Resumen: Mientras que la sonda de Saturno, la Cassini, se acerca al planeta anillado, las nuevas imágenes obtenidas muestran la ausencia chocante de los «radios» que fueron observados por primera vez cuando la Voyager lo sobrevoló en su camino hacia el extremo del sistema solar. La Cassini, que se prevé entrará en órbita en julio, dejará caer una sonda en la atmósfera rica en hidrocarburos de la luna saturniana, Titán.|
Adaptado del informe del Equipo de imagen de la Cassini
El acercamiento de la Cassini a Saturno a comenzado. El equipo de imagen de la Cassini se ha percatado de nuevos detalles visibles en la atmósfera y en los anillos, y los científicos han quedado perplejos ante la ausencia notable de las fantasmales marcas oscuras en forma de radios en los anillos, que fueron descubiertas durante el primer acercamiento de la Voyager al planeta, hace 23 años.
«Me siento como un niño que va de excursión al comienzo de nuestro viaje» afirmó el Doctor Dennos Matson, científico participante en la misión Cassini-Huygens a Saturno y a su luna de mayor tamaño, Titán. «Hemos conducido este coche durante cerca de 3.500 millones de kilómetros (2.200 millones de millas) y es hora de bajarse y explorar ese mundo anillado y sus muchas lunas. No puedo esperar, pero mientras tanto, esas imágenes en color semanales me ofrecen un destello de nuestro destino final» dijo Matson.

Los científicos querrían saber más acerca del origen de los «radios» captados por la Voyager en Saturno, pero que han parecido desaparecer en las imágenes tomadas por la Cassini. Crédito: Equipo de imagen de la Cassini/Boulder/ciclops.org
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Mientras que el tamaño del planeta crece en el objetivo de la cámara, el equipo de imagen comenzará a dirigir búsquedas de nuevas lunas entre los anillos y la órbita de la luna que rota caóticamente, Hiperión. En abril, las exploraciones a través de imágenes de la brumosa Titán en una amplia variedad de longitudes de onda permitirá la búsqueda de nubes en movimiento en la parte superior de su atmósfera y patrones a gran escala en su superficie.
Un oscuro y frío Saturno se vislumbra en la distancia en esta sorprendente visión coloreada naturalmente del planeta anillado y de sus satélites helados. Esta imagen fue compuesta con exposiciones tomadas por el ángulo estrecho de la cámara de la Cassini el día 9 de noviembre de 2003 a las 08:54 UTC (hora de eventos de la cápsula) desde una distancia de 111.4 millones de kilómetros (69.2 millones de millas), la equivalente a unas tres cuartas partes de la distancia de la Tierra al Sol, y 235 días después de la inserción en la órbita de Saturno.
Los rasgos visibles de menor tamaño son de unos 668 km. (415 millas), lo cual significa una mejora notable con respecto a la última imagen de Saturno ofrecida por la Cassini el 1 de noviembre de 2002. Nuevas rasgos como patrones intrincados de nubes y pequeñas lunas cerca de los anillos se harán visibles en los próximos meses en el camino de la nave a su destino.
Algunos detalles en el enorme sistema anillado de Saturno son ya visibles. Se evidencia una estructura en el anillo B, situado en el centro, el más brillante de los tres anillos principales de Saturno. La División Cassini, de 4.800 kilómetros (2.980 millas) de ancho, es la franja central oscura que separa el más exterior anillo A del más brillante anillo B. curiosamente, el borde exterior del anillo B se mantiene gracias a una fuerte resonancia gravitatoria con la luna Mimas, también visible en esta imagen. La división Encke, que separa el anillo A, de 325 kilómetros (200 millas) de ancha, cerca del borde externo del sistema anillado, también es visible, como también lo es el más tenue anillo C, interior al anillo B.
Con un grosor de sólo unas cuantas decenas de metros o menos, los principales anillos abarcan 274.000 kilómetros (121.000 millas) desde un extremo hasta el otro, alrededor de las tres cuartas partes de la distancia de la Tierra a la Luna.
La atmósfera multibanda y multimatiz de Saturno sólo es aparente a esa distancia. En la composición hecha de imágenes tomadas a través de filtros espectrales de banda ancha en color azul, verde y rojo, el color es muy parecido al que el ojo humano vería. Los diferentes matices de amarillo, marrón y rojo vistos en el hemisferio sur iluminado son más delicados y sutiles que los colores de Júpiter. La coloración tanto de Júpiter como de Saturno se debe a pequeñas partículas coloreadas mezcladas con nubes de amoniaco blanco. Las nubes de amoniaco de Saturno son más profundas y más densas que las de Júpiter porque el gas de amoniaco se condensa a un nivel más profundo en la atmósfera más fría de Saturno. La composición de las partículas coloreadas no se conoce pero se cree que incluye sulfuro y nitrógeno como constituyentes principales en las latitudes medias y bajas.

Haga clic aquípara una mayor resolución. Imagen del Hubble de los anillos de Saturno. Crédito: Hubble.
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En la región polar del sur, se puede observar una neblina oscura, de un tono más gris que el marrón claro de las latitudes medias. Esta neblina polar puede estar producida por electrones y protones energéticos en las auroras que destruyen el gas de metano, dando lugar a la formación de una neblina de hidrocarburos complejos.
Gran parte del hemisferio norte de Saturno se encuentra a la sombra de los anillos, con la excepción de una pequeña porción visible en el borde. (La luz que pasa a través de la División Cassini ilumina las altitudes superiores de la atmósfera). Esta franja es de un azul más intenso que el hemisferio sur visible, probablemente debido a la difusión molecular por hidrógeno a estas altitudes sobre la neblina y las nubes. Durante el viaje de la Cassini en los próximos cinco años y más allá, tendremos la oportunidad de ver cómo cambian los colores con el tiempo y si son debidos a un recalentamiento por el cambio estacional o a algún otro mecanismo.

La sonda Huygens desciende a través de la atmósfera turbia y de color marrón-anaranjado compuesta de nitrógeno y moléculas con base carbónica, emitiendo sus hallazgos al satélite artificial Cassini. La sonda está equipada con diferentes sensores científicos para medir las propiedades físicas de la atmósfera de la luna; también transporta un dispositivo de imagen para enviar las fotografías de la superficie de Titán, posiblemente salpicada de lacas de hidrocarburos. Crédito: ESA
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En la imagen más reciente también se pueden ver cinco satélites saturnianos. El brillo de estos cuerpos ha sido aumentado tres décimas partes para mejorar la visibilidad. Los satélites son, a la izquierda, desde el más brillante al más tenue, Rhea (1.530 km., 951 millas), Dione (1.120 km., 696 millas) y Encelado (520 km., 323 millas); y a la derecha, del más brillante al más tenue, Tetis (1.060 km., 659 millas) y Mimas (392 km., 244 millas).
Desde los descubrimientos de la Voyager en 1980 y 1981, sabemos que cada una de las lunas heladas de Saturno posee rasgos fascinantes. Encelado es el cuerpo más reflectante del sistema solar; tanto Mimas como Tetis exhiben amplios cráteres en sus superficies; Dione y Rhea tienen curiosos vetas de brillo, material luminoso. La Cassini realizará acercamientos muy cercanos a Rhea, Diones y Encelado, devolviendo imágenes en las que serán detectables rasgos tan pequeños como de 50 metros o menos. Se enviarán imágenes con detalles más de mayor calidad que las vistas por la Voyager (~ 2 km., 1,3 millas) de cada una de las cinco lunas.
¿Qué será lo próximo?
El 18 de mayo, la Cassini entrará en el sistema planetario de Saturno.
Ese mismo día, la atracción gravitatoria de Saturno comenzará a rebasar la influencia del Sol y la sonda cruzará los límites exteriores del grupo más distante de las lunas saturnianas, fijada sólo débilmente a Saturno y situada a millones de kilómetros del planeta. Unos pocos días después, una campaña de 3,5 semanas de duración de secuencias en vídeo de Titán comenzará a medir los vientos atmosféricos y empezará a levantar un mapa de la superficie mientras que Titán rota. El 11 de julio, la Cassini realizará un acercamiento cercano (2.000 kilómetros) a Febe, recavando imágenes detalladas durante el hallazgo. Con 200 kilómetros de diámetro, Febe es la mayor de las lunas exteriores de Saturno y se cree que es un asteroide capturado.
El viaje de siete años de duración finalizará cuando el motor principal de la Cassini arda, la nave se ralentice y la sonda entre en la órbita de Saturno el 1 de julio de 2004.
«Todos deseamos fervorosamente disfrutar del viaje de la Cassini por este magnífico sistema planetario» dijo el Doctor Carolyn Porco, líder del equipo de imagen científico de la Cassini en el Space Science Institute en Boulder (Colorado). «Y ahora puedo decir que las vistas serán impresionantes» añadió Porco.
La Misión Cassini-Huygens es una misión cooperativa de NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Italiana. JPL, una división del Instituto Tecnológico de California en Pasadena, dirige la misión para la Oficina de Ciencia Espacial de la NASA en Washington D.C.