![La nave NEAR-Shoemaker de la NASA detectó estos cráteres cuadrados en el asteroide 433 Eros. <A HREF= http://near.jhuapl.edu/iod/20000919/index.html target=_blank>[más información]</A>](headlines/images/eros9/20000919_med.jpg)
La nave NEAR-Shoemaker de la NASA detectó estos cráteres cuadrados en el asteroide 433 Eros. [más información]
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En el panteón de la geometría cósmica, gobiernan las curvas. Los textos astronómicos están repletos de galaxias espirales, órbitas elípticas y nebulosas anulares. No hay capítulos sobre triángulos o rectángulos – después de todo, ¿quién escuchó alguna vez hablar sobre planetas cuadrados? Algunas de las formas más simples, comunes en los objetos de los seres humanos, son muy raras en el espacio.
Raras, pero no imposibles...
El mes pasado, los astrónomos estaban estudiando las fotos del asteroide 433 Eros cuando observaron algunos cráteres inusuales. La mayoría de los cráteres de impacto son circulares, pero estos ¡eran cuadrados!
Cualquier fanático de Star Trek podría confundir estas marcas de impacto con lugares donde las naves cúbicas de Borg descendieron y despegaron nuevamente, pero los científicos dicen que son rasgos naturales – aunque inusuales.|
“Estos cráteres cuadrados no son una novedad; nos cuentan algo muy interesante”, dice Andy Cheng del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins. Cheng es la científica del proyecto de la nave Near Earth Asteroid Rendezvous de la NASA, que está orbitando Eros. “Nos indican que Eros está atravesado por un sistema extenso de fracturas y fallas. Es típico aquí en la Tierra que cuando encontramos este tipo de área fracturada, las fisuras formen sistemas con intersecciones. Dichos cráteres parecen cuadrados; los llamamos cráteres empalmados. El mejor ejemplo es el Cráter por impacto de Meteoro Barringer en Arizona”.
Los cráteres cuadrados suman evidencia a la teoría de que Eros está repleto de grietas y crestas que se expanden por los 33 km de longitud de la roca espacial con forma de maní. “Primero vimos largos surcos en las fotos globales del asteroide cuando NEAR entraba en órbita alrededor de Eros, en febrero de 2000”, prosiguió Cheng. “Ahora, si observamos cuidadosamente, la mayoría de las fotos de primer plano parecen mostrar signos de grietas y crestas”.
“Debemos preguntarnos cómo podrían haberse formado estas grietas. Presumiblemente, son el resultado de grandes impactos. La pregunta es: ¿Estos impactos ocurrieron luego de que Eros tuviera su tamaño y forma actuales o cuando Eros formaba parte de un cuerpo progenitor más grande?”
Es una pregunta que va al corazón del origen del asteroide.
![El “cráter por meteoro” Barringer en la Tierra tiene un borde cuadrado, que indica un terreno fisurado alrededor del sitio de impacto. <A HREF= http://near.jhuapl.edu/news/sci_updates/00aug07.html target=_blank>[más información].</A>](headlines/images/eros9/meteorcrater_med.jpg)
El “cráter por meteoro” Barringer en la Tierra tiene un borde cuadrado, que indica un terreno fisurado alrededor del sitio de impacto. [más información].
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Los científicos creen que miles de millones de años atrás, cuando el sistema solar era joven y los planetas recién se formaban, Eros giraba alrededor del Sol en una órbita entre Marte y Júpiter. Era un habitante del cinturón de asteroides. A partir de allí, las colisiones con otros asteroides y las perturbaciones gravitacionales de Marte y Júpiter alteraron la órbita de Eros, por lo que ahora se acerca lo suficiente a la Tierra como para poder estudiarlo con una nave como NEAR.
Actualmente sabemos mucho sobre Eros, pero ¿cómo era en los orígenes del sistema solar, antes de que se convirtiera en un asteroide “cercano a la Tierra”? ¿Fue alguna vez Eros parte de un planeta del tamaño de la Luna entre Marte y Júpiter, o siempre fue una solitaria roca espacial?
“Si el continuo trazado de mapas confirma que las fallas y crestas se extienden desde un extremo de Eros al otro, yo lo consideraría una fuerte evidencia de que Eros es una pieza de algo que alguna vez fue mucho más grande”, dice Cheng. Si se ensamblaran todas las rocas del actual cinturón de asteroides, formarían un planeta pequeño de alrededor de 1500 km de diámetro – aproximadamente la mitad del tamaño de la luna de la Tierra. Dicho cuerpo podría haber existido en una órbita entre Marte y Júpiter hace miles de millones de años, antes de que se hiciera añicos a causa de colisiones con otros planetoides.
Pero si Eros fuera una “pieza del viejo bloque”, debemos considerar un nuevo misterio. Cuando se forman planetas rocosos como la Tierra y sus lunas (y quizás el cuerpo progenitor de Eros), los elementos más pesados caen al núcleo mientras que los más livianos permanecen cerca de la corteza. Esto lleva a una estructura núcleo-manto con marcas químicas distintivas en cada estrato.
El problema es que Eros no presenta las marcas químicas de diferenciación. Los datos del espectrómetro de rayos X de NEAR mostraron que hay la misma abundancia de aluminio, magnesio y sílice que en el Sol y en la nebulosa solar primigenia. Evidentemente, Eros no era parte de un cuerpo que experimentó un proceso como el de la Tierra de calentamiento y segregación de metales a partir de los silicatos para formar un núcleo de hierro y un manto rocoso.
“Eros es un ejemplo de un cuerpo muy primitivo...no le sucedió mucho más que la formación y el bombardeo de cráteres. Si desea obtener el material más virgen del sistema solar [donde pocas cosas han sucedido] Eros es un buen ejemplo”, dice Joe Veverka, profesor de astronomía en la Universidad de Cornell, e investigador principal de las dos cámaras del NEAR.
![Este mosaico global del asteroide Eros muestra algunos de los surcos que insinúan fisuras o fallas que podrían penetrar el rocoso asteroide. <A HREF= http://near.jhuapl.edu/iod/20000217a/index.html target=_blank>[más información]</A>](headlines/images/eros9/groves_med.gif)
Este mosaico global del asteroide Eros muestra algunos de los surcos que insinúan fisuras o fallas que podrían penetrar el rocoso asteroide. [más información]
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¿Puede Eros ser ambas cosas – un cuerpo primitivo sin divisiones y un fragmento de un antiguo planetoide? Es una contradicción posible que desconcierta a los investigadores.
“Incluso antes de que visitáramos Eros sabíamos que los asteroides eran un grupo variado – algunos parecían tener divisiones y otros no”, dice Cheng. “El asteroide más grande de todos: Ceres, de 933 km, no tiene divisiones. Así mismo, creemos que es posible que objetos incluso menores que Ceres se derritan y segreguen químicamente. Simplemente no sabemos por qué algunos asteroides parecen ser más primitivos que otros. Debemos conservar un poco de escepticismo e investigar el misterio”.
Cheng dice que un mapa global de los surcos y las crestas de Eros – y posiblemente más cráteres cuadrados – probablemente nos ayude a comprender la historia del asteroide. Por ahora los investigadores y entusiastas de los asteroides esperan con anticipación mientras NEAR Shoemaker continua su primera y a veces sorprendente inspección a 433 Eros, sabiendo que las mejores respuestas y los misterios más desconcertantes quizás aún no hayan llegado.
Para mayor información sobre el asteroide Eros y la misión NEAR, por favor visite la página de la misión Near-Earth Asteroid Rendezvous en http://near.jhuapl.edu/. El Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, MD, diseñó y construyó la nave NEAR y dirige la misión para la NASA.