas y los sedimentos crean un sistema geológico muy dinámico”.
A la vez que al progreso de la ciencia, los resultados de esta investigación podrían también ayudar a la industria petrolífera, al igual que al Servicio de Gestión de Minerales (Minerals Management Service), que da los permisos a la industria del petróleo para perforar y tender gaseoductos sobre el suelo del Golfo. Tanto la industria como el MMS quieren saber más sobre estas surgencias y los organismos protegidos federalmente que viven cerca de ellas a fin de evitar perforar y llevar a cabo otras actividades en esas áreas.
El sumergible ALVIN comienza su descenso a 1200 m.
Crédito imagen: Gavin Eppard, WHOI
|
Roberts y Carney salen el 6 de Mayo para un viaje de un mes que les llevará a cualquier lugar de los 1000 a los 3000 metros bajo la superficie del Golfo. Van a sumergirse hasta el fondo del Golfo en vehículo submarino conocido como Alvin, que está gestionado por el Instituto Oceanográfico Woods Hole. Alvin, más conocido para el público por explorar el naufragio del Titanic, es bien conocido entre la comunidad científica, y está constantemente en uso por todo el mundo por investigadores que son capaces de pagar por su uso, tanto con becas como con financiación privada.
Roberts y Carney recibieron financiación para su investigación a través del MMS y el Programa de Exploración Oceánica de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por siglas en inglés). El uso del sumergible Alvin está siendo financiado por la NOAA. Debido a que Alvin cuesta aproximadamente 50 000 $ por día, su uso por los investigadores durante casi un mes es una hazaña en el mundo de la ciencia. Típicamente, un investigador obtendrá el Alvin para su uso durante unos cuantos días o un par de semanas.
Tan ilusionados como están de tener a Alvin durante un mes, Roberts y Carney admitieron sentir alguna agitación por estar en el mar durante tanto tiempo.
Mientras llevan a cabo su investigación, Roberts y Carney vivirán en un barco de 90 metros con otros 23 científicos que están implicados en su investigación y con los 17 tripulantes del barco. Cuando no están usando a Alvin, las cosas pueden ponerse un poco aburridas, dijeron.
'Cuando no estás en el submarino, te haces la manicura”, bromeó Carney. “Puedes procesar muestras y hacer el papeleo, pero aun así queda un montón de tiempo para llenar. La comida es un gran acontecimiento”.
Ambos científicos han usado antes a Alvin, por lo que saben qué esperar del viaje. Ellos dijeron que intentar hacer ejercicio en un pequeño barco puede ser difícil, y siempre hay la posibilidad de que la gente de a bordo se maree o se vuelva loca.
Un mapa de batimetría multi-haz mejorado por computadora del noroeste y norte de la plataforma y el talud continental del Golfo de México. La superficie del talud continental refleja una serie de mesetas intermedias, lugares de gruesas acumulaciones de sedimento, rodeadas por estructuras de relieve más alto en forma de crestas y bóvedas que son las expresiones de masas salinas cerca de la superficie. Las principales áreas de arrendamiento establecidas por el Servicio de Gestión de Minerales están sobreimpresas en la imagen e importantes estructuras como la Escarpadura de Sigsbee en la base del talud están etiquetadas.
Crédito: Harry H. Roberts
|
'No va a ser todo diversión”, dijo Carney.
La mayoría de los días, los dos investigadores estarán usando Alvin para llevarles al fondo del Golfo. Lleva un par de horas alcanzar el suelo del Golfo, o la duración de dos CDs de Jimmy Buffet, según Roberts, al que le gusta escuchar música durante el descenso. Pero el sumergible es pequeño, dijo Carney, y caben un máximo de tres personas – dos investigadores, y un piloto. “Imagina a tres personas en el maletero de un Volvo”, bromeó. Además, a causa de las profundidades a las que se sumerge Alvin, la cabina se vuelve muy fría.
Hay también bastantes temas de seguridad implicados con Alvin. Ya que una inmersión completa lleva un total de ocho horas, la tripulación tiene que estar segura de que el tiempo será bueno durante ese plazo. Alvin no puede sumergirse o volver a la superficie con mal tiempo. También, hay niveles de oxígeno y dióxido de carbono de los que preocuparse, y la posibilidad de fallos eléctricos, de navegación y de comunicación.
El factor confortante, dijeron los hombres, es que en el Golfo, la tripulación es considerada “rescatable” por las autoridades. A veces, los investigadores llevan a Alvin a océanos que no son considerados de la misma forma.
Inconvenientes aparte, los investigadores dijeron que están ilusionados con el viaje y las cosas que esperan ver y aprender.
'Te ilusionas porque desde las fechas anteriores a la inmersión, está claro que hay algo que realmente quieres investigar sobre el fondo, y este es el único vehículo que te lleva allí”, dijo Roberts. “Cualquier trepidación que sientes desaparece cuando comienzas a descender, porque estás viendo cosas nuevas, tomando muestras y notas. Seremos las primeras personas que jamás hayan visto y extraído muestras de la mayor parte de estos lugares”.
'Todavía consigo sacar un auténtico viaje de esto', dijo Carney. 'Es encantador hacerlo. En realidad me gusta traer gente nueva en estas inmersiones. Es divertido cómo la gente normalmente racional se comportará en estas inmersiones'.
'La gente se queda pasmada con la experiencia”, confirmó Roberts.
Un pequeño cangrejo naranja cerca de unos pocos individuos de gusano tubícola esparcidos a 2180 metros de profundidad en Atwater Valley.
Crédito: Expedition to the Deep Slope.
|
Su viaje está siendo seguido y documentado en la página web de la NOAA en
www.noaa.gov. Aquellos interesados en el esfuerzo de investigación pueden chequear el sitio en busca de actualizaciones diarias. En la página principal de la NOAA, haga click en “Ocean”, después en “NOAA Ocean Explorer”, después “Explorations”, y después mira bajo “2006 Signature Explorations” y haz click en “Expedition to the Deep Slope”.
Roberts, director del Instituto de Estudios Costeros en la LSU y Profesor en Boyd de geología marina y geofísica/sedimentología, llegó primero a la LSU como estudiante en los años 60, y ha estado en la universidad desde entonces. Carney, profesor de ecología costera, ha estado en la LSU desde los 80. Ambos han estado haciendo investigación sobre las chimeneas de petróleo y gas del Golfo y sobre los animales que viven en esas áreas desde los 80.
'Este proyecto ha sido muy divertido y científicamente muy productivo”, dijo Roberts. “En particular, los primeros viajes que hicimos al suelo del Golfo fueron divertidas porque parecía que cada inmersión producía un nuevo descubrimiento. En aquellos días, era difícil localizar los sitios que queríamos estudiar. Hoy, debido a la tecnología que te permite evaluar a distancia el suelo marino, las localizaciones de las surgencias de hidrocarburos son predecibles en aproximadamente un 80 por ciento”.
*(N. del T.) El título original (What Lies Beneath) hace referencia a la película del año 2000 cuyo título fue traducido en España por 'Lo que la verdad esconde', que no me pareció adecuado para el artículo