Resumen: Entre la tríada de los límites biológicos para la vida en Marte – frío, poco aire y sequedad – un nuevo estudio en el lugar más seco de la Tierra revela un crisol extraordinariamente estéril para probar instrumentos que puedan un día resolver cuestiones acerca de la vida microbiana en otros planetas. En el desierto de Atacama en Chile, cuando fue sondeado con algunas de las técnicas que se usaron durante la misión Viking en 1976, no se encontró vida, un descubrimiento que puede ayudar a los científicos a entender los límites de sequedad para la vida y la importancia potencial de la selección del emplazamiento.|
Un equipo de científicos de la LSU, la NASA, la Universidad Nacional Autónoma de México y otras organizaciones de investigación ha descubierto un área de la Tierra sorprendentemente similar a la superficie de Marte.

Chris McKay
Crédito: Ames de la NASA
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Este esfuerzo conjunto de investigación ha descubierto claves en uno de los desiertos más secos de la Tierra acerca de los límites de la vida en este planeta, y por qué misiones anteriores en Marte pudieron haber fracasado en la detección de vida. Los resultados del grupo de estudio fueron publicados esta semana en Science Magazine, en un artículo titulado “Suelos marcianos en el desierto de Atacama, Chile, y el límite de sequedad para la vida microbiana” ('Mars-like Soils in the Atacama Desert, Chile, and the Dry Limit of Microbial Life').
Las misiones Viking de la NASA a Marte en los años 70 mostraron que el suelo marciano era desalentadoramente carente de vida y sin materia orgánica, los precursores químicos necesarios para la vida. El pasado año, en la parte más seca del desierto de Atacama, Chile, el equipo de investigación llevó a cabo experimentos para encontrar microbios similares a los que buscaron las Viking y no encontraron ninguna evidencia de vida. Los científicos calificaron de “altamente inusual” este descubrimiento en un ambiente expuesto a la atmósfera terrestre.
“Atacama es el único lugar de la Tierra (en el que) he tomado muestras de suelo para cultivar microorganismos en el laboratorio de las que no ha crecido nada”, dijo Fred A. Rainey, un profesor asociado de ciencias biológicas en la LSU, que es coautor del estudio y un experto en microorganismos de ambientes extremos. “Normalmente, cuando tomas una muestra de suelo de cualquier ambiente y lo pones en un medio de cultivo, se pueden ver diferentes colonias bacterianas creciendo allí después de unos pocos días. Pero, en el caso de suelos recogidos en algunas áreas de la región central del desierto de Atacama, no aparece ninguna o muy pocas colonias bacterianas, incluso después de 20 días de incubación”.

El desierto de Atacama es uno de los lugares más secos de la Tierra. Los vívidos colores no dejan traslucir el paisaje árido del norte de Chile donde el desierto de Atacama, uno de los más secos del mundo, se encuentra con las estribaciones de los Andes. Aquí hondonadas salinas y gargantas ocultas bajo sedimentos con vetas de minerales ceden el paso a los volcanes nevados. Esta imagen fue tomada por el instrumento Radiómetro de Reflexión y Emisión Termal Avanzado en Satélite (Advanced Spaceborne Thermal Emission and Reflection Radiometer, ASTER), colocado en el satélite Terra de la NASA, el 28 de octubre de 2001. Los científicos están buscando huellas de microorganismos en este ambiente extremo.
Crédito: USGS
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“Ésta es una situación única, y de algún modo, representa un ambiente donde los límites de la supervivencia microbiana en ambientes áridos han sido alcanzados o se está muy cerca de ello”.
Varias estudiantes de ciencias biológicas de la LSU – Danielle Bagaley, Becky Hollen y Alanna Small – estuvieron también involucradas en la investigación y son coautoras del artículo.
Chris McKay, del Centro de Investigación Ames de la NASA (Ames Research Center) en Moffet Field, California, es el investigador principal de la expedición.
“En la parte más seca del desierto de Atacama, encontramos que, si el Viking hubiese aterrizado allí en vez de en Marte y hubiese hecho exactamente los mismos experimentos, también habríamos perdido por goleada”, dijo McKay. “Atacama parece ser el único lugar en la Tierra en el que las Viking no hubiesen encontrado nada”.
Durante los estudios de campo, el equipo analizó los delgados suelos “marcianos” de Atacama y encontró materiales orgánicos en niveles tan bajos y además, desprendidos a temperaturas tan altas, que la Viking no habría sido capaz de detectarlos, dijo McKay. McKay también hizo notar que el equipo descubrió una sustancia oxidativa no biológica que parece haber reaccionado con las orgánicas – resultados que mimetizan los de las Viking.
De acuerdo con los investigadores, el emplazamiento de Atacama que ellos estudiaron podría servir como un valioso campo de pruebas para desarrollar instrumentos y experimentos que se adaptarían mejor a encontrar vida microbiana en Marte que los de la generación actual.

Arriba, Valle de la Muerte, California
Abajo, Imagen de Marte tomada por el vehículo Sojourner
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“Muchos consideran que no hay vida microbiana en la superficie de Marte y que los suelos son inhóspitos para la vida microbiana”, dijo Rainey. “Los suelos de la región central del desierto de Atacama parecerían caer en esta categoría y, así, representan un gran recurso natural para probar los sistemas de detección de vida, así como explorar que impacto provocaríamos en esos ambientes en otros planetas”.
McKay explicó que también ve la investigación en Atacama como una gran oportunidad para desarrollar mejor tecnología.
“Creemos que la zona sin vida de Atacama es un gran recurso para desarrollar instrumentos portátiles y autosuficientes que estén especialmente diseñados para tomar y analizar muestras del suelo marciano”, dijo McKay.
Serán necesarios instrumentos más sofisticados en las futuras misiones que traigan muestras a la Tierra si los científicos tienen que evitar contaminar las futuras muestras marcianas, explicó McKay.
“Estamos dando aún los primeros pasos en el desarrollo de instrumentos para Marte”, dijo McKay, apuntando asímismo que, recientemente, se ha desarrollado un método para extraer ADN del suelo sin que los seres humanos estén implicados en el procesamiento de los datos.

La sonda Viking 2
Crédito: NASA
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Dicen los investigadores que la razón de que el desierto de Atacama en Chile sea tan seco y virtualmente estéril, es porque la humedad está bloqueada a ambos lados, por los Andes y por montañas costeras. A 1000 metros, Atacama tiene 15 millones de años y es 50 veces más árido que el Valle de la Muerte californiano.
Los científicos estudiaron la parte más seca de Atacama, un área llamada “de doble sombra de lluvia”. Durante los últimos cuatro años, la estación meteorológica del equipo registró una única precipitación de tan sólo unos míseros 0,25 mm de humedad.
La hipótesis del equipo es que en el corazón del desierto de Atacama llueve de media una vez cada 10 años.
Rainey planea más expediciones con estudiantes a Chile para examinar el destino de los microorganismos en el aire del ambiente extremo y hostil de Atacama.
La investigación en Atacama fue financiada por el programa de la NASA Tecnología y Ciencia de la Astrobiología para la Exploración de Planetas (Astrobiology Science and Technology for exploring Planets), la LSU, la Fundación Nacional de Ciencias (National Science Foundation) y otros organismos. El artículo fue también firmado por Rainey, Bagaley, Hollen y Small de la LSU; Rafael Navarro-González, Paola Molina y José de la Rosa de la Universidad Autónoma de México; Richard Quinn del Instituto SETI (SETI Institute) de Mountain View, California; Frank Grunthaner del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory) de Pasadena, California; Luis Cáceres del Instituto del Desierto y Departamente de Ingeniería Química; y Benito Gómez-Silva del Instituto del Desierto y Unidad de Bioquímica, Universidad de Antofagasta, Chile.